Laura Manzanera López - Mujeres espías

Movidas por patriotismo, idealismo, ansia de aventura, amor o venganza, por las páginas de este libro desfilan mujeres de diversas épocas y nacionalidades, ideologías e inquietudes, unidas por el hecho de ser espías en femenino.

Inteligentes y osadas, a menudo silenciadas o idealizadas por la literatura y el cine, han sido protagonistas de episodios cruciales de la historia: Virginia de Castiglione yació en el lecho de Napoleón III por la independencia de Italia; Belle Boyd atravesó el fuego cruzado para entregar un mensaje al general Jackson; Josephine Baker viajó por toda Europa con mensajes ocultos en las partituras de su espectáculo. Mujeres espías es un trepidante recorrido por las andanzas de las mejores espías de la historia.

Laura Manzanera López

Intrigas y sabotajes tras las líneas enemigas

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Titivillus 05.03.18

Laura Manzanera López, 2008

Editor digital: Titivillus

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A todas las mujeres que saben guardar un secreto.

LAURA MANZANERA nació en Barcelona en 1966. Estudió Ciencias de la Información en la Universidad Autónoma de Barcelona. Desde hace 25 años trabaja como periodista. Especializada en la divulgación de temas históricos, ha colaborado en varias publicaciones, entre las cuales cabe destacar Clío, Rutas del mundo, CuerpoMente, Muy Historia y National Geographic.

[1] Empeñado en casarse con Ana Bolena y de que el Papa se negase a anular su matrimonio con Catalina de Aragón, que no le había dado ningún hijo varón, en 1533 Enrique VIII se divorció de Catalina creando una ley parlamentaria especial, lo que supuso la ruptura con la Iglesia católica y el inicio de la Iglesia anglicana.

[2] Tras invadir Holanda en 1672, Francia hubo de enfrentarse a una cuádruple alianza compuesta por Brandeburgo, el Sacro Imperio Romano Germánico, España y las Provincias Unidas. La guerra finalizó con la Paz de Nimega, tratado que se firmó en 1679 y que daría el control a Francia sobre el Franco Condado, en detrimento de España.

[3] María I fue coronada a los siete días de edad. Aunque era católica, intentó gobernar un país mayoritariamente protestante, pero las intrigas de la corte la obligaron a huir a Inglaterra. Tomó parte en conspiraciones para destronar a su prima, Isabel I, y fue decapitada en 1587.

[4] Entre 1757 y 1775, Benjamin Franklin realizó varios viajes a Londres con la intención de abogar por los intereses de Pensilvania. Participó de forma muy activa en el proceso de independencia de las colonias, colaboró en la redacción de la Declaración de Independencia y buscó en Francia apoyo para continuar la campaña contra las tropas británicas. Terminada la guerra, participó en las conversaciones de paz y contribuyó a la redacción de la Constitución.

[5] Conocido como «Pitt el Viejo» para distinguirlo de su hijo («el Joven»), William Pitt fue primer ministro durante el reinado de Jorge II, pero cuando el nieto de este, Jorge III, llegó al trono, le obligó a dimitir. Desde la oposición, criticó el Tratado de París y adoptó una actitud favorable a las colonias norteamericanas. En 1766 el rey volvió a reclamarlo, pero ya estaba enfermo y no pudo imponer sus criterios.

[6] Carlota de Mecklenburg-Strelitz, conocida como «Reina Carlota», se convirtió en reina consorte de Inglaterra tras su boda con Jorge III, en 1760.

[7] El 16 de diciembre de 1773, un grupo de patriotas disfrazados de indios mohawk tiraron por la borda el cargamento de té de tres buques británicos anclados en el puerto de Boston como protesta contra un derecho de aduana impuesto por Gran Bretaña. En represalia ante esta primera insurrección, conocida como la Boston Tea Party (Fiesta del Té de Boston), la corona aprobó las llamadas Intolerable Acts (Leyes Intolerables), que restringieron la autonomía del gobierno colonial de Massachusetts.

[8] En 1774, como consecuencia de la represión derivada de la Boston Tea Party, representantes de las colonias se reunieron en Filadelfia en el Primer Congreso Continental, e instaron a desobedecer las leyes y boicotear el comercio británico, iniciándose la formación de milicias.

[9] Los «rebeldes», defensores de la independencia, eran también llamados patriotas, hombres del Congreso, whigs o, simplemente, norteamericanos. Por el contrario, quienes apoyaban a la corona británica eran denominados conservadores, legitimistas, hombres del rey o tories.

[10] El 4 de julio de 1776, la Declaración de Independencia, redactada por Thomas Jefferson, fue ratificada en Filadelfia. Con ella, las Trece Colonias británicas en Norteamérica declaraban su independencia del reino de Gran Bretaña.

[11] El llamado Gran Fuego de Nueva York se inició en la calle Whitehall, en el centro de la urbe. Los fuertes vientos hicieron que se viesen afectados casi un tercio de los edificios de la ciudad.

[12] El estrecho conocido como Long Island Sound separa la isla de Long Island de Connecticut, al norte.

[13] La guerra de los Siete Años (1756-1763) se libró entre Gran Bretaña y Francia por el dominio de los mares, las colonias norteamericanas no españolas y la India. A su fin, Gran Bretaña había adquirido la hegemonía sobre dichos territorios.

[14] Setauket, localidad del condado de Suffolk, está situada en la orilla norte de Long Island.

[15] Tras la decisiva victoria norteamericana en la batalla de Saratoga (octubre de 1777), Francia, junto con España y los Países Bajos como aliados, entró en guerra contra Gran Bretaña. Una victoria naval francesa en la bahía de Chesapeake permitió a Washington atrapar al ejército británico en Yorktown. Su rendición señaló el final de la guerra terrestre.

[16] Nathanael Greene fue un destacado general del Ejército Continental. Cuando la guerra comenzó, formó una milicia privada, pero pronto se ganaría una gran reputación como uno de los más hábiles y efectivos oficiales de George Washington.

[17] Thomas Sumter, propietario de una próspera plantación, gracias a su riqueza y al respeto que le tenía su comunidad, fue capaz de organizar una milicia local, y en 1776 fue nombrado teniente coronel. Participó en varias batallas en los primeros meses de la guerra.

[18] Francis Rawdon-Hastings, marqués de Hastings, se dedicó a la política antes de unirse al ejército británico en 1771. Entre otras batallas, sirvió en las de Bunker Hill, White Plains y Camden, así como en el asedio de Charleston.

[19] Ignacio López Rayón lideró el movimiento independentista a la muerte de Miguel Hidalgo. Formó parte del Congreso Constituyente que encabezaba José María Morelos, y publicó los decretos que suprimían la esclavitud y los impuestos.

[20]El Ilustrador Nacional desempeñó un importante papel a la hora de mantener encendida la chispa libertaria. Iniciado en abril de 1812, solo vieron la luz unos pocos números. Su artífice fue José María Cos, que lo elaboraba con una sencilla imprenta con caracteres de madera y empleando añil en lugar de tinta. Por eso «Los Guadalupes» le hicieron llegar tipos de metal, tinta y dos asistentes.