• Quejarse

Sir Richard Francis Burton - Las montañas de la luna

Aquí puedes leer online Sir Richard Francis Burton - Las montañas de la luna texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 1856, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Sir Richard Francis Burton Las montañas de la luna

Las montañas de la luna: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Las montañas de la luna" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Sir Richard Francis Burton: otros libros del autor


¿Quién escribió Las montañas de la luna? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Las montañas de la luna — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Las montañas de la luna " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
De los grandes descubrimientos geográficos de la humnaidad cabría decir para - photo 1

De los grandes descubrimientos geográficos de la humnaidad —cabría decir, para hablar con propiedad, de los pueblos europeos—, el conocimiento de la ubicación exacta de las fuentes de donde mana el misterioso Nilo, uno de los ríos más largos y caudalosos de la Tierra, ha exitado desde muy antiguo la curiosidad e imaginación de hombres de ciencia, viajeros y geógrafos. Pero fue necesario esperar al siglo XIX para tener un conocimiento fiel y preciso del origen del Nilo.

En 1879, dos temerarios aventureros, militares geógrafos británicos, el capitán Richard Francis Burton y su asistente, el capitán Speke, obtuvieron licencia y recursos económicos de la omnipotente Real Sociedad Geográfica de Londres para emprender su acariciada aventura. la presente obra es un extracto de los numerosos diarios del capitán Burton sobre aquel viaje, y en ella nos describe, desde el punto de vista siempre sorprendido y curioso del viajero, las peripecias, las dificultades (fiebres, ataques indígenas, desiertos inagotables…), los diferentes paisajes de las selvas vírgenes, así como los ritos y costumbres de los pueblos africanos que iban encontrando en el largo y tortuoso itinerario de aquel viaje fauloso en busca de las fuentes del Nilo.

Sir Richard Francis Burton Las montañas de la luna En busca de las fuentes del - photo 2

Sir Richard Francis Burton

Las montañas de la luna

En busca de las fuentes del Nilo

ePub r1.0

chungalitos 10.07.14

Título original: The Great Lakes of East Africa

Sir Richard Francis Burton, 1856

Traducción: Pablo González

Retoque de cubierta: Piolin

Editor digital: chungalitos

ePub base r1.1

SIR RICHARD FRANCIS BURTON Torquay 1821 - Trieste 1890 Escritor - photo 3
SIR RICHARD FRANCIS BURTON Torquay 1821 - Trieste 1890 Escritor - photo 4

SIR RICHARD FRANCIS BURTON (Torquay 1821 - Trieste, 1890). Escritor, explorador, diplomático, traductor, y poeta inglés, Sir Richard F. Burton fue hombre de múltiples talentos, viajero incansable y erudito reconocido.

Su obra literaria más conocida es, sin duda, la traducción de Las mil y una noches y la aparición del Kama Sutra en el mundo anglosajón.

Formó parte de la Royal Geographical Society y viajó por toda África, Asia y América. También formó parte del cuerpo diplomático inglés en calidad de Cónsul en lugares tan dispares como Damasco o Trieste.

Además de sus traducciones, Burton publicó libros de viajes, cuentos fantásticos y recopilaciones de tradición exótica.

Notas

[1] Ocupa la totalidad del Cuerno de África, que se extiende desde el norte de Bab el Mandeb hasta varios grados al sur del cabo Guardafui. En aquella dirección está limitado por el territorio de los dankali y los galla itu, en ésta por la región Sawahil o el Mar Rojo en su frontera oriental, mientras que por el oeste se prolonga hasta escasas millas de Harar.

[2] En el año 1838, el teniente Carless reconocía el litoral del país somalí desde Ras Hafun hasta isla Quemada. Por desgracia, sus buenos oficiales cayeron en el olvido durante el ejercicio del sucesor de Sir Charles Malcolm. En este periodo se perdió en Ras Assayr la fragata Memnon, al mando del capitán Powell, pues la carta de navegación de Norie, un documento anticuado con errores de entre quince y veinte millas, era el único mapa de referencia que existía a bordo. Fue así como el gobierno indio, debido a las constantes dilaciones y los prejuicios de su superintendente de Marina, tuvo que hacer frente a unas pérdidas injustificables de por lo menos 50.000 libras.

[3] Entre los años 1836 y 1838, el teniente Cruttenden publicó descripciones de viajes a las que se aludirá en este mismo prefacio.

[4] Este «precipitado esbozo de los trabajos científicos de la Marina de la India» ha sido extraido de un folleto anónimo titulado, poco prometedoramente, «Aflicciones y actual condición de nuestros oficiales indios».

[5] En el año 1848, el fallecido Joseph Hume reclamó en la Cámara de los Comunes que se presentaran todos los estudios indios realizados durante los diez años anteriores. Quedó entonces patente que al menos una veintena habían sido interrumpidos de forma repentina por orden de Sir Robert Oliver.

[6] Este plan fue adoptado con éxito por Antonie y Arnauld d’Abbadie cuando viajaban por zonas peligrosas de Abisinia y los países adyacentes.

[7] En 1660 Vermuyden encontró oro en Gambia, siempre en alturas desoladas y cubiertas de tierra roja.

[8] Con frecuencia se ha reprochado a este autor en las críticas de los periódicos indios el hecho de aventurarse en tierras tan peligrosas con provisiones por valor de 1.500 libras. En el país somalí, al igual que en otros lugares del este de África, los viajeros deben llevar no solo los medios para adquirir distintos bienes, sino también artículos de primera necesidad. Como se desconoce el dinero, es imprescindible cargar mercancías tan voluminosas como telas de algodón, tabaco y cuentas para obtener carne y leche; y del mismo modo, aquél que quiere comer pan debe transportar grano en sus camellos. Por supuesto, los somalíes exageran en sus cálculos del coste de un viaje, si bien es cierto que cada jefe exige un obsequio, y cada pobre, como veremos en las siguientes páginas, espera ser alimentado.

[9] En el año 1825 el gobierno de Bombay recibió la noticia de que un bergantín de la isla Mauricio había sido capturado, saqueado y hundido cerca de Berbera, y de que los asaltantes somalíes habían dado muerte bárbaramente a parte de la tripulación. El balandro de guerra Elphinstone (al mando del capitán Greer) fue enviado para bloquear la costa; cuando sus cañones abrieron fuego, los nativos huyeron con sus mujeres e hijos, pudiéndose aún visitar el lugar donde una bala mató a un jinete cerca de la población. Merced a la intervención del hayi Sharmarkay se recuperó a los supervivientes, y los somalíes se comprometieron a abstenerse en el futuro de atacar a las naves inglesas y también a restituir mediante pagos anuales una suma equivalente a los bienes sustraídos. Para garantizar el cumplimiento de esta última condición se decidió que un buque de guerra permaneciera en la costa hasta la liquidación total de la deuda. Cuando se producían intentos de evasión, se detenía el tráfico, enviándose a todas las embarcaciones a alta mar y prohibiéndose cualquier intercambio con el litoral. El Coote (al mando del capitán Pepper), el Palinurus y el Tigris se alternaron en la guardia con el Elphinstone, manteniendo la zona bloqueada hasta 1833. Se recuperaron unas 6.000 libras, y los somalíes quedaron impresionados por nuestra férrea voluntad y también por los medios de que disponíamos para atajar su propensión al pillaje.

[10] El autor recomendó que estos hombres fueran ahorcados en el mismo lugar donde se había cometido el ultraje, que sus cuerpos fueran quemados y sus cenizas arrojadas al mar, de tal modo que tan terribles asesinos no se convirtieran en mártires. Esta precaución debería adoptarse siempre que un musulmán mata a un infiel.

[11] No ha podido aclararse el motivo de esta objeción. Un pueblo salvaje no queda adecuadamente castigado mediante unas pocas muertes, siendo la penalización económica el mejor método para producir una impresión duradera en sus mentes y corazones. Además de ser una costumbre tanto en India como en Oriente, constituye el único método de salvaguardar las propiedades de los viajeros.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Las montañas de la luna»

Mira libros similares a Las montañas de la luna. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Las montañas de la luna»

Discusión, reseñas del libro Las montañas de la luna y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.