Reflexiones de un juez de menores transcribe diversas charlas y conferencias de Emilio Calatayud, juez de menores en Granada. Y resulta un libro sorprendente de un juez igualmente sorprendente, al menos para quien no sepa de él.
Un juez sorprendente porque Emilio Calatayud se distingue, en su labor judicial con menores, por dictar sentencias que son un ejemplo de justicia educativa y reinsertadora, y no sólo punitiva. El lector encontrará varias en este libro, como, por ejemplo, el condenar a un menor que conducía un ciclomotor temerariamente a realizar trabajo comunitario en la sección de traumatología de un hospital granadino, o sentenciar que un menor que había robado un bolso debía estudiar para obtener el Graduado Escolar.
Y un libro sorprendente porque muestra, en contra del pensar común, que realmente la justicia puede y debe promover la reinserción y no solo la punición. Para lo que es preciso también, como defiende el autor, denunciar y promover el cambio de los mecanismos políticos y sociales que, por un lado, impiden esa reinserción, y, por otro, favorecen la aparición de la delincuencia. Como explica Emilio Calayatud en una de las charlas aquí transcritas, malamente se va a poder reinsertar a un menor que, en realidad, nunca supo qué era estar insertado en la sociedad.
Reflexiones de un juez de menores apasionará a todos los que, profesional o cordialmente, están cercanos a los menores en situación de riesgo y sus familias. Pero no sólo a ellos, pues el pensamiento de Emilio Calatayud nos abarca a todos, pues no hay nadie que quedemos fuera de construir una sociedad donde se evite el delito no sólo por el temor al castigo sino, sobre todo, porque las condiciones sociales impidan que alguien —menor o no— vea el delinquir como una posibilidad apetecible o, sin más, como la única una forma de vida que puede alcanzarse.
Emilio Calatayud Pérez
(y la colab. de José Rienda)
Emilio Calatayud: Reflexiones de un juez de menores
ePUB r1.1
Mowgli6.5.13
Título original: Emilio Calatayud: Reflexiones de un juez de menores
Emilio Calatayud Pérez, 2007
Co-Escritor: José Rienda Polo
Transcripción: Rocío Pérez Cruz
Ilustraciones: Enrique Ruiz Juristo
Diseño de portada: Mowgli
Editor digital: Mowgli
ePub base r1.0
EMILIO CALATAYUD PÉREZ nació en Ciudad Real (España) en 1955. A los 13 años, su padre le internó por díscolo en un muy estricto colegio de Málaga, que tenía fama de ser casi como los antiguos correccionales. Como él mismo reconoce, esta experiencia marcó de tal modo a Emilio Calatayud que orientaría su futuro profesional. Licenciado en Derecho por la universidad de Deusto, accedió a la carrera judicial en 1980, ascendiendo de juez a magistrado siete años después. Se ha especializado como juez de menores. Es en esta labor donde ha mostrado tanto su genio como su profunda convicción de que la justicia debe, real y no sólo teóricamente, promover la reinserción del menor y, en general, de cualquier delincuente. Lo que, al mismo tiempo, hace que Emilio Calatayud no dude en denunciar y promover el cambio de los mecanismos políticos y sociales que, por un lado, impiden esa reinserción, y, por otro, favorecen la aparición de la delincuencia. Como le gusta explicar, malamente se va a poder reinsertar a un menor que, en realidad, nunca supo qué era estar insertado en la sociedad. Desde estas posturas, sus sentencias son un ejemplo de justicia educativa y no sólo punitiva, adaptadas a la realidad de cada caso y buscando siempre el servicio comunitario que eduque al menor. Como dice en este libro, «no soy ni progresista ni conservador, solo inconformista».
José Rienda Polo ha colaborado en la escritura de los textos del libro a partir de las transcripciones de Rocío Pérez Cruz.
Nota editorial
El presente libro recoge las reflexiones que el juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, ha ido expresando a lo largo de estos últimos años en conferencias, entrevistas, ponencias, etc. Se ha tomado como punto de partida las vídeo-grabaciones de dichos actos y, a partir de los mismos, ofrecemos aquí sus opiniones con el convencimiento de que se trata de una valiosa mirada para entender mejor nuestra realidad social.
El contenido del libro ha sido revisado y rubricado por el propio Calatayud, por lo que de algún modo es tan padre del mismo como Cervantes y Cide Hamete de Benengeli lo son del Quijote. La transcripción desde las vídeo-grabaciones fue realizada por Rocío Pérez Cruz. La corrección de estilo, organización y escritura del texto corrieron a cargo de José Rienda. Igualmente, realizaron tareas de corrección editorial Enrique Martín Pardo y Pedro Marañón Benítez.
Prólogo
Ley, norma, decreto, derecho…, palabras que se atribuyen, se asocian a un juez. Admiración, respeto, ganas de saber, vitalidad, las buenas formas, el trabajo recompensado…, te lo enseña una familia. Familia por la cual Emilio Calatayud Pérez ha luchado y lucha junto a su mujer, Azucena Ortega Rodríguez, por fortalecer.
Con su peculiar forma de tratar a sus «chorizos», «clientes», drogodependientes, o presentes en la sala, es un hombre que, interpretando las leyes, en su trabajo intenta plasmar el «buen hacer», la esencia de cada uno. Con aciertos y con errores, es una labor casi impensable de llevar a cabo en esta sociedad en la que vivimos, en la que se venden los duros a seis pesetas si es posible.
Pionero en su trabajo, inconformista con el gremio, con la norma, y con la independencia que implica su puesto, busca encontrar con sus fallos una justicia útil, alcanzable y, por supuesto, didáctica para con los que la aplica, los menores, que son el futuro de lo nuestro, y a veces son demasiado vulnerables a tanta información y cambios que sufre nuestra sociedad.
Para conseguir esto, una persona no se puede basar en el código tal barra cual, si no que necesita utilizar su mirada, necesita implicarse con sus hechos y demostrar así lo que piensa, dar uso al silencio, a la alegría y a los buenos momentos que otorgan sentido a nuestra manera de movemos e invitan a seguir adelante, se trate tanto de gente normal como de «delincuentes» (categoría en la que podríamos estar cualquiera de nosotros).
Juez y conferenciante oficialmente, padre, marido y amigo de su gente que disfruta día a día de su trabajo y de su familia, Emilio Calatayud con su forma y con ayuda de los que le quieren, nos enseña dentro y fuera del juzgado una manera de ser que defiende a la familia, al respeto, a la paciencia, al amor.
Por eso, simplemente por eso, lo consideramos modelo y ejemplo, digno de admiración para padres, profesores y demás profesionales del sector. Siempre es oportuno que sea escuchado por hijos, niños, no tan niños y delincuentes.
Por estos y por otros motivos, invitarnos a los lectores a que, siempre con espíritu critico, se enriquezcan con este libro.