• Quejarse

Fabra - Ocultos (Spanish Edition)

Aquí puedes leer online Fabra - Ocultos (Spanish Edition) texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2012, Editor: Penguin Random House Grupo Editorial España, Género: Niños. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Fabra Ocultos (Spanish Edition)
  • Libro:
    Ocultos (Spanish Edition)
  • Autor:
  • Editor:
    Penguin Random House Grupo Editorial España
  • Genre:
  • Año:
    2012
  • Índice:
    4 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 80
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Ocultos (Spanish Edition): resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Ocultos (Spanish Edition)" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Fabra: otros libros del autor


¿Quién escribió Ocultos (Spanish Edition)? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Ocultos (Spanish Edition) — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Ocultos (Spanish Edition) " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Índice LOS PRÓLOGOS PRÓLOGO 1 MÓDENA ITALIA 1 DE NOVIEMBRE DE 1751 - photo 1

Índice LOS PRÓLOGOS PRÓLOGO 1 MÓDENA ITALIA 1 DE NOVIEMBRE DE 1751 - photo 2

Índice
LOS PRÓLOGOS
PRÓLOGO 1
MÓDENA, ITALIA, 1 DE NOVIEMBRE DE 1751,
MEDIANOCHE

Y al sonar la primera de las doce campanadas en el reloj de la torre, inició su letanía.

—¡Booz! ¡Adonai! ¡Lux Tenebrol…! ¡Belia!

Se detuvo un instante y su alma se llenó de ansiedad, lo mismo que su mente se inundó de luz.

Una luz oscura.

Como el entorno preparado tan pacientemente en la habitación.

Los lienzos negros cubriéndola por entero, sin dejar el menor resquicio. Techo, paredes, suelo. La mesa de tres pies y, sobre ella, los dos cirios con la llama titilando en la oscuridad. El cráneo humano de sepulcral aspecto, con su eterna risa congelada.

El muchacho, completamente desnudo, con la mano izquierda sobre la calavera y el tridente en la derecha, tenía la cabeza alzada, tal y como exigía el libro.

La hora de la verdad.

—Rey de los infiernos —habló despacio, sintiendo cada palabra memorizada desde hacía tanto tiempo—, poderoso señor a quien el mundo rinde culto en secreto; tú que dominas desde los antros tenebrosos del infierno hasta la superficie de la tierra y sobre las aguas del mar; espíritu infernal que todo lo puede, yo te adoro, te invoco, te requiero y exijo, después de entregarte mi alma para que de ella dispongas, que abandones las regiones infernales y te presentes aquí dispuesto a concederme lo que te pido de todo corazón y con el alma condenada te entrego mis tesoros, mi dicha entera si accedes a mis ruegos. Ven a mí, Rey y Señor, soy tu siervo, ninguna imagen ni objeto religioso hay en mi casa, preséntate sin temor de ser desobedecido; llega… desciende… penetra… sube… Luzbel… Satanás… Vea tu sombra majestuosa a este tu esclavo. Maldito, maldito sea el día en que sobre mi cabeza derramaron agua. Satán, Satán, soy tuyo…

Quedaba la última parte del ritual.

Un último paso.

El muchacho creyó que el corazón iba a salírsele del pecho.

Movió la mano y el tridente dibujó un triángulo en el aire.

Entonces… apareció.

Allí estaba.

Justo en el centro del triángulo, flotando en el aire sobre un foco luminoso que lo envolvía de manera espectral.

—Satán… —gimió.

Tardó un segundo de más en arrojarse al suelo, boca abajo, temblando. Un segundo que se le hizo eterno mientras la contemplación de aquella figura imposible de describir le atravesaba la mente. Había seguido el ritual, eran el día y la hora. Y, sin embargo…

Sintió cómo la sombra diabólica le cubría.

Todo aquel frío…

La Invocación decía que en ese instante debía pedir en voz alta lo que desease y le sería concedido. Pero le advertía. Le advertía seriamente.

Prudencia y valor.

Si oía un ruido, no podía amedrentarse. Si el Señor de los Infiernos le hablaba, no debía responderle en voz alta, sino hacerlo mentalmente.

Y, sobre todo, sobre todo, sobre todo, no tenía que mirar el foco de luz.

La luz…

—¿Qué deseas, hijo mío?

Le habló. Quizá porque tardaba demasiado en formular su deseo.

Su voz era dulce y al mismo tiempo densa, tan gélida como cálida, tan penetrante como envolvente.

La voz del Averno.

—Ya conoces mis anhelos… —musitó asustado.

—Quiero escucharlos —dijo el Diablo—. Pídemelo.

Se resistió.

No quería levantar la cabeza. No quería mirar la luz. No quería romper las leyes de la Invocación.

Pero no pudo evitarlo.

Aquella luz…

El muchacho se traicionó.

Sus ojos le buscaron.

—Quiero ser… —comenzó a decir.

Y, al pronunciar la palabra, la luz penetró en él.

Fría, mortal, viva, turbulenta, estremecedora…

Como si un millar de vidas pasaran a través de él en apenas un instante.

PRÓLOGO 2
ALCALÁ DE HENARES, ESPAÑA, 14 DE ABRIL DE 1875

La tiendecita era mísera, se intuía más que se veía al final del callejón, bajo el rótulo de madera apenas perfilado que señalizaba su emplazamiento. A ambos lados, las casas mostraban su particular deterioro. Ropas tendidas en las ventanas, suciedad acumulada en las puertas, mujeres atendiendo sus labores, niños jugando ajenos a su realidad.

Ningún hombre.

Tan extraño…

El muchacho pasó por entre todo ello con la vista fija en el suelo. Llevaba chambergo y el cuello del gabán alzado. Su imagen parecía una sombra. Los niños dejaron de jugar. Se arropó en el silencio. Una mujer buscó sus ojos y cuando los encontró tuvo un estremecimiento. Eran claros, diáfanos, tan transparentes que semejaban dos lagos sin fondo. Se apartó de inmediato y el aparecido alcanzó la puerta de la tienda, con el escaparate lleno de libros.

Libros viejos.

Antiguos.

Tan viejos y antiguos como el librero, que levantó la cabeza al oír la campanilla de la puerta que alteraba su quietud.

No dijo nada. Esperó a que su cliente llegase hasta él.

Entonces, los dos se miraron.

El librero era un hombre arrugado como una pasa, de escaso cabello, largo e hirsuto por la nuca y los lados, casi inexistente en la parte superior. Ojos pequeños, boca delgada, nariz afilada y quijada pronunciada, esquelético. Vestía una añeja levita y un corbatín deslucido. Sus manos eran sarmientos.

El aparecido se quitó el sombrero.

Abrió su gabán.

—Buenas tardes —pronunció las dos palabras con voz suave.

El librero no respondió a su saludo.

Aquellos ojos transparentes eran…

—Sígueme —reaccionó después de tres largos segundos. Hizo ademán de encaminarse a una puertecita situada a su espalda.

El muchacho lo impidió.

—No —dijo—. Tráigalo aquí.

—¿Por qué? —se extrañó el hombre.

—No me fío de los lugares oscuros, y menos de los que no conozco.

—No es más que un libro, y esto, una vieja librería.

—Claro.

El librero frunció el entrecejo.

—¿Has traído el dinero?

—Sí.

—¿Puedo verlo?

Se lo mostró. Introdujo una mano en el bolsillo del gabán y cuando la retiró sus dedos sostenían la bolsa, dura, consistente y pesada, repleta de monedas. Los ojos del hombre se crisparon.

—Todas de oro.

—Todas.

—Bien. —Le dejó ver una doble fila de dientes con bastantes ausencias.

—¿Cómo sé que es el libro? —El muchacho se guardó de nuevo la bolsa.

—Tú mismo lo verás. —El librero se enfrentó a sus ojos líquidos—. Es perfecto. Un ejemplar único y prodigioso. Aterra incluso verlo. Aún más tocarlo. Es tan viejo que parece que sus páginas vayan a desvanecerse con solo acariciarlas, o sus letras borrarse con solo leerlas. Creo que vale más, mucho más de lo que acordamos.

—También traigo más de lo que acordamos —suspiró el visitante—. Acabemos con esto de una vez, ¿quiere? Vaya a por él.

—No pareces muy feliz.

—Lo estoy. Es el fin de un largo camino.

Otros dos, tres segundos de calma tensa.

La última mirada.

El librero dio media vuelta y desapareció de su vista.

El muchacho cerró los ojos.

El fin de un largo camino.

La esperanza.

Se apoyó sobre los libros de una mesa. Sus cubiertas eran de tela, mullidas, así que sus nudillos se hundieron uno o dos milímetros al descargar todo su peso en ellos. El silencio era tan absoluto que pudo oír con mayor nitidez los latidos de su corazón.

La maldita y monótona música de su alma.

También oyó el ruido, sordo, opaco, proveniente de la trastienda o lo que fuera que hubiera al otro lado de la puerta por la que acababa de desaparecer el librero.

Tensó los músculos.

Había muchas clases de ruidos, y el de un cuerpo cayendo al suelo nunca se olvidaba, tanto en la guerra como en la paz. Sonaba igual que un saco de patatas arrojado desde las alturas.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Ocultos (Spanish Edition)»

Mira libros similares a Ocultos (Spanish Edition). Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Ocultos (Spanish Edition)»

Discusión, reseñas del libro Ocultos (Spanish Edition) y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.