ADICTOS SEXUALES ANÓNIMOS
ADICTOS SEXUALES ANÓNIMOS
APROBADO POR EL COMITÉ DE LITERATURA
AGOSTO 2004
APROBADO POR LA CONFERENCIA
MAYO 2016
Propiedad intelectual de la © International Service Organization of SAA, Inc., 2005.
Se prohíbe la reproducción de cualquier parte de este trabajo por cualquier medio sin el permiso otorgado por escrito de la International Service Organization of SAA, Inc.
Derechos reservados
Esta es la traducción al Español de la Tercera Edición de
Adictos Sexuales Anónimos
ADICTOS SEXUALES ANÓNIMOS -ASA (SEX ADDICTS ANONYMOUS – SAA)
es una marca de propiedad de la International Service Organization of SAA, Inc.
ISO
P.O. Box 70949, Houston, TX 77270
800-477-8191
Página Web: http://www.saa-recovery.org
Correo electrónico:
978-0-9892286-2-6
Impreso en los Estados Unidos de América
ÍNDICE
PRÓLOGO A LA TERCERA EDICIÓN
Este libro es el primer texto completo publicado por la Comunidad de Adictos Sexuales Anónimos (ASA) y fue elaborado como respuesta a la necesidad de nuestros miembros de contar con un texto que sirviera como guía general de nuestro programa de recuperación de la adicción sexual.
Describe nuestra adicción tal y como la hemos experimentado; explica el propósito y la manera en que están estructurados nuestros grupos; lo indispensable que es el padrinazgo como guía dentro del programa; el proceso por el cual los miembros deciden abstenerse de comportamientos sexuales adictivos y los Doce Pasos del programa de ASA. Otros aspectos importantes incluyen las diferentes “herramientas” que se usan en el programa y las doce tradiciones de ASA que sirven de guía a los grupos y a sus comités de servicios en su tarea de transmitir el mensaje de recuperación. Al final del libro, hemos incluido algunas historias personales de nuestros miembros en las que ellos comparten sus experiencias, fortalezas y esperanzas acerca de su adicción y recuperación.
Este libro no pretende ser un manual de instrucciones completo que abarque todos los aspectos de cómo poner en práctica los Doce Pasos. A medida que adquirimos experiencia y sabiduría, confiamos en que se escribirá más literatura que trate las necesidades que vayan surgiendo en nuestra comunidad.
La máxima herramienta de recuperación es el adicto sexual en vía de recuperación. Nuestro compromiso de ayudar a otros adictos sexuales que buscan recuperarse y nuestro trabajo en conjunto hacia esa meta en común, transmiten el mensaje del programa de ASA mejor que cualquier material escrito. La experiencia que gana cada uno de los miembros al llevar a cabo los pasos del programa es la mejor forma de apreciar su recuperación. Aquí debemos hacer énfasis en lo que se estipula frecuentemente en este libro: la importancia de trabajar con un padrino para recibir el máximo beneficio de nuestro programa. No solos, sino juntos, a través de un Poder Superior a nosotros, podemos y nos recuperamos de la adicción sexual.
Con esta fe, con un espíritu altruista y con una profunda gratitud por el don de la recuperación que hemos recibido, es que ofrecemos este libro a los adictos sexuales que estén buscando una nueva forma de vivir.
INTRODUCCIÓN
Somos adictos sexuales. Nuestra adicción casi destruye nuestras vidas, pero nos liberamos a través del programa de recuperación de Adictos Sexuales Anónimos (ASA). En la Comunidad de ASA descubrimos que no estamos solos y que el reunirnos con frecuencia a compartir experiencias, fortalezas y esperanzas nos brinda la opción de vivir una nueva vida.
Nuestro comportamiento sexual adictivo nos causaba dolor, a nosotros mismos, a nuestros amigos, a nuestras familias y seres queridos. Nuestras vidas estaban fuera de control. Probablemente hayamos querido dejar nuestro comportamiento adictivo haciendo promesas y varios intentos de poner fin a nuestra adicción; sin embargo, fallábamos una y otra vez. Para cada uno de nosotros, llegó un momento de crisis. Cuando al fin pedimos ayuda, encontramos una manera de recuperarnos mediante el programa de ASA.
Nos dimos cuenta, a través de nuestra larga y dolorosa experiencia, de que somos incapaces de lograr recuperarnos de la adicción sexual por nuestros propios medios. Nuestro programa tiene como base la creencia, confirmada por nuestra experiencia, que un Poder Superior a nosotros mismos puede lograr lo que no pudimos hacer solos. Al dejar nuestra adicción en manos de un Poder Superior, recibimos el don de la recuperación, un día a la vez.
Adictos Sexuales Anónimos es un programa espiritual que tiene como base los Pasos y Tradiciones de Alcohólicos Anónimos (AA). Aunque no estamos afiliados a AA ni a ninguna otra organización, estamos profundamente agradecidos con Alcohólicos Anónimos por hacer posible nuestra recuperación.
Nuestro propósito primordial es ponerle fin a nuestro comportamiento sexual adictivo y ayudar a otros a recuperarse de su adicción sexual. Encontramos una nueva forma de vivir a través del programa de ASA y transmitimos nuestro mensaje a otros que buscan recuperarse. Todo aquél que desee ponerle fin a su comportamiento sexual adictivo, puede hacerse miembro del programa. No existe ningún otro requisito. Nuestra comunidad está abierta a mujeres y hombres, sin importar su edad, raza, religión, origen étnico, estado civil u ocupación. Toda persona es bienvenida sin importar su identidad u orientación sexual, ya sea homosexual, lesbiana, heterosexual, bisexual o transexual.
En nuestros grupos, existe una sabiduría colectiva que ha aumentado y que ha sido transmitida a todos los miembros a través de los años. Aprendemos nuevas soluciones para resolver viejos problemas. Los Doce Pasos constituyen el eje central de este programa espiritual de recuperación. Al seguir estos pasos nos liberamos del comportamiento sexual adictivo y sanamos nuestra mente, cuerpo, espíritu, relaciones personales y sexualidad.
La desesperación nos reunió. Encontramos los unos en los otros lo que no podíamos encontrar en ninguna otra parte: alguien que sabía y podía entender la intensidad de nuestro dolor. Juntos encontramos la esperanza y la protección de un Poder Superior bondadoso.
Nuestro compromiso es ayudar a otros a recuperarse de su adicción sexual, de la misma forma que otros nos ayudaron a nosotros. Este libro contiene nuestras historias y nuestra sabiduría y está dedicado a todo adicto sexual, dondequiera que se encuentre.
CAPÍTULO UNO
NUESTRA ADICCIÓN
A ntes de venir a Adictos Sexuales Anónimos, muchos de nosotros no sabíamos que nuestro problema tenía un nombre. Lo único que sabíamos era que no podíamos controlar nuestro comportamiento sexual. Para nosotros, las relaciones sexuales eran una forma de vida absorbente. Aunque los detalles de las historias de cada uno de nosotros eran diferentes, nuestro problema era el mismo. Éramos adictos a los comportamientos sexuales a los que regresábamos una y otra vez, a pesar de las consecuencias.
La adicción sexual es una enfermedad que afecta la mente, el cuerpo y el espíritu. Es progresiva y el comportamiento, junto con sus consecuencias, generalmente son más serios conforme pasa el tiempo. Se presenta como una compulsión que es un deseo más fuerte de lo que puede resistir nuestra voluntad, y como obsesión que es una preocupación mental acompañada de comportamientos y fantasías sexuales. En ASA, llamamos a nuestro comportamiento sexual adictivo “actuar”.
El actuar transfiguraba nuestros sentimientos y nuestra conciencia y esa transfiguración nos parecía muy deseable. La obsesión y los rituales que llevaban al acto sexual en sí eran parte de la “adrenalina”. Constantemente buscábamos esa adrenalina, prefiriéndola sobre muchas otras actividades y sintiendo nuestras compulsiones con mayor fuerza que nuestras necesidades básicas de comer, beber, dormir o estar a salvo. Estos deseos compulsivos eran irresistibles, constantes e insaciables; eran como alarmas que se activaban en nuestras mentes y hacían que fuera difícil concentrarse en otra cosa. Cuando queríamos actuar, el sentido de urgencia, no se disipaba. Tampoco nos sentíamos satisfechos cuando obteníamos nuestra “dosis.” En lugar de eso, entre más actuábamos, mayores deseos sentíamos de continuar actuando. Perdíamos cada vez más y más de nuestras vidas debido a nuestra adicción, lo cual nos costaba tiempo, dinero, relaciones personales, salud, trabajo y hasta nuestra libertad. Las consecuencias de nuestra adicción no nos hacían poner fin ni limitar nuestro actuar. Entre más tratábamos de controlar nuestro comportamiento, más empeoraba. Éramos incapaces de ponerle fin por nuestra cuenta y las súplicas o amenazas de las personas en nuestro derredor tampoco nos ayudaban a ponerle fin.