Amelia Pereira Menaut - Lágrimas del alma

Lágrimas del
alma

AMELIA PEREIRA MENAUT

Título original: Lágrimas del alma

Primera edición: Abril 2016

© 2016, AMELIA PEREIRA MENAUT

© 2016, megustaescribir

Ctra. Nacional II, Km 599,7. 08780 Pallejà (Barcelona) España

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ISBN: Tapa Blanda 978-8-4911-2457-3

Libro Electrónico 978-8-4911-2458-0

CONTENIDO

INTRODUCCION

Este no es un libro de autoayuda en el que podamos leer, aprender y memorizar los pasos que podemos ir dando para salir del pozo en el que cada uno de nosotros esté inmerso. Considero que cuando uno está perdido en su mundo, atrapado en sus emociones y pensamientos, los libros de autoayuda no valen de mucho. "Autoayudarse" en estos casos resulta prácticamente imposible ya que razonamos con los mismos elementos de juicio y con los mismos pensamientos que hacen que nos encontremos mal, sin ser capaces de reconocer las causas de ese malestar.

Este es un libro que hará que conozcamos y entendamos el mecanismo de nuestra mente para que, a través de ese entendimiento, de saber quiénes somos y conocer cuáles son los resortes que tenemos en nuestro subconsciente (que son los que provocan de forma inconsciente y automática nuestras actuaciones en la vida), podamos aprender a dirigir el rumbo de nuestra existencia. De eso se trata, de efectuar ese cambio que tanto anhelamos de la manera más sencilla y más eficaz posible:

"Entendiendo la mente y entendiéndonos".

Recuerda que lo más importante es que te sientas tú mismo, que hagas uso de la terapia que resuene en tu corazón y que, a partir de ahí empieces a poner en marcha un nuevo camino. Este libro te ayudará a tomar decisiones vitales pero siempre debes guiarte por tu intuición, no sólo por lo que leas. Disponemos de mucha información, a veces demasiada, pero al mismo tiempo poseemos mucha más sabiduría de la que habitualmente utilizamos cuando nuestra vida no nos satisface. Puede que algunas de las aclaraciones o ideas que encuentres en este libro te parezca que no encajan ahora mismo contigo pero no hagas caso de ellas y sigue adelante, continúa leyendo, llegará un momento en que las entenderás con claridad, ten tu propio criterio y adapta dichas ideas con paciencia, a tu propia historia de vida.

Te doy la enhorabuena. Eres una persona que quiere e intenta mejorar en lugar de quedarse anclada esperando que la vida cambie por casualidad o por sí sola. Siempre hay que tomar acción.

Espero que la nueva manera de entender la mente que va a proporcionarte este libro, marcará un antes y un después en la vida; en TU vida.

"No es más que una idea, y una idea se puede cambiar" Louise L. Hay

¿Quién soy? Cuantas veces nos hemos hecho esta pregunta... ¿Quién soy? ¿Qué hago aquí? ¿Qué me pasa? ¿Por qué me encuentro siempre tan a disgusto? ¿Cómo puedo cambiar mi vida para sentirme bien?

Seguramente todos hemos escuchado en alguna ocasión que somos puro amor y pura luz, pero entonces ¿qué es lo que nos sucede para que siempre tengamos las mismas experiencias y nuestra vida sea precisamente, a lo largo de los años, la vida que no queremos tener?

Cuando nacemos somos perfectos, eso quiere decir que llegamos al mundo con talentos únicos, sin memorias (porque un recién nacido no tiene pasado), sin críticas, sin opiniones ni juicios. Nuestra mente es un folio en blanco donde van a empezar a escribir las personas que están a nuestro alrededor y a nuestro cuidado, en especial nuestros padres.

Desde el momento en que venimos al mundo, empezamos a percibir como es la vida a través de los que nos rodean: de sus caras, de los tonos de voz, del caso que nos hacen cuando necesitamos algo o cuando lloramos en la cuna, la alegría o la falta de ella que se respira en nuestra casa, etc. Estas experiencias y percepciones formarán y condicionarán nuestra vida de adultos.

Si nacemos en un hogar donde nuestros padres, abuelos, hermanos mayores son alegres y cariñosos nuestra percepción será que la vida es fácil, sencilla, alegre y que existe la amistad y el amor. Si por el contrario nos criamos con unos padres, abuelos, hermanos, que son negativos, temerosos, depresivos, para los que todo es un problema, vamos percibiendo que la vida es dura, difícil, complicada, que hay que tener miedo, que la gente no siempre es buena o que no nos podemos fiar de todo el mundo.

Y es ahí, en la cuna, donde empieza nuestra idea, nuestra visión, nuestra percepción de la vida, de las relaciones, del cariño desinteresado, de nuestra propia identidad, de nuestra auto-aceptación etc., que culmina cuando llegamos aproximadamente a los siete años.

¿Qué pasa entonces con nosotros desde que nacemos -como he dicho, nacemos perfectos- hasta que nuestra vida emocional ya está formada de manera, normalmente, no del todo afortunada? Hemos podido entender en el párrafo anterior que las ideas que van a manejar y configurar nuestra vida se forman a través de las percepciones y de las enseñanzas que recibimos de niños. Esta visión es interesante porque nos hace darnos cuenta de que, de la manera en que aprendamos a "ver" la vida de niños, va a depender casi en su totalidad, nuestro futuro de adultos, y no sólo en el campo emocional, sino en todos los ámbitos de la vida. Es conveniente entender esto porque empieza a mostrarnos la posibilidad de una salida a nuestros problemas. Hasta ahora hemos creído que "somos como somos porque sí y, además, ¿qué vamos a hacerle?", en cambio ahora nos damos cuenta de que todas las opiniones, prejuicios y "malos rollos" que tenemos en nuestra vida y en nuestras relaciones, no se dan porque algo en nosotros no "funcione" bien, sino que tienen su base en cosas aprendidas o percibidas en una primerísima etapa de la vida.

Es fundamental que seamos capaces de asimilar cómo hemos empezado a generarnos problemas. En principio solo se trata de entender que es lo que nos hace ser como somos, hasta ahora no hemos sido capaces de localizar el origen de nuestros desasosiegos. Otra cosa es que una vez que sepamos lo que nos impulsa a llevar la vida que no deseamos, nos resulte más o menos fácil poner en práctica lo que hayamos aprendido, pero no es difícil y mucho menos imposible; todo es cuestión de hábito, el mismo hábito que hemos practicado toda la vida, el que nos ha hecho ser como somos ahora; el que nos impulsa a actuar automáticamente y reaccionar sin pensar, ese hábito tenemos que desaprenderlo. Tenemos que cambiar esa respuesta automática y sustituirla por otra. Hasta ahora, lo que nos ha sucedido ha sido: a tal situación, tal respuesta automática, siempre la misma, y por mucho que intentamos razonar, no entendemos qué es lo que nos pasa. Esta es muy buena noticia, no hay nada predefinido en nosotros, no somos malas personas, no nos faltan cualidades que otros tienen, no tenemos ninguna tara. Todo en nosotros es un hábito que hemos adquirido y los hábitos pueden cambiarse.

LLevamos veinte, treinta, cuarenta o cincuenta años tratándonos mal a nosotros mismos, pensando con relativa frecuencia que hay algo "raro" en nosotros, censurándonos, afeándonos, poniéndonos ante los demás en el último lugar..., y el resultado ya lo conocemos. Es momento de decidirnos a tomar otra actitud, y para poder hacerlo, lo primero que necesitamos es conocer la raíz de nuestros problemas.