Jose Raul Acosta Darias - 4D Un estímulo para tus cinco sentidos
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- Libro:4D Un estímulo para tus cinco sentidos
- Autor:
- Editor:Guantanamera
- Genre:
- Año:2017
- Índice:3 / 5
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4D Un estímulo para tus cinco sentidos: resumen, descripción y anotación
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¿Qué sucede una madrugada dentro de un Sex Shop ilegal en La Habana? Erick, el dueño, no solo vende allí artículos calientes, sino que se disfraza de máquina para brindarle placer a sus clientes en directo. Todo marcha bien hasta que se ve obligado a tener sexo con su propia suegra. ¿Qué hace ella, que ostenta un cargo importante, cuando se entera de eso? ¿Cederá ante los chantajes de Erick, que además se ha enamorado de ella? Todo se complica con la llegada de un policía haciéndose pasar por cliente y cuando la novia de Erick quiere irse con él a vivir a otro país, pues está embarazada. Apenas queda tiempo para las decisiones, todo debe transcurrir en una noche.
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4D Un estímulo para
tus cinco sentidos 4D Un estímulo para tus cinco sentidos No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. Derechos reservados © 2018, respecto a la primera edición en español, por: © Jose Raul Acosta Darias © Editorial Guantanamera ISBN: 9788417283667 ISBN eBook: 9781524304911 Producción editorial: Lantia Publishing S.L. Plaza de la Magdalena, 9, Planta 3, 41001, Sevilla www.lantia.com IMPRESO EN ESPAÑA-PRINTED IN SPAIN 
vacío que hay entre sus paredes.” (Lao Tsé.) “Soy un punto suspendido que nada siente, que debe librar una batalla en contra de los abismos voluminosos. Me balanceo entre el dolor que ya no es emoción y la carne .” (Antonin Artaud.) “El tiempo pierde su poder cuando
el recuerdo redime el pasado.” (Herbert Marcuse.) “Te falta la sal de la vida, el sueño .” (William Shakespeare.) En pocos años el ideal de felicidad consistirá en contar con un espacio privado en el que se experimenten disímiles estímulos provocados por una mente artificial. La carne, desde la relajación, satisfará las necesidades que ha estado reprimiendo por milenios. El sueño y la creatividad permanecerán pervertidos en un caos perpetuo de ignorancia.
Carencia económica, de caricias, de palabras, de tiempo: hija deforme de esa mente artificial aún por nacer, pero que ya está pensando en ti. J.R.A.
Nunca mira a los ojos. Parece estar muy ocupado en su aspecto físico, en su móvil y en lo relativo a su tienda. Silvia. 47 años. Imponente a su pesar. Julio. 50 años. 50 años.
Usa ropa de nylon negro. Fuma y escribe en una libreta. Detesta que no lo miren a los ojos. Todos los espectadores están tan próximos a la historia que cada olor, sonido, emanación y destello de fuerza les afecta como si estuvieran viviendo dentro de ella. Son los cuerpos de estos testigos-espectadores los que delimitan los dos espacios de la ficción: una parada de ómnibus y una sex shop que están ubicados en alguna ciudad de la Cuba por venir.
Código cero
El traje de “máquina de sexo” resalta por sus colores
platinados fosforescentes y su gran tamaño.
Son algo más de las 11:30 p.m. E RICK . ¿Qué haces aquí a esta hora? A NA . (Detrás de él.) No tengo deseos de ir. E RICK . (Se concentra en organizar la sex shop.) Tú verás que no va a haber tantos clientes.
Hoy es jueves. A NA . Estoy cansada. E RICK . Maquíllate y mírate al espejo. A NA . A NA .
Hoy deberías dejarme aquí. No me voy a sentir tan mal. E RICK . Tú en tu parque y yo en mi tienda. ¡Arranca! A NA . E RICK . ¿Y mi culo es el único que trabaja? ¡No jodas! A NA . ¿Tienes muchos clientes hoy? E RICK . ¿Tienes muchos clientes hoy? E RICK .
Falta media hora para el primero. A NA . (Lo toma del brazo.) No quiero ir más a ese parque. E RICK . ¿Y a cuál vas a ir? A NA . (La interrumpe.) No seas boba. (La interrumpe.) No seas boba.
Ese es el mejor. A NA . No voy ni a ese parque ni a ninguno. E RICK . Yo no mantengo putas. ¿Y yo qué soy? ¿Tu mujer o una puta? Tiempo. E RICK . E RICK .
Hoy hice mis cálculos. A NA . ¡Respóndeme! E RICK . Si seguimos ganando así, en dos semanas ya tenemos el dinero para el viaje. ¡Dime algo! Suena el móvil de Erick. E RICK . ¡Mierda! A NA . ¿El cliente? E RICK . ¿El cliente? E RICK .
Se adelantó. A NA . ¿Ya está en la parada? E RICK . Este es de los viejos y viene directo para acá. ¡Desaparécete! (Comienza a ordenar la sex shop. ¿Tienes que hacer lo de la “máquina” ahora? E RICK . ¿Qué tú crees? A NA . ¿Qué tú crees? A NA .
No hace falta, mi amor. Mañana temprano subimos al avión. E RICK . ¡Sí, sí! ¡Claro! A NA . Aquí guardo los pasajes. ¿Qué…? ¿Y el dinero? A NA . ¿Qué…? ¿Y el dinero? A NA .
Se lo robé a Silvia. Hay que irse antes de que lo descubra. Por eso reservé para el vuelo de las ocho y pico. ¿Entiendes? E RICK . No, no… ¿Cómo? A NA . Cuando llegué a la agencia me dijeron que no había pasaje para mañana.
Erick se sienta en un cojín. A NA . Pero le di un dinero por arriba a la vendedora ¡y enseguida apareció el pasaje! E RICK . (De un salto, se acerca a la ventana.) La clienta está al caer. ¡Muévete! A NA . E RICK . E RICK .
Tengo mis planes: primero atender a esta mujer. A NA . ¡Erick! No hay tiempo. E RICK . Esto es demasiado rápido. A NA .
Silvia nos botó de la casa. ¿Oíste? E RICK . (Se sitúa frente a Ana. Reprime la furia que siente.) ¿No estoy cansado de decirte que no te le enfrentes, que aguantes? A NA . Le dijeron que soy prostituta. (Cambia la mirada.) ¿Nada más? A NA . ¿Qué más quieres? Si se enteran en el Partido la matan. E RICK . ¿Quién se lo dijo? A NA . ¿Qué sé yo? Hay que irse ya. ¿Y si me denuncia a la policía? ¿Si me caen atrás y se enteran de esta tienda? ¿Eh? E RICK . ¿Y si me denuncia a la policía? ¿Si me caen atrás y se enteran de esta tienda? ¿Eh? E RICK .
No te creo. Déjame ver los pasajes. Ana saca de su bolso los pasajes. Se le caen unas tabletas. E RICK . Dame acá. (Le quita las tabletas a Erick.) Mira. (Le muestra los pasajes de avión.) ¿Y ahora? E RICK . ¿Ya te cayó la regla? A NA . ¿Ya te cayó la regla? A NA .
No… todavía. Pero casi. E RICK . Ana, esas son pastillas para abortar. A NA . E RICK . ¿Estás embarazada? A NA . ¿Estás embarazada? A NA .
No hay tiempo, Erick. E RICK . No tenemos que irnos. Aquí es mejor criar a un chama . Piénsalo: ¡allá hay guerra! A NA . ¿Dónde vamos a vivir? E RICK .
Silvia te ha dicho un millón de veces que está loca por un chiquillo. La vieja se pone buena; tú verás. Erick va hacia la puerta para asegurarse
de que la clienta aún no viene. A NA . ¿Cómo lo vamos a tener? ¿Así? ¿En esta locura? ¿Con ella gritando todos los días, echándonos en cara que vivimos en su casa sin pagarle? Me cansé. E RICK . E RICK .
A mí no me gustan las cosas así, a lo loco. Voy a ver a esta clienta y después hablamos. A NA . ¿Cómo que “clienta”? ¿Tú no entiendes? E RICK . (Sumamente confundido. ¿Para qué vas a trabajar hoy? E RICK . ¿Y si no me da la gana irme ahora? ¿Y si me quedan cosas por hacer? ¿Y si quiero pensar? A NA . ¿Haciendo de “máquina”? ¡Por favor! Erick, no tenemos tiempo. E RICK . E RICK .
Vete por atrás. La clienta de ahora es de las finas y no te puede ver. Espérame en la casa y no te fajes con tu madre. (La besa.) A NA . ¡Siete horas! E RICK . ¡Vete, coño! Ana sale empujada por Erick, quien se termina de poner el traje de “máquina de sexo”.
Erick bebe una lata de whisky y enciende
los cuatro canales paralelamente:
- Música electrónica mezclada con voz de soprano.
- V OZ 1. Te extraño. Nada destruirá esta pasión infinita que nació del dolor.
- Los gemidos de un filme pornográfico llegan a su final. Los actores comentan, ríen y chillan.
- V OZ 2. Una noche en Venus, solo por 111,222. ¡No te lo pierdas por nada del planeta!
Erick se dirige a la puerta. ¡No te lo pierdas por nada del planeta! Suena el timbre.
Erick se dirige a la puerta.
Apaga la luz.
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