Vicent Straga - La batalla de Francia

Vicent Straga, 2017

Traducción: Laura Bernal Martín

Editor digital: Titivillus

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El 10 de mayo de 1940 estalla la batalla de Francia, la segunda operación terrestre más importante de la Segunda Guerra Mundial. Para Adolf Hitler, se trata de una batalla capital: Alemania puede garantizar su predominancia en el continente europeo si logra invadir Francia y el Benelux. El enfrentamiento desemboca en un auténtico desastre militar para Francia, que es derrotada por una Alemania que ha desarrollado una nueva y devastadora estrategia militar: la guerra relámpago (Blitzkrieg). Las consecuencias, además de trágicas, son numerosas: los vencedores ocupan el Benelux y casi la mitad de Francia —París incluida—, mientras que Gran Bretaña se queda aislada y se convierte en un objetivo evidente para una invasión alemana. Pero la batalla también provoca el nacimiento de la Resistencia en los países ocupados, que lucharán contra los colaboracionistas para acabar con la expansión del nazismo.

Adéntrate con esta guía en la batalla de Francia y descubre en menos de una hora el contexto en el que se origina y quiénes son los principales personajes que participan en la misma. A continuación, conoce los entresijos de la batalla, desde su preparación hasta su resolución, analizando sus planes, sus tácticas y sus ofensivas. ¡No esperes más para convertirte en un experto de una de las batallas más importantes de la Segunda Guerra Mundial!

Te ofrecemos las claves para:

• profundizar en el contexto político y social de la batalla de Francia, que enfrenta a la Alemania nazi contra Francia, Gran Bretaña, los Países Bajos y Bélgica;
• descubrir a los principales actores que participaron en la preparación y el desarrollo de la batalla, como el general alemán Gerd von Rundstedt o el francés Maxime Weygand;
• analizar las tácticas empleadas en el conflicto, tanto por los alemanes —la guerra relámpago—, como por los Aliados, y comprender por qué los alemanes logran la victoria y pueden comenzar a ocupar nuevos territorios;
• etc.

Vicent Straga

La Blitzkrieg y el inicio de la ocupación alemana

En 50 minutos
Historia - 0

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Titivillus 05-05-2020

• ¿Cuándo? Del 10 de mayo al 22 de junio de 1940.
• ¿Dónde? En Bélgica, en los Países Bajos, en Luxemburgo y en Francia.
• ¿Contexto? La Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
• ¿Beligerantes? Francia, Gran Bretaña, los Países Bajos y Bélgica contra Alemania.
• ¿Actores principales?
  • Gerd von Rundstedt, general alemán (1875-1953).
  • Heinz Guderian, general alemán (1888-1954).
  • Maxime Weygand, general francés (1867-1965).
• ¿Resultado? Victoria alemana.
• ¿Víctimas?
  • Bando francés: unos 58 829 muertos y 123 000 heridos.
  • Bando británico: unos 3500 muertos y 13 600 heridos.
  • Bando neerlandés: unos 2890 muertos y 6889 heridos.
  • Bando belga: unos 7500 muertos y 15 850 heridos.
  • Bando alemán: unos 27 074 muertos y 111 034 heridos.

El objetivo que persiguen los alemanes en la batalla de Francia, considerada la segunda operación terrestre más importante de la Segunda Guerra Mundial y que se desarrolla entre el 10 de mayo y el 22 de junio de 1940, es invadir Francia, Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo. La contienda enfrenta a las fuerzas de la Alemania de Adolf Hitler (1889-1945) —apoyadas por Italia a partir del 10 de junio— contra Francia y Gran Bretaña (los Aliados), a los que se les suman Bélgica, los Países Bajos y las fuerzas libres polacas y checoslovacas.

El enfrentamiento desemboca en un auténtico desastre militar para Francia, que es derrotada por una Alemania que ha desarrollado una nueva y devastadora estrategia militar: la guerra relámpago (Blitzkrieg). Las consecuencias, además de trágicas, son numerosas: los vencedores ocupan Bélgica, los Países Bajos, Luxemburgo y casi la mitad de Francia —París incluida—, mientras que Gran Bretaña se queda aislada y se convierte en un objetivo evidente para una invasión alemana. Además, en agosto habrá otro enfrentamiento: la batalla de Inglaterra. Finalmente, la desaparición de la democracia en Francia, en Bélgica y en los Países Bajos marca en inicio de los regímenes de colaboración, como el de Vichy —dirigido por el mariscal de Francia Philippe Pétain (1856-1951) —, así como el nacimiento de la Resistencia, que se organiza rápidamente en todos los países ocupados con el objetivo de combatir a la Alemania nazi.

Del Tratado de Versalles (1919) a los Acuerdos de Múnich (1938)

Las raíces de la batalla de Francia se remontan a la posguerra y, más en concreto, a 1919. El objetivo del Tratado de Versalles es reestablecer la paz y definir las sanciones contra Alemania, considerada responsable del primer conflicto mundial. Sin embargo, esta última lo considera una humillación, ya que marca el fin del Imperio alemán —que se convierte en la República de Weimar— y le arrebata su situación de predominancia en Europa central y occidental. En concreto, la atribución de la ciudad de Danzig a Polonia, que separa Prusia oriental del resto del territorio, supone un duro golpe para los nacionalistas alemanes. El 1 de septiembre de 1939, Alemania invade Polonia, marcando el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

La pérdida de poder de Alemania, golpeada también por la inflación de los años 1923-1924 y por la crisis económica de 1929, permite a Adolf Hitler acceder progresivamente al poder con un partido nacionalsocialista de extrema derecha (el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán o Partido Nazi). En 1933 es elegido canciller y, un año más tarde, presidente. Entonces comienza su política racista, antidemocrática y militarista. La estrategia de Adolf Hitler para el año 1939 es acabar con los acuerdos del Tratado de Versalles y vengarse de Francia, juzgada responsable de la derrota alemana. Para lograrlo, decide aliarse con la Italia fascista de Benito Mussolini (1883-1945) y firma con el Duce el Pacto de Acero.

¿Sabías que…?

El Pacto de Acero (22 de mayo de 1939) marca la unión militar entre Italia y Alemania. Esta alianza estratégica permite a la primera salir de su aislamiento político y a la segunda distanciar a Italia de Francia. Así, Adolf Hitler desea tener campo libre en Austria y evitar una posible guerra en dos frentes. Este acuerdo sella la unión de las fuerzas del Eje Roma-Berlín, decidida en secreto en 1936.

Además, la empresa de Hitler se ve facilitada por la debilidad de Francia y de Gran Bretaña, que quieren evitar a toda costa un nuevo conflicto europeo. Ambas potencias occidentales siguen sin ver la política racista, xenófoba y totalitaria del Tercer Reich y dejan al Führer deshacerse de aquellos a los que juzga inferiores y de sus adversarios políticos. Además, París y Londres no reaccionan ante la remilitarización de Renania (región situada al este del Rin), una cláusula de importancia capital del Tratado de Versalles en la medida en que garantiza la seguridad del país galo. Por último, permanecen inmóviles ante el rearme masivo de Alemania, que viola de nuevo los acuerdos del tratado. La debilidad de Francia y de Reino Unido también le permite al Tercer Reich concretar sus deseos expansionistas y, a partir del 7 de marzo de 1936, la Wehrmacht (el ejército alemán) ocupa Renania, una zona desmilitarizada desde la firma del Tratado de Versalles. Unos días más tarde, Adolf Hitler anexiona Austria a Alemania durante la Operación Anschluss. Pero la crisis checoslovaca de 1938 deja vislumbrar a Europa las ambiciones bélicas del régimen alemán, que desea anexionarse las regiones en las que viven los sudetes (los alemanes de Bohemia). Efectivamente, esta crisis podría afectar a todo el continente, especialmente porque Francia, vinculada a Praga por una alianza militar, comienza a movilizar a sus tropas. Para evitar la guerra, Adolf Hitler propone una mediación con el asesoramiento de Benito Mussolini.