• Quejarse

Carlos Warter M.D. - Vive tu Vida

Aquí puedes leer online Carlos Warter M.D. - Vive tu Vida texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2000, Editor: Hay House, Género: Ordenador. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Carlos Warter M.D. Vive tu Vida

Vive tu Vida: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Vive tu Vida" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Este libro te mostrará cómo recuperar lo que es sagrado en tu vida. Doce pasos establecidos para ayudarnos a entrar en contacto con nuestra esencia verdadera y para brindarnos la habilidad de aplicar nuestras energías en pos de una acción positiva, a nuestro servicio y al ajeno, y en beneficio de la expresión del flujo energético de la vida misma.

Carlos Warter M.D.: otros libros del autor


¿Quién escribió Vive tu Vida? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Vive tu Vida — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Vive tu Vida " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

1998 Carlos Warter Hay House Inc PO Box 5100 Carlsbad CA 92018-5100 - photo 1

© 1998 Carlos Warter

Hay House, Inc., P.O. Box 5100
Carlsbad, CA 92018-5100
(760) 431-7695 • (760) 431-6948 (fax)

Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.

ISBN: 1-56170-664-7

Picture 2PRINTEDIN CANADA

GRACIAS

A Dios, que me da el Ser.

A mis padres, que facilitaron mi presencia en este mundo.

A sus ancestros, que legaron su linaje espiritual y terrenal.

A mi esposa Carolina, cuya presencia y compañía expanden el amor de mi existencia.

A mis hijos Alexandra, Charles Elliot Benjamin, David-Gabriel. y Nicholas-Michael, que iluminan el futuro.

A todos aquellos maestros que me enseñaron a dejar lo superfluo.

Al Amor, que nos mueve a todos a servir.

A todos ustedes, lectores, que con su libertad y autonomia espiritual enriquecen mi compartir.

Gracias.

Carlos Warter, M.D.

Reconocimientos

Humildemente agradezco a mis colegas en la World Health Foundation for Development and Peace y Heartnet International.

A mis educadores en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile.

A los múltiples colaboradores durante los años de Fundación Gota de Miel, ECW Internacional y la International University of Professional Studies.

Especialmente a las señoras Henny Trayles, Cora Kamman y Betiana Blum, por su abnegada colaboración en la Argentina.

H ace muchos años fuí contratado como médico residente en los servicios de - photo 3

H ace muchos años, fuí contratado como médico residente en los servicios de pediatría de la prestigiosa universidad Harvard de los Estados Unidos. Las actividades me demandaban jornadas interminables de trabajo, ya fueran de investigación o de contacto con pacientes. Un día tuve el privilegio de ser invitado a cenar por una persona que era algo así como el modelo de todos los residentes, un viejo profesor que había escrito muchísimos libros sobre la materia y que todos soñaban con imitar o igualar. Yo tenía veintitrés años, en ese momento, y este eminente profesor más de setenta. La invitación a cenar era en su casa, a solas, y tenía por objeto familiarizarme con la vida en la universidad. Ya en esa época, yo me caracterizaba por tener facilidad para conversar íntimamente con personas de todo tipo, y luego de dos o tres whiskies, el viejo profesor dejó de lado la conversación sobre la universidad y empezó a contarme en detalle algunos aspectos de su vida personal y familiar, que no eran precisamente algo que yo esperaba y deseara para mi futuro.

Su situación familiar era un desastre. La carencia de valores era total. La relación con su esposa y sus hijos se hallaba en un estado de notable deterioro y él se refugiaba en su actividad profesional para olvidar los incontables problemas familiares que lo esperaban en su casa. Yo admiraba su posición en la universidad, sus conocimientos y la esfera de influencia que había desarrollado. Era un excelente pediatra e investigador, contaba con el respeto de todos sus colegas y con la admiración de todos los estudiantes y residentes. Su desahogo prosiguió hasta muy tarde en la noche, y al ver la hora y la forma en que nevaba, el profesor dijo que podía quedarme a dormir en su casa y volver al hospital en la mañana. La casa quedaba a una hora de la ciudad y tenía muchas habitaciones, amplios y lujosos ambientes; era una mansión enorme con vista al mar en las afueras de Boston. Me acompañó al piso alto y dijo: “Puede ocupar esta habitación, si le parece”. Entré en esa habitación y era una suite preciosa, con un baño privado enorme y todo tipo de detalles suntuosos. A pesar del cansancio que tenía no me pude dormir. Sólo pensaba en este hombre, dueño de un prestigio incomparable y tan olvidado de su esencia y quebrado por dentro a causa de su situación personal. He hice el siguiente razonamiento: “Si yo sigo en ésta carrera, cada día me iré deshumanizando más, porque la presión de la competitividad hace que me tenga que especializar y dedicar cada vez más profundamente a sobrevivir en este ambiente. En tres años más puedo convertirme en ayudante de cátedra. Una vez terminada la residencia, puedo llegar a ser profesor asociado y, si todo va bien en esta vertiginosa carrera en la que tengo que sacrificar casi todo lo ajeno a ella, lograré ser profesor titular y merecer los honores que merece este hombre. Pero estaré profundamente condicionado y profundamente ajeno a todo aquello que no sea mi especialidad técnica”. Y llamo ajeno, al estado de conciencia en que uno se halla totalmente olvidado de sí mismo como ser humano. Ya no se trataba de falta de tiempo para la música, la lectura o el deporte, sino como un olvido de mi propio respirar incluso. Y me pregunté si yo quería eso para mí, cuando podía ver que ese modelo de vida era algo vacío, que carecía de espiritualidad, que carecía de humanidad y variedad, que carecía de alegría, entusiasmo y agradecimiento, a causa de las presiones que implicaba. Le di vueltas al asunto, preocupado. Finalmente, al amanecer, decidí abandonar esa carrera. E hice una elección. La elección fue sencilla: todo lo que yo sabía, lo que tenía y lo que fuera a conseguir en mi vida estaría al servicio del despertar de una conciencia integral como ser humano, que había vislumbrado previamente durante mi adolescencia y durante el tiempo que estudié en la facultad de medicina, cuando notaba que todos a mi alrededor querían transformarse en especialistas, en expertos en “parcialidades” y nadie se daba cuenta de la totalidad del ser humano que yo estaba experienciando. Recuerdo que en esa época siempre me preguntaba: “¿Qué pasará con tal paciente de cirugía? ¿Esa operación no va a inutilizarlo para el resto de sus actividades?” Y mis docentes contestaban que no, porque ni siquiera intentaban ver las cosas con otro enfoque que no fuera el de su especialidad. Esa noche fué un momento muy importante para mí. Produjo un vuelco, un giro, que me comprometió en un camino en que las prioridades se reordenaron según su verdadera necesidad, a la luz de un principio fundamental: nuestra vida no debe regirse por lo que nos gusta o por lo que nos disgusta meramente. La gente muchas veces hace algo que le disgusta durante años, y cuando logra una recompensa determinada, se permite hacer lo que le gusta, como premio. Pero hay algo superior al gusto y al disgusto, y esa noche supe que era el compromiso de saber para qué nace cada ser humano y cómo pone su capacidad al servicio de los demás. Era fundamental el compromiso con recobrar lo sagrado en la vida.

En nuestra vida cotidiana nos encontramos sumidos en infinidad de preocupaciones. Consideramos que nuestra supervivencia depende de la resolución de cada una de ellas, sean en el área afectiva o de nuestra salud, en lo laboral o en la educación. Pero rara vez pensamos que éstas preocupaciones son consecuencia de un desfasaje mayor, de algo más importante que hemos olvidado o a lo cual no prestamos la suficiente atención. Me refiero a que el protagonista de nuestras vidas es cada uno de nosotros: yo protagonizo mi vida, tú protagonizas tu vida, y así sucesivamente. A causa de la vertiginosa velocidad en que nos suceden las cosas día tras día, no nos damos cuenta de eso y tampoco nos damos cuenta de que los demás están en una situación similar. El propósito de éste libro no es analizar cada una de las situaciones que tanto nos preocupan y a veces no sabemos resolver. Este libro no es una guía de soluciones rápidas para cualquier inconveniente físico, laboral, afectivo, educativo o espiritual. Pretende, en cambio, volver nuestra atención a un hecho asombrosamente simple, que todos conocemos y muchas veces no valoramos en su justa medida. Estamos vivos. Somos seres humanos vivos. Yo lo soy, la persona que está a mi lado lo es. Y todo ser humano desea alcanzar un desarrollo integral y pleno de cada una de sus capacidades. ¿No es lógico, entonces, partir de esa premisa fundamental que es la vida humana en sí? Esta primera pregunta que nos hacemos se desdobla en tres: ¿Quién soy? ¿Por qué? ¿Para qué?

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Vive tu Vida»

Mira libros similares a Vive tu Vida. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Vive tu Vida»

Discusión, reseñas del libro Vive tu Vida y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.