ILUSTRACIONES
INOLVIDABLES
HISTORIAS, CUENTOS Y ANÉCDOTAS PARA AQUELLOS QUE HABLAN EN PÚBLICO
WAYNE RICE
CONTENIDO
Greg Miller
Tractor de Competición
Chuck Workman
El Buque de Guerra y el Faro
Cuidado con Curare
Grandes Aventuras
El Fuego de Aníbal
R. Davidson (Dave) Guild
Comprados Para Ser libres
Toby Wilson
Esquimales Cazalobos
¿Cuándo Muero Yo?
Paul Warton
Formación en V
Afila Tu Hacha
Scott Hamilton
Regresando a Casa
Skip Seibel
No Tiene Mucho de Hombre
Determinación Intransigente
Jeff Mugford
¿Qué Vida?
Doug Roller
Una Noche en la Casa
Encantada
Chap Clark
El Revuelto de Brandon
Excusas, Excusas
Rodolfo y Olivia
Rick Bundschuh
La Gran Roca
Canicas Mortales
Francia, 1943
El Bote Salvavidas
Tony Campolo
El Payaso del Circo
La Refinería de Petróleo
Teddy y la Señorita Thompson
Len Kageler
La Gracia Computadorizada
El Dependiente de la Tienda de
Comestibles
Les Christie
Alejandro Magno
La Picadura de Abeja
La Sangre de un Vencedor
El Barco en el Escaparate
La Botella
El Ataúd
La Polilla Emperatriz
Termina la Carrera
Los Magníficos Wallendas
La Reclamación de Seguro
El Rompecabezas
El Espejo
Eliminado en el Plato
El Cuadro de la Última Cena
Pepe Rodríguez
El Príncipe de Granada
La Reina de Inglaterra
La Mujer de Sociedad
Telémaco Va a Roma
Termómetros y Termostatos
Demasiados Maquinistas
Mark Jevert
Obediencia Imponente
Los Hombres Ciegos y el
Elefante
Afrontar las Consecuencias
Proclamando la Palabra
El Candidato
Ray Johnston
Una Respuesta a la Oración
Sparky, el Perdedor
Ya Te Avisaremos
Dewey Bertolini
La Bella y la Bestia
Jesús y el Equipo de Fútbol
Jim Burns
Nacidos para Volar
El Mejor Bateador del Mundo
El Cuadro de la Última Cena
La Tentativa de Suicidio
El profeta Natán era el orador invitado. El rey David era la audiencia. Natán tenía un mensaje del Señor para David, y siendo el gran comunicador que era, él comenzó con una historia:
Dos hombres vivían en un pueblo. El uno era rico, y el otro pobre. El rico tenía muchísimas ovejas y vacas; en cambio, el pobre no tenía más que una sola ovejita que él mismo había comprado y criado. La ovejita creció con él y con sus hijos: comía de su plato, bebía de su vaso y dormía en su regazo. Era para ese hombre como su propia hija. Pero sucedió que un viajero llegó de visita a casa del hombre rico, y como éste no quería matar ninguna de sus propias ovejas o vacas para darle de comer al huésped, le quitó al hombre pobre su única ovejita. (2 Samuel 12:1-4)
La historia, por supuesto, captó toda la atención del rey David. Él se la tomó en serio y respondió con desgarradora emoción: «¡Tan cierto como que el Señor vive, que quien hizo esto merece la muerte!». Acierto absoluto. Natán no necesitó añadir mucho más a su mensaje. Todo lo que tuvo que hacer fue aplicar la historia a su audiencia: «¡Tú eres ese hombre!».
Natán sabe lo que cada buen orador y maestro sabía: una imagen vale más que mil palabras. Una ilustración cautivadora elegida cuidadosamente y utilizada hábilmente comunica más, es recordada por más tiempo, y tiene más impacto que mil palabras que aunque sean verdaderas e importantes, en realidad son abstractas y no comunican la historia.
Jesús también conocía el valor de una historia. Él hablaba en parábolas. De hecho, en Mateo 13:34 Jesús nunca habló sin utilizar una parábola. Él rociaba constantemente sus mensajes con historias e ilustraciones para hacer comprender a sus oyentes lo que quería decir. Jesús sacaba sus ilustraciones de la vida cotidiana del Medio Oriente, y con ellas describía a granjeros y a sus familias, a ovejas y cabras, a granjas y trigales. La gente estaba maravillada con su enseñanza. Lamentablemente, la palabra «sorprendente» no es la palabra comúnmente utilizada por los adolescentes para describir a oradores y a maestros de la iglesia actual. La palabra «aburrido» parece estar más de moda. Sin embargo, algunos oradores populares sí saben cómo comunicarse bien con los jóvenes, e invariablemente utilizan historias e ilustraciones de una manera eficaz en sus discursos.
Ilustraciones Inolvidables es una selección de historias que han sido eficazmente utilizadas en discursos a jóvenes por oradores populares. Yo mismo también he utilizado muchas de ellas. Todas estas historias pueden ser utilizadas con niños si son debidamente seleccionadas y comunicadas con convicción y propósito.
La tarea de seleccionar y utilizar las ilustraciones es algo subjetivo y personal; lo que puede servirte
Esto no es una colección exhaustiva de ilustraciones para discursos de jóvenes. Los libros que afirman ser exhaustivos son por lo general tan grandes que son difíciles de utilizar. Uno de los libros en mi estante contiene alrededor de ocho mil ilustraciones. Pero sinceramente, me cuesta trabajo encontrar una buena ilustración en ese libro cuando la necesito. Mi meta con este libro es ofrecer calidad en vez de cantidad.
a ti, puede que no me sirva a mí (y viceversa). Aun así, este libro te ofrece una colección de ilustraciones que te recomiendo sin reservas. Mucho tiene que ver con la calidad de las personas que han colaborado con la producción de este libro (sus nombres figuran en las página 5). Las buenas ilustraciones son extremadamente valiosas y difíciles de encontrar. Muchos oradores prefieren reservárselas para sí mismos. Es por esto que estoy agradecido con los que voluntariamente han colaborado compartiendo algunas de sus mejores ilustraciones con nosotros.
CÓMO SELECCIONAR Y UTILIZAR
ESTAS ILUSTRACIONES
Intenta apuntar a tu objetivo
Lo más importante que hay que recordar al utilizar las ilustraciones de este libro es que son solamente ilustraciones y no el mensaje que ha de comunicarse. En otras palabras, no elabores tu discurso en base a estas u otras ilustraciones. Comienza con el mensaje (la verdad) que deseas comunicar, y posteriormente busca o crea la ilustración que apoya a ese mensaje.
Un niño recibió un arco y flechas de su padre e inmediatamente salió afuera para utilizarlo. Unos minutos más tarde, su padre salió y vio que el niño había disparado sus flechas a varios objetivos colocados en el perfil de la valla. Cuál fue su sorpresa al ver que cada flecha había dando en el blanco. El padre estaba impresionado y le dijo a su hijo: «¡No sabía que eras tan buen franco tirador!». El niño respondió: «Sí claro, fue fácil. Primero disparé las flechas y después coloqué los objetivos alrededor de las mismas».
Cuando uno utiliza ilustraciones simplemente porque son buenas ilustraciones, lo que hace es colocar objetivos alrededor de sus flechas. Comienza a planificar tu discurso decidiendo cuál es el mensaje (objetivo). Mejora el discurso con una ilustración solamente si logra comunicar el mensaje de una manera más eficaz. Ten en cuenta que se necesitan diferentes flechas para dar a los diferentes objetivos. De la misma forma, sé selectivo para llenar tu aljaba con ilustraciones.
Con cada ilustración en este libro, he sugerido uno o dos puntos que pueden ser apoyados por la ilustración. Cada ilustración tiene múltiples aplicaciones. En la página 138 figura una lista general de temas que te ayudará a seleccionar las ilustraciones con mayor facilidad.