Alexandra Navarro - How To Balance Your Life: Living A Successful Life Without Neglecting Your Family, Profession And Personal Balance

¡La lectura de este libro mejorará de forma increíble tu vida!

Muchas personas me preguntan cómo es ahora mí día a día, si es verdad que jamás tengo problemas y qué hago para mantenerme balanceada.

Soy mujer, mamá de tres hijos, esposa y profesional al igual que tú.

Mi diferencia comenzó a marcarse cuando decidí actuar en pro de mi equilibrio, ejercer un liderazgo integral y reconocer que sí se puede ser feliz. Ahora, como parte de mis hábitos de vida, incluyo el “Balance diario” y me permito con disciplina y gusto regalarme gotas de felicidad: me encanta caminar en la playa, tomar agua y admirar la naturaleza, me apasiona bailar, viajar y también amo mi familia y mi trabajo.

Sin embargo, no siempre fue así.

“¡CONGRATULATIONS!” Fueron las palabras del director de postgrado en una Universidad en Sylicon Valley, California EE.UU., de un programa del cual me acababa de graduar.

Es curioso lo que nos ocurre muchas veces cuando alcanzamos una meta que hemos trabajado, ese sentimiento de felicidad y satisfacción nos llena el corazón. A la vez, se siente una incertidumbre acerca del futuro y de cuál será ese nuevo reto a alcanzar o qué hacer en adelante con relación al objetivo inicial propuesto.

Ese diploma tenía una connotación muy importante para mi vida: Primero, era la culminación de una de mis metas personales, pues siempre he sido amante del conocimiento; segundo, era la puerta de entrada al ámbito corporativo, a las “grandes ligas”. Había hecho muy buenos contactos en el mundo de la tecnología. Eso con seguridad me serviría para seguir mi carrera como ejecutiva, después de haber hecho una pausa, por un par de años, por la llegada de mi segundo hijo.

La respuesta llegó a mí: ¡es hora de desarrollarme en una compañía a nivel global!

En los días siguientes a mi decisión algunos interrogantes empezaron a llegar a mí:

• ¿Me quiero desarrollar en el mundo empresarial como alta ejecutiva?
• ¿Qué tanto tiempo de mi vida personal demandará este nuevo rol, si quiero ser altamente eficiente?
• ¿Debo dejar de lado aquellos hobbies que me hacen feliz para desempeñarme al 100% en mi trabajo?
• ¿Qué papel juegan mi esposo y mis hijos con respecto a este nuevo rol?
• ¿Quiero desarrollarme profesionalmente sin “perderlos” de mi vida?
• ¿Cuál es la misión en mi vida?

Es muy fácil confundirse con respecto a lo que uno “quiere” y lo que le “toca” hacer en su vida. Tal vez esta pregunta fue la que me ayudó a aclarar mi nuevo rol.

Teniendo en cuenta mi realización personal, tomé la decisión de comenzar un camino que muchas personas calificarían de “loco”. Sobre todo, después de haberme recibido como Profesional en una carrera “convencional”. Pero ese camino que escogí se alinea con la misión más importante de todo ser humano: aportar un grano de arena en la búsqueda de una sociedad sostenible.

¿Qué sucedió? ¿Cómo fue que decidí cambiar el rumbo de mi vida y hacer lo que me hacía vibrar y realmente quería?

Mi historia es muy similar a la de cualquiera de Ustedes.

Desde pequeña tuve un deseo inmenso de entender cómo funcionaba el universo, Porqué algunas personas tenían tantas oportunidades y otras en cambio tan pocas, me dolía mucho la injusticia y mucho más no poder hacer nada por ayudar; las noticias violentas en la televisión lograban afectarme. Me daba curiosidad conocer el propósito de mi vida. Para que estamos aquí.

Si pudiera ver en retrospectiva me daría cuenta que siempre he estado en búsqueda de entender, crecer y enseñar.

Yo crecí en una familia de clase media, la cual valora altamente la educación como herramienta para alcanzar el éxito en la vida, practicantes de la religión católica. Mis padres son bastante creyentes y nos enseñaron que una familia que ora unida permanece unida. Siempre fui a misa con la convicción de sentir el amor de la Virgen María al igual que sentir la increíble energía de Jesús. Sin embargo sentarme por horas a escuchar la misa y salir de allí y ver como la mayoría de las personas terminaba a las pocas horas peleando o hablando mal de otros me desconcertaba.