Las Mujeres critican a los hombres por ser insensibles y descuidados, por no escuchar, por no ser afectuosos ni considerados, por no comunicarse, por no expresarles todo el amor que ellas necesitan, porque nunca encuentran nada en la nevera, por no comprometerse en las relaciones, por preferir el sexo a hacer el amor y por dejar la tapa del inodoro levantada.
Los Hombres critican a las mujeres por su forma de conducir, por mirar los mapas al revés, por su falta de sentido de la orientación, por utilizar los lavabos como salas de reuniones, por hablar demasiado sin ir al grano, por no tomar la iniciativa más a menudo en el sexo y por dejar bajada la tapa del inodoro.
¿Por qué? Porque los hombres y las mujeres son diferentes. El propósito de los autores es divulgar, de modo ameno y divertido, las diferencias entre ambos, para que las relaciones de pareja sean más gratificantes, placenteras y satisfactorias.
Este libro explica por qué:
—Los hombres no deben nunca mentir a una mujer
—Las mujeres hablan tanto y los hombres tan poco
—Los hombres quieren sexo y las mujeres quieren amor…
Barbara y Allan Pease han utilizado un amplio abanico de investigaciones, conversaciones, creencias y escenas diarias para escribir este libro, que lo hacen ameno y proponen al lector aprender más de si mismo y sobre el sexo opuesto.
Allan Pease & Barbara Pease
Por qué los Hombres no escuchan y las Mujeres no entienden los mapas
Por qué somos tan diferentes y qué hacer para llevarlo bien
ePub r1.1
Titivillus 16.05.16
Título original: Why men don’t listen & Women can’t read maps
Allan Pease & Barbara Pease, 1999
Traducción: Esther Gil San Millán
Editor digital: Titivillus
ePub base r1.2
ALLAN PEASE. Escritor australiano considerado uno de los mayores expertos en lenguaje corporal. Ha sido músico, vendedor de seguros, formador en ventas y ahora, un brillante conferenciante.
Ha escrito junto a su esposa Barbara, libros sobre motivación, lenguaje corporal y relaciones humanas, de los que se han vendido millones de copias.
Allan Pease ofrece seminarios sobre relaciones de pareja por todo el mundo y es el autor de El lenguaje corporal, un libro del que se han vendido más de cuatro millones de ejemplares. Sus series alcanzan una difusión de más de cien millones de espectadores.
Introducción.
UN DOMINGO DE EXCURSIÓN
UN DOMINGO DE EXCURSIÓN
Una tarde calurosa, Bob y Sue decidieron llevar a sus tres hijas a dar un paseo por la playa. Bob iba conduciendo el coche mientras que Sue estaba sentada a su lado, girándose cada dos por tres para meter baza en la animada conversación que mantenían sus hijas. Para Bob era como si todas estuviesen hablando a la vez y sus voces formaban tal algarabía que resultaba imposible poder entender algo. Llegó un momento en que Bob no pudo aguantarlo más:
«¿Os podéis callar?», gritó.
En seguida hubo un gran silencio.
«¿Por qué?», preguntó Sue, al momento.
«¡Pues porque estoy intentando conducir!», contestó bastante alterado.
Las niñas y la madre se miraban sin entender nada. «¿Intentando conducir?», susurraban las niñas.
No podían ver conexión alguna entre la conversación que estaban manteniendo y la capacidad de su padre para conducir. Sin embargo, él no podía entender porqué hablaban todas a la vez de temas diferentes cuando parecía que no se estaban escuchando entre sí. ¿Por qué no podían estarse calladas para que así él se pudiese concentrar en conducir? Por su culpa, se le había pasado la última salida de la autopista.
El problema fundamental de este ejemplo es bastante sencillo: los hombres y las mujeres son distintos. Esto no significa que unos sean mejores o peores que otros, simplemente son diferentes. Hace tiempo que los científicos, los antropólogos, y los sociobiólogos lo saben, pero también sabían que divulgar dicha información públicamente en un mundo donde todo parece ser políticamente correcto podría provocar su rechazo social. La sociedad de hoy en día parece obstinarse en creer que los hombres y las mujeres poseen las mismas capacidades, aptitudes y potenciales cuando paradójicamente la ciencia está empezando a demostrar que ambos sexos son completamente diferentes.
Por consiguiente, ¿qué significa todo esto para nosotros?
Como sociedad en general, significa que estamos pisando arena movediza. Sólo cuando asimilemos las diferencias entre los hombres y las mujeres podremos empezar a reforzar los puntos fuertes de un colectivo en vez de centrarnos en las debilidades individuales. En este libro, destacaremos el importante progreso que últimamente se ha llevado a cabo en el estudio de la evolución humana e intentaremos aplicar la nueva información científica a las relaciones entre hombres y mujeres. Anticipamos que algunas de las conclusiones serán controvertidas. Sin duda, habrá detractores y puede que algunas de las ideas sean molestas. Sin embargo, globalmente aportarán un sólido conocimiento sobre muchas conductas que parecen inexplicables tanto en el hombre como en la mujer. Si Bob y Sue hubiesen leído este libro antes de ponerse en camino…
Las dificultades para escribir el libro
Tardamos tres años y tuvimos que recorrer más de 400.000 km para poder escribirlo. Durante el proceso de investigación estudiamos artículos, entrevistamos a especialistas e impartimos seminarios en Australia, Nueva Zelanda, Singapur, Tailandia, Hong Kong, Malasia, Inglaterra, Escocia, Irlanda, Italia, Grecia, Alemania, Holanda, España, Turquía, Estados Unidos, Sudáfrica, Botswana, Zimbabwe, Zambia, Namibia y Angola.
Una de las tareas más arduas fue conseguir que tanto las organizaciones públicas como las privadas accediesen a dar sus opiniones sobre los hechos. Por ejemplo, menos del 1% de los pilotos de las líneas aéreas comerciales son mujeres. Cuando intentamos comentar este hecho con los portavoces de las líneas aéreas, muchos se mostraban reticentes a expresar su opinión por miedo a que se les acusase de sexistas. La mayoría se pronunciaban con un «sin comentarios» y algunas organizaciones afirmaron llevar a cabo las amenazas si el nombre de su empresa se citaba en el libro. Las mujeres ejecutivas se mostraron más propensas a colaborar, aunque muchas de ellas tomaron inmediatamente una actitud a la defensiva al contemplar la investigación como un ataque al feminismo sin indagar más sobre el objetivo del estudio. Muchas de las opiniones de autoridades que hemos documentado fueron obtenidas de forma «no oficial» de boca de ejecutivos de empresas y profesores de universidad que dieron su opinión en habitaciones con poca luz o detrás de puertas cerradas, asegurándose en todo momento, de que no se les citaría a ellos ni a sus organizaciones. La mayoría tenían una doble opinión: la opinión pública y políticamente correcta, y su verdadera opinión, que «no se puede citar».
Seguramente percibirá los retos del libro y, sin duda, lo encontrará apasionante puesto que, además de estar basado en evidencias científicas, hemos utilizado un amplio abanico de conversaciones, creencias y escenas diarias cómicas y desternillantes para que el libro fuese lo más ameno posible. Nuestro objetivo al escribir este libro ha sido ayudarle a usted, el lector, a aprender más sobre usted mismo y sobre el sexo opuesto para que sus relaciones puedan ser más gratificantes, placenteras y satisfactorias.