• Quejarse

Isaac Peral y Caballero - Manifiesto de Isaac Peral al público

Aquí puedes leer online Isaac Peral y Caballero - Manifiesto de Isaac Peral al público texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 1891, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Isaac Peral y Caballero Manifiesto de Isaac Peral al público

Manifiesto de Isaac Peral al público: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Manifiesto de Isaac Peral al público" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Isaac Peral y Caballero: otros libros del autor


¿Quién escribió Manifiesto de Isaac Peral al público? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Manifiesto de Isaac Peral al público — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Manifiesto de Isaac Peral al público " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
En 1891 Isaac Peral renunció a su condición de militar y pagó de su bolsillo la - photo 1

En 1891 Isaac Peral renunció a su condición de militar y pagó de su bolsillo la publicación en el periódico El Matute de un manifiesto en donde el inventor trataba de lavar su reputación, se defendía de las acusaciones vertidas contra él por las autoridades de Marina y explicaba a los españoles su versión de las vicisitudes y problemas que habían tenido lugar durante la construcción y pruebas de su submarino. Fue, en sus propias palabras: «sacrificar mi carrera para poderos decir lo que os he dicho».

Isaac Peral y Caballero Manifiesto de Isaac Peral al público ePub r10 - photo 2

Isaac Peral y Caballero

Manifiesto de Isaac Peral al público

ePub r1.0

Titivillus 03.09.17

Título original: Manifiesto de Isaac Peral

Isaac Peral y Caballero, 1891

Retoque de cubierta: Himali

Editor digital: Titivillus

ePub base r1.2

ISAAC PERAL Y CABALLERO Científico y marino español inventor del primer - photo 3

ISAAC PERAL Y CABALLERO Científico y marino español inventor del primer - photo 4

ISAAC PERAL Y CABALLERO. Científico y marino español, inventor del primer submarino torpedero de autopropulsión eléctrica, denominado actualmente, en su honor: «submarino Peral». Nació en 1851 en Cartagena (España), ciudad en la que pasó su infancia y que determinó, junto con la influencia de un linaje de marinos, su interés por el mar. Sin embargo, un cambio de destino de su padre en 1959 llevó a la familia a instalarse en San Fernando (Cádiz), donde acabaría pasando la mayor parte de sus días.

Su vida estuvo marcada por el éxito. Como marino, la valentía con la que defendió a España le valió numerosas condecoraciones como la Cruz Roja del Mérito Naval; y como científico, se ganó un merecido lugar en la historia con la invención del submarino Peral (entre otros inventos) y la elaboración de extraordinarios análisis como el «Tratado teórico-práctico sobre los huracanes», por el cuál le concedieron la Cruz de la Orden del Mérito Naval, esta vez por su talento científico.

Los últimos años de su vida trabajó como empresario e inventor patentando diversos artilugios eléctricos (la mayoría relacionados con el alumbrado público) hasta que finalmente falleciera a raíz de una larga enfermedad el 22 de mayo de 1895.

Notas La Gaceta de Madrid fue una publicación periódica oficial del Estado - photo 5

Notas

[*] La Gaceta de Madrid, fue una publicación periódica oficial del Estado editada en Madrid desde 1697 hasta 1936. Sería sustituida en la práctica por el denominado Boletín Oficial del Estado (BOE). (N. del E. digital)

[1] Esta circunstancia que expresa lo subrayado, la suprimió el Consejo de la Marina, al copiar en su dictamen este párrafo de la Junta técnica; no sé si lo habrá hecho para dar una prueba más de su imparcialidad.

[2] Recuerde el público que la prueba de que nos ocupamos se efectuó el 7 de junio.

[3] Conste, señores del Consejo, que después de estas dos salidas y antes del 7 de Junio salió el «Penal» otras tres veces y se demostró que gobernaba bien y los señores del Consejo se lo callan, con lo que prueban una vez, más su imparcialidad.

[4] La necesidad de defenderme de injustificados ataques, me obliga a publicar esta carta sin autorización del autor.

ISAAC PERAL AL PÚBLICO

Tranquilo de conciencia y sereno de espíritu, tomo la pluma para responder a un interrogatorio que mis compatriotas me dirigen desde hace muchos meses sobre las vicisitudes del barco submarino que lleva mi nombre. ¿Qué dice Peral? ¿Por qué no habla Peral? ¿Son tan abrumadores los cargos formulados contra Peral en la Gaceta de Madrid, que no le permitan rehacerse y deshacer con razones propias las supuestas razones de sus adversarios?

Peral no hablaba porque pertenecía al Ejército, y los que pertenecen al Ejército no pueden hablar sin licencia de sus jefes, ni discutir los actos de sus superiores, ni menos contender con ellos en una ardiente polémica como la que exigen la historia y vicisitudes del submarino. Necesitaba despojarse de su uniforme militar para ascender, de humilde subalterno de la Armada, a la altura de sus generales, ante quienes es preciso hablar con la mano en la gorra, actitud poco conveniente para el que necesita rebatir datos falsos, juicios erróneos e infundadas acusaciones.

Acusaciones, sí, y de las más terribles.

La Gaceta ha dicho que me he llamado inventor sin inventar nada; que he burlado al país ofreciéndole lo que no podía darle; que he casi malversado los fondos públicos en la construcción de una especie de juguete; que mi vanidad y altanería contrastan con la pequeñez de los medios de que dispongo; ha dicho, en fin, lo que todos han leído con extrañeza, y lo que yo he devorado con amargura en mi forzoso silencio.

Hoy hablo, pues, y hablo con pena; porque desearía que lo que va a leerse no hubiera sido necesario escribirlo, que nada va ganando la patria en ello; hablo además con el dolor profundo de mi alma, al ver trocarse sobre mi pecho la levita azul del marino, por la levita negra del ciudadano.

I

Resuelto desde el año de 1885 a llevar adelante la empresa de hacer práctica la navegación submarina en sus aplicaciones militares, por creerla entonces, como sigo creyéndola hoy, de resultados altamente beneficiosos para la seguridad e integridad de nuestra España, ofrecí al Gobierno mis ideas sobre el asunto, sin que me guiase otro móvil, ni haya abrigado nunca otra ambición que la de contribuir al engrandecimiento de mi patria y conquistarme su honroso afecto.

Acogido en un principio mi pensamiento con verdadero entusiasmo por el que entonces era ministro de Marina el Excmo. Sr. vicealmirante Pezuela, hubiera encontrado, a no dudarlo, en este dignísimo y respetable General todo el apoyo que el caso requería; pero su breve permanencia en el poder me privó pronto de su decidida protección e inteligente ayuda. Apoyado después con eficacia discutible por los Generales que desde entonces se han sucedido en el Ministerio de Marina, no sin sostener laboriosas luchas burocráticas y aun apelando a altísimas influencias, en vista de que se pasaban años enteros sin adelantar paso y perdíamos lamentablemente el tiempo en hacer con míseros recursos, pruebas parciales innecesarias, he llegado después de una accidentada historia de cinco años, que no pretendo detallar aquí, a encontrarme privado del apoyo que necesitaba para proseguir mi obra, precisamente en los momentos en que la nación iba a recoger el fruto de mis afanes y de sus dispendios.

Ahora bien, yo me propongo evidenciar en este escrito que semejante determinación no está en modo alguno justificada, sino que el Consejo Superior de la Marina, y el ministro de Marina, y los asesores extraordinarios con que el ministro quiso robustecer ese Consejo, han cometido todos errores muy graves arrastrando al Gobierno a sancionar una determinación injusta y arbitraria, y como al adoptar estas determinaciones que toda España conoce, se han causado, en mi opinión, graves perjuicios morales y materiales al país, se han desconocido con fundamentos especiosos derechos míos personales que están amparados por las leyes vigentes, se han cometido verdaderas inconveniencias lamentables y ya irremediables y se me han inferido, pública y oficialmente, agravios, que no creo haber merecido como premio a mis modestos pero leales servicios; agravios que, por otra parte, yo hubiera sabido soportar, como he soportado otros muchos en interés de la patria; pero como he tenido la desgracia de que estos agravios, unos han precedido y otros han coincidido con el abandono de mis planes ejecutados por el más alto poder del Estado, cual es el Gobierno de S. M., no me queda otro recurso que apelar a la conciencia pública, con el doble objeto de que ésta pueda apreciar de parte de quién está la razón, y de advertir a la nación la trascendencia que tendrá forzosamente la ligereza con que se ha procedido en este asunto, sin que esté en mi mano remediarlo, puesto que, desconociéndose hasta los derechos de propiedad que yo hubiera podido asegurar, y que no porque yo no haya querido hacerlos efectivos cediéndolos en beneficio del país, debieron ser menos respetados, se me priva de los medios de realizar mis ideas por no quererme someter al camino que se me trazaba, completamente absurdo, como probaré.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Manifiesto de Isaac Peral al público»

Mira libros similares a Manifiesto de Isaac Peral al público. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Isaac Asimov - Memorias
Memorias
Isaac Asimov
Isaac Asimov - Los egipcios
Los egipcios
Isaac Asimov
Isaac Asimov - Fronteras
Fronteras
Isaac Asimov
Isaac Asimov - Fronteras II
Fronteras II
Isaac Asimov
Isaac Asimov - Fotosíntesis
Fotosíntesis
Isaac Asimov
Isaac Asimov - Constantinopla
Constantinopla
Isaac Asimov
Javier Sanmateo Isaac Peral - El submarino Peral. La gran conjura
El submarino Peral. La gran conjura
Javier Sanmateo Isaac Peral
Pierre Mettra - Isaac Newton
Isaac Newton
Pierre Mettra
Agustín Ramón Rodríguez González - Isaac Peral. Historia de una frustración
Isaac Peral. Historia de una frustración
Agustín Ramón Rodríguez González
Reseñas sobre «Manifiesto de Isaac Peral al público»

Discusión, reseñas del libro Manifiesto de Isaac Peral al público y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.