© 2019, HarperCollins México, S.A. de C.V.
Publicado por HarperCollins México.
Insurgentes Sur 730, 2º piso, Colonia Del Valle.
03100, Ciudad de México.
Parejas parejas. Hombres que comparten la vida con mujeres poderosas.
© Tatiana Clouthier Carrillo, 2019.
© Valeria Guerra Siller, 2019.
© Por el prefacio: Lídice Ramos Ruiz, 2019.
Diseño de forros: Mario Andrés Ramírez Cuevas.
Diseño de interiores: Ricardo Gallardo Sánchez.
Fotografía de Héctor Aguilar Camín: Octavio Hoyos.
Fotografías de los demás entrevistados: Alejandro Cárdenas, Ana Elena Peña y Amaya Ducru Clouthier.
Todos los derechos están reservados, conforme a la Ley Federal del Derecho de Autor y los tratados internacionales suscritos por México. Prohibida su reproducción total o parcial en cualquier forma o medio, incluidos los digitales, sin autorización expresa del titular del derecho de autor.
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ISBN: 978-607-8589-35-7
Edición Epub Noviembre 2019 9786078589364
Primera edición: noviembre de 2019.
Impreso en México
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Índice
Guide
Los cuentos son una medicina [...] Tienen un poder extraordinario; no exigen que hagamos, seamos o pongamos en práctica algo: basta con que escuchemos. Los cuentos engendran emociones, tristeza, preguntas, anhelos y comprensiones que hacen aflorar espontáneamente a la superficie el arquetipo...
CLARISSA PINKOLA ESTÉS,
Mujeres que corren con los lobos
Los expertos aseguran que no hay que asociar el éxito laboral con el fracaso matrimonial. De hecho, de acuerdo con una investigación publicada en Knowledge@Wharton, revista de análisis empresarial de la Escuela de Negocios de la Universidad de Pensilvania, el éxito se logra con el apoyo del cónyuge.
Kathy Korman Frey, educadora y líder comunitaria, ganadora del premio Entrepreneur, llevó a cabo un estudio con 270 mujeres en puestos cumbre en los Estados Unidos; casi la mitad de ellas consideraron el apoyo del compañero como algo fundamental para haber llegado a donde están.
Asimismo, Sheryl Sandberg, directora financiera de Facebook y una de las promotoras más reconocidas a escala internacional de la mujer profesionista, cuenta en su famoso libro Lean in que la decisión de carrera más importante que debe tomar una mujer es si tendrá un compañero de vida y quién será. “No conozco a una sola mujer en una posición de liderazgo cuya pareja no sea totalmente promotora de su carrera”, explica.
Por lo anterior, no es casualidad que a principios de año nosotras, Valeria y Tatiana, decidiéramos escribir este libro apasionante que nos condujo a hacer grandes descubrimientos acerca de la vida privada de algunas parejas y que en cierta forma comprobó la afirmación de Kathy Korman Frey: “Un líder exitoso o una líder exitosa deben esforzarse por compaginar su vida personal sin abandonar sus prioridades personales”.
Por ello nos dimos a la tarea de buscar posibles maneras de contar la historia de determinadas mujeres de origen mexicano, y sobre todo de indagar qué aspectos de su vida y su entorno las habían ayudado a llegar a donde están en la actualidad, mas desde la perspectiva de sus parejas. En ese proceso confirmamos que un pilar de las mujeres que trabajan es el apoyo y la admiración de sus compañeros.
¿Por qué entrevistar a los maridos? Porque nunca habíamos escuchado su versión. Pocas veces se les pregunta cómo experimentan el éxito de sus cónyuges, qué significa para ellos compartir su vida con personas muy reconocidas, esto es, con mujeres que “brillan”.
Pero es necesario aclarar a qué nos referimos cuando hablamos de mujeres exitosas. En primer lugar, conviene definir el significado de la palabra éxito en este trabajo. Como sabemos, se trata de un término polisémico, con acepciones que cambian de una cultura a otra. El vocablo viene del latín exitus y significa “salida”, es decir, el resultado final de una acción; por su parte, el Diccionario de la lengua española de la Real Academia lo define como el resultado feliz de un negocio. El éxito tiene una extensa relación con el bienestar, la satisfacción y la felicidad. En este sentido, pensamos en mujeres que sobresalen entre sus pares, que han alcanzado el reconocimiento público en su vida profesional y obtenido muy buenos resultados como empresarias, emprendedoras, políticas, educadoras, escritoras, etcétera.
Sabemos que el éxito también puede estar asociado al dinero, y la cultura occidental suele darle ese único significado. Empero, creemos que está vinculado con otros resultados y no exclusivamente con la riqueza. Por ejemplo, lo relacionamos con vidas atractivas y dignas de admiración debido al equilibrio que han sabido lograr en sus relaciones, trabajo, familia, pareja, amigos y demás. Aunque reconocemos que es posible tener éxito en muchas facetas, para efectos de este libro nos enfocamos en el ámbito profesional combinado con la familia y la pareja. Así, elegimos parejas de un medio económico holgado y con una pluralidad de maneras de entender el éxito.
Yo, Tatiana, recuerdo cómo años atrás, cuando asistía a conferencias en universidades, me sorprendía al ver oradoras invitadas que proponían trabajar para lograr la equidad de las mujeres en un mundo de varones. En repetidas ocasiones me pregunté si realmente se podía llevar una vida de pareja (hombre/mujer), perseguir los sueños y hacerlos realidad con gusto y éxito. Así fue como nació en mí la inquietud de escribir sobre este tema.
Aún no olvido que, cuando leían los largos currículos de aquellas oradoras, me decía: “¿En qué momento hizo tantas cosas esta mujer?, ¿cómo pudo estudiar tanto?” Escuchar que tenían maestría o doctorado era música para mis oídos.
Sin embargo, en los pasillos se rumoraba que aquellas mujeres estaban solas, que se habían divorciado. Entonces, a mi mente volvía la duda: ¿sería posible ir en pos de las metas profesionales y tener vida familiar, esposo e hijos, o serían cosas incompatibles en México?
Transcurrieron los años y poco a poco conocí a algunas mujeres extraordinarias y profesionalmente exitosas, con vida familiar y de pareja. Reconozco que eran pocas en relación con la lista de mujeres solteras y los hombres que les temían y truncaban sus logros. En mi opinión, hoy en día esa tendencia va en retroceso, al menos en grupos económicamente solventes.
A principios de los años noventa del siglo xx tuve la oportunidad de recorrer algunos rincones de Nuevo León con Rosaura Barahona y estar presente cuando ella daba pláticas a maestras de preescolar con el objetivo de motivarlas para que iniciaran un cambio en favor de la equidad de género con sus alumnos y sus alumnas. En sus charlas, Rosaura explicaba cómo, mientras las mujeres estaban preparándose y reeducándose en el camino de la igualdad, a los varones los seguían formando para ser proveedores y con ello mantenían los roles clásicos. Cuando las ideas de ellas empezaron a cambiar, ellos no entendían o no sabían cuál era su rol o qué les correspondía hacer, y las crisis de las parejas se acrecentaron. Esa experiencia también fue una semilla para este libro y me hizo comprender la importancia de inculcar la equidad de género desde temprana edad.