Mark Batterson - Sácale jugo al día: 7 hábitos diarios que te ayudarán a estresarte menos y a lograr más

Mark Batterson

Sácale jugo al día

7 hábitos diarios que te ayudarán a estresarte menos y a lograr más

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A mis abuelos Elmer y Alene Johnson. Su legado de fe sigue dando fruto hasta la tercera y cuarta generación (y más).

Título original: Win The Day: 7 Habits That Unleash the Power of 24 Hours

Primera edición: enero de 2021

Esta traducción es publicada bajo acuerdo con Multnomah, sello editorial de Random House, una división de Penguin Random House LLC

© 2020, Mark Batterson
© 2021, de la presente edición en castellano para todo el mundo:

Penguin Random House Grupo Editorial USA, LLC

8950 SW 74th Court, Suite 2010

Miami, FL 33156

Traducción: María José Hooft
Adaptación del diseño de cubierta de Pete Garceau:
Penguin Random House Grupo Editorial

A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas son tomadas de la Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo. Otras versiones utilizadas: Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988 (RVR1960); La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente (NTV), © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados; Palabra de Dios para Todos (PDT) © 2005, 2008, 2012 Centro Mundial de Traducción de La Biblia © 2005, 2008, 2012 Bible League International y Dios Habla Hoy (DHH) Dios habla hoy®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.

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ISBN 9781644732847

Conversión a formato digital: Libresque

Vive tu vida de tal forma que valga la pena contarla.

El 22 de agosto de 1851, el comodoro John Cox Stevens y su equipo de seis hombres ganaron la Copa América en una regata de cincuenta y tres millas (85 km) alrededor de la isla de Wight. La reina Victoria presenció la carrera y, según se dice, preguntó qué yate iba segundo. ¿La famosa respuesta? «Oh, su majestad, no existe un segundo». De este modo comenzó una de las rachas ganadoras más impresionantes de la historia.

El Club de Yates de Nueva York, del que el comodoro Stevens era socio fundador, defendió con éxito la copa por 132 años. Fueron invencibles hasta el 26 de septiembre de 1983, cuando el Australia II, timoneado por John Bertrand, terminó con la racha ganadora más larga de la historia del deporte, con un margen de victoria de cuarenta y un segundos.

Esa victoria fue un hito para Australia y ese día fue aclamado como un feriado nacional. Hasta Estados Unidos se sacó el sombrero ante el Australia II. Fue premiado como Atleta del Año por el programa de televisión Wide World of Sports de la cadena ABC. No sé bien cómo es que un velero gana ese premio, pero eso ya quedó en el pasado. La pregunta es esta: ¿cómo es que el Australia II pudo hacer lo que nadie había podido hacer en 132 años? Una quilla alada diseñada por ingenieros neerlandeses fue, sin dudas, lo que le dio al equipo australiano una ventaja técnica, pero eso no es lo que ganó la carrera.

Si no has tenido una victoria en 132 años, es difícil imaginar cualquier otro resultado que no sea una derrota. Lo primero que necesitas hacer es convencerte de que es posible ganar. ¿Cómo? La respuesta es el primer hábito: cambia el guion. Debes reescribir tu relato contándote a ti mismo una historia diferente, una historia mejor.

Varios años antes de la Copa América de 1983, el timonel australiano Mike Fletcher había leído la novela clásica Juan Salvador Gaviota. La moraleja de esta historia es esta: «Debes comenzar sabiendo que ya has llegado».

¿Cómo enterró el equipo australiano esa larga racha perdedora? Ellos cambiaron el guion. Se contaron una historia diferente una y otra vez, y ganaron la carrera porque aprovecharon el día, ¡1 095 veces seguidas!

Según la teoría cibernética existen dos tipos de cambio. El cambio de primer orden es conductual, es hacer las cosas más y menos. Si intentas bajar de peso, un paso en la dirección correcta sería comer menos y hacer más ejercicio. El cambio de primer orden es tan efectivo como solución rápida, pero el de segundo orden pasa la prueba del tiempo. Este cambio es conceptual, es una cuestión mental. Es reescribir la historia.

¡Cambia tu historia; cambia tu vida!

EL PEQUEÑO DE LA CAMADA

Cuando Bo Eason tenía nueve años dibujó un autorretrato en un trozo de papel. He visto el dibujo de cerca y en persona. La figura de palitos no era algo impresionante, artísticamente hablando. Lo que me llamó la atención fue la leyenda que estaba detrás: «El mejor safety de la NFL».

Esa era la meta que Bo se puso a sí mismo a los nueve años. Solo había un pequeño problema con esa meta del tamaño de Goliat, y lo digo literalmente. En el primer entrenamiento de Bo con su equipo de la preparatoria, midieron y pesaron a cada jugador. Bo no daba la talla. Medía cinco pies de altura (1,50 m) y pesaba cien libras (45 kg). Según la expresión del entrenador, Bo Eason no tenía nada que hacer en el fútbol americano.

Luego de la práctica, Bo le dijo a su papá: «El entrenador cree que soy muy pequeño para jugar». Sin perder tiempo, su papá le dijo: «¿Midieron tu corazón?». ¡Todo lo que deseo es tener un momento así como padre! Él contuvo esa caída, pero se pone aún mejor. Su padre le contó una historia que cambiaría su guion y su identidad.

Nada es más valioso para un granjero que su perro pastor. Como antiguo peón de granja, su padre lo sabía. El perro pastor hace el trabajo de diez hombres, arrea el ganado y lo lleva hacia donde el granjero quiere que vaya. Cuando estos perros tienen cachorros, el granjero identifica al más pequeño de la camada atando un hilo alrededor de su cuello. Después de doce semanas, regala todos los cachorros menos al más pequeño. ¿Por qué? Como dijo el padre de Bo: «El más pequeño siempre tiene que trabajar más duro para sobrevivir contra sus hermanos y hermanas mayores. Siempre. Por eso, se convierte en el más inteligente, el más rápido y determinado. De todos los cachorros, el corazón del más pequeño es el más grande. El granjero apuesta su vida a eso».