Romper con la adicción
U N MANUAL DE 7 PASOS PARA ACABAR CON CUALQUIER ADICCIÓN
LANCE DODES
Para Connie
Índice
Era la una en punto y Ron Golding volvió a su escritorio de almorzar, donde encontró un sobre de color manila encima de un montón de papeles en los que había estado trabajando. Miró el remitente. Era de contabilidad. «¿El e-mail no les parece suficiente?», pensó molesto mientras abría el sobre. En su interior, había un grueso montón de formularios grapados con una tapa. Echó un vistazo a los impresos y comprobó que estaban llenos de preguntas y casillas que había que marcar. Los dejó caer sobre el escritorio y leyó la nota de la portada.
«Querido Ron —empezaba—. Necesitamos estos papeles completados, devueltos y firmados a las 5 de la tarde. Es para el informe trimestral y el departamento legal lo tiene que tener hoy. ¡Lo siento! Beth.» Entonces, dejó caer la carta y volvió a coger la pila de impresos de nuevo, se quedó mirándolos y finalmente se sentó.
Mientras pasaba las páginas de los formularios, meneó la cabeza.
«Maldita sea», pensó.
—Oye, Joey —dijo en voz alta. Joey estaba en su propia mesa, a unos 3 metros.
—¿Sí?
—¿Has recibido este montón de cuestionarios de mierda que rellenar de contabilidad?
Joey señaló su propio escritorio.
—Sí, aquí lo tengo.
—Bueno, pues yo no puedo hacerlo —dijo Ron—. Tengo demasiadas cosas que hacer.
—Sé a qué te refieres.
—No —dijo Ron—, no lo comprendes. De verdad, no puedo hacerlo. Tengo a Larry encima para que le entregue un borrador de un informe mañana por la mañana.
Volvió a pasar las páginas de impresos.
—Aquí, al menos, hay una hora de trabajo. ¡Y mira! ¡Es una idiotez! —Sacudió la cabeza—. Es una maldita pérdida de tiempo. De mi tiempo, del tuyo y del de todo el mundo.
—Sí, tienes razón —dijo Joey, pero se dio media vuelta hacia su ordenador y parecía haber dado por terminada la conversación.
Ron se pasó la mano por el pelo y entonces cogió el teléfono
—Ginny —dijo cuando su esposa respondió—. Voy a quedarme hasta muy muy tarde esta noche... Lo sé, pero tengo que quedarme y hacer esto... En torno a las siete, supongo... Simplemente di a los niños que haremos el fuerte mañana... Lo sé... Sí, nos vemos entonces.
Se reclinó en su silla. En ese momento supo qué haría cuando finalmente consiguiera salir de allí. A Ginny no le gustaba que bebiera en casa, pero estaba completamente seguro de que esa noche se tomaría una copa. En el bar de camino a casa. Tal vez más de una. Echó un vistazo al montón de impresos. Sí, definitivamente más de una. Se inclinó hacia delante. Ahora que había decidido ir a tomar una copa, se sentía menos estresado. Ahora podía ponerse a trabajar.
¿Qué es la adicción? Nos bombardean con teorías que intentan responder a la pregunta. Si sufre una adicción o cuida de alguien con una adicción, tal vez haya descubierto que muchas personas no responden bien a los tratamientos habituales. Este libro describe una nueva forma de comprender y manejar la adicción, sobre la que he escrito en revistas profesionales durante los últimos veinte años y resumido en un libro previo, The Heart of Addiction (Harper Collins, 2002).
Como director o psiquiatra asesor de cuatro programas de tratamiento de adicciones mayores, y como terapeuta privado durante más de treinta años, he llegado a desarrollar mis propias teorías, pero no diciendo a mis pacientes qué deberían hacer, sino escuchándolos atentamente para comprender las razones por las que tenían una adicción, por qué les resultaba tan difícil de controlarlas y por qué se sentían abrumados cuando ocurría. Después de tanto tiempo, he llegado a ver la adicción de una forma distinta, que difiere en gran medida de enfoques anteriores. Desde luego, quienes estén habituados a esas ideas previas tardarán en familiarizarse con estos nuevos conceptos. No obstante, tras la publicación de mi primer libro, terapeutas y centros de tratamiento han usado y enseñado estas ideas y métodos en programas educativos de todo el país.
Romper con la adicción es el resultado de las respuestas que he recibido y que me indicaba la necesidad de escribir un libro más práctico, que incluyera una descripción paso a paso de este método para hacerlo más accesible tanto a las personas que sufren alguna adicción como a quienes viven y cuidan de ellas. Este libro también pretende ayudar a sacar de dudas a quienes no estén seguros de si tienen o no una adicción, o a quien simplemente le interese comprender mejor la naturaleza de la adicción.
Cómo se estructura este libro
En la primera parte resumiré cómo funcionan las adicciones, y la continuación de la historia de Rob (véase arriba) me servirá para ilustrarlo. En la segunda parte del libro, examinaré los pasos individuales que permiten llegar a dominar la adicción, desde el inicio hasta el final del proceso, e ilustraré cada uno de ellos con casos de ejemplos. El capítulo final de la segunda parte se titula «Póngase a prueba»; está diseñado para darle la oportunidad de aplicar todo aquello que haya aprendido a las historias de varias personas con adicciones. La tercera parte es una guía para parientes o amigos de algún adicto. Como verá, si comprende cómo funciona realmente la adicción, se verá en una situación adecuada para reparar relaciones y familias dañadas por la adicción. Para finalizar, la cuarta parte se dirige en concreto a los profesionales que tratan adicciones, y describe cómo este nuevo enfoque puede servir como base para el tratamiento profesional.
Todo el mundo sabe que el comportamiento adictivo no es bueno. Y las personas que padezcan alguna adicción posiblemente serán quienes mejor lo sepan, porque lo han vivido. No obstante, las adicciones siguen existiendo y deben tener algún propósito. De hecho, su propósito debe ser tan importante que es incluso más esencial que evitar sus consecuencias negativas. Debe serlo más que perder matrimonios, familias, amigos, trabajos y salud. Tiene que ser más importante que perder el carné de identidad o un trabajo en su campo deseado, debe ser más importante que herir a tus seres queridos. ¿Qué podría ser tan importante como para justificar todos esos sacrificios?
En términos del mundo exterior, y si pensamos en una carrera profesional, en la familia y en el éxito, de hecho, no hay nada tan importante como para perder todo eso. El propósito de la adicción debe residir en el mundo interior, donde lo que está en juego son los sentimientos vinculados a la supervivencia emotiva en sí misma. Si es así, entonces nadie se sorprendería al descubrir que prevalece sobre las causas externas más importantes. Volvamos a Ron, del que ya hablamos en la introducción, para ver cómo funciona este proceso.
R ON
Cuando Ron tenía siete años, jugaba en la habitación que compartía con su hermano mayor cuando oyó los gritos de sus padres, cosa que sucedía muy a menudo. Si gritaban lo suficientemente alto, entendía muchas palabras, pero se le escapaba la mayor parte de lo que decían. Sus discusiones solían tener que ver con el dinero. Sin embargo, sabía que los lazos familiares se estaban rompiendo y solo deseaba que sus padres pararan de una vez. El ruido se detuvo y un momento después su madre entró en la habitación.
—Ron, tengo dolor de cabeza y me voy a tumbar. Vamos a tener compañía, así que necesito que organices la sala de estar y que lleves las toallas del baño a la lavadora, por favor.
—Estoy construyendo un castillo de Lego, mamá.