ENERGÍA SIN LÍMITES
Deepak Chopra
Traducción de Edith Zilli
Título original: Boundless Energy
Traducción: Edith Zilli
Ante la imposibilidad de contactar con el autor de la traducción, la editorial pone a su disposición todos los derechos que le son legítimos e inalienables.
1.ª edición: junio, 2013
© 1995 by Deepak Chopra, M.D.
© Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U.
Travessera de Gràcia, 47-49, 08021 Barcelona
Publicado por acuerdo con Harmony Books, una división de Crown Publishers, Inc. New York
ISBN: 978-84-9019-439-3
Maquetación ebook: Caurina.com
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Fatiga, energía y el cuerpo mecánico cuántico
La fatiga es la ausencia de energía física, intelectual y emocional; la fatiga crónica es una ausencia prolongada de esta energía. Sin embargo es probable que, por vivir en la sociedad occidental contemporánea, no necesites una definición de fatiga. Posiblemente estás ya bastante familiarizado con el problema. De hecho, existe una excelente posibilidad de que, en estos momentos, estés conviviendo con la fatiga crónica.
Pese a lo difundida que está la fatiga en la vida moderna, en realidad, es un fenómeno único, visto en relación con la naturaleza en su totalidad. Después de todo, en la naturaleza abundan la energía y la actividad decidida. Los pájaros despiertan temprano, cantan, construyen incansablemente sus nidos y recogen comida para su prole; las ardillas trepan a los árboles y saltan de rama en rama; en la primavera, la hierba y las flores parecen brincar sobre la tierra, con exuberancia y vitalidad.
Esta asombrosa energía no está presente sólo en el mundo biológico, sino también en el universo físico. Las olas se estrellan contra la costa; los ríos corren hacia el mar con increíble potencia; el viento aúlla, empujándolo todo ante sí; la tierra gira sobre su eje y alrededor del sol a increíble velocidad, y el sol mismo produce constantemente inconcebibles cantidades de luz y calor. Los físicos nos dicen que el universo no es sino un dinámico y palpitante campo de sobrecogedora energía.
Resulta desconcertante, ¿no? Con tanta energía en toda la naturaleza, ¿cómo es posible que alguien se sienta fatigado? ¿Por qué es la fatiga una experiencia diaria para millones de personas? ¿Por qué, para tantas de ellas, es la experiencia dominante de la vida?
La discrepancia entre el predominio de la fatiga crónica en nuestra sociedad y la abundante energía del mundo natural crea una paradoja preocupante. Pero también proporciona una clave importante para descubrir la solución real de la fatiga crónica. En este libro aprenderás muchas técnicas para restablecer tu conexión con la naturaleza; más específicamente, aprenderás a descubrir las fuentes naturales de energía que ya están dentro de ti.
Antes de pasar a las soluciones, estudiemos con más atención el problema de la fatiga en nuestra sociedad, para hacernos una idea de su alcance.
La fatiga es una de las quejas que la gente plantea con más frecuencia a los médicos. Un estudio reciente, publicado en el Journal of the American Medical Association , descubrió que el 24 por ciento de los pacientes consultados al azar en la sala de espera de una clínica de medicina general padecían de fatiga crónica. Las mujeres presentaban una tasa de fatiga más alta que los hombres: había un 28 por ciento de fatigadas, contra un 19 entre los hombres, pero aun así la incidencia entre éstos era casi de uno cada cinco.
Si bien no caben dudas de que la fatiga es una presencia constante en la vida de millones de norteamericanos, también es uno de los padecimientos más esquivos para la evaluación médica; rara vez se puede aislar una causa definitiva. Con esto no sugiero que no debas efectuarte un control médico si experimentas una fatiga profunda y persistente, que dure varias semanas; puede existir una causa evidente y de fácil tratamiento, como la anemia, un problema de tiroides, hepatitis, diabetes, mononucleosis, problemas renales u otros males crónicos. Recomiendo un examen médico para descartar estas causas posibles, pero también quiero destacar que, en una abrumadora mayoría de afectados por la fatiga crónica, no se puede descubrir ninguna causa física específica. Por cierto, éste puede ser el hallazgo individual más importante en los muchos estudios que analizaron el problema.
Para los propósitos de este libro, la fatiga crónica representa una notable falta de energía que ha estado presente durante un mes o más. Esto se diferencia mucho de la fatiga aguda, generalmente causada por las exigencias de situaciones específicas, tales como la necesidad de estudiar concentradamente para un examen o de terminar un trabajo en la fecha fijada. En general, la fatiga aguda desaparece con el paso del tiempo y un poco de descanso adicional. Las personas afectadas de fatiga crónica, en cambio, sienten cansancio incluso después de descansar. De hecho, es bastante común que se sientan cansados en cuanto despiertan, por la mañana, y aún más después de haberse levantado. Obviamente el sueño por sí solo no basta para resolver el problema de la fatiga crónica.
Resumiendo, pues, podemos definir la fatiga crónica como una fatiga que ha durado por un mes, al menos, que está presente todos o casi todos los días y que no se cura con sueño o descanso.
LA CONEXIÓN MENTE-CUERPO Y EL SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA
Pese a la extendida incidencia de la fatiga crónica en toda la población, es probable que mucha gente subestime su impacto sobre la vida normal. Los estudios demuestran que la fatiga crónica puede ser tan debilitante como otras enfermedades serias, tales como una enfermedad de tiroides no tratada o un ataque cardíaco reciente. Esto es aún más notable cuando se piensa en el hecho de que la abrumadora mayoría de los afectados no tienen una clara causa física del problema.
A falta de esa causa, ha quedado en claro que la mayoría de los casos sufre la fuerte influencia de factores emocionales y psicológicos. Por ejemplo: según los estudios, hasta un ochenta por ciento de los fatigados crónicos obtienen un puntaje más elevado que lo normal en los tests psicológicos de depresión o ansiedad. Esto origina una idea muy importante (la conexión mente-cuerpo) que será el tema central de este libro. Tu mente y tus emociones pueden ser grandes fuentes de energía o grandes derroches de ella; la elección corre enteramente por tu cuenta. En las páginas siguientes exploraremos este concepto.
Sin embargo, antes de continuar es importante mencionar a un subgrupo de personas que padecen una versión especialmente severa de fatiga, que se ha dado en llamar «Síndrome de Fatiga Crónica». El SFC es una dolencia específica, reconocida por la medicina al promediar la década de los ochenta. Aunque en la actualidad no hay, entre los profesionales de la salud, un acuerdo firme con respecto a la causa del problema, existen evidencias de que podría involucrar una infección virósica y el mal funcionamiento del sistema inmunológico.
Ciertos datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades norteamericano indica que el verdadero SFC afecta a un número de entre cien mil y doscientos cincuenta mil adultos en toda la nación. Estas personas experimentan un tipo de fatiga suficientemente intenso y persistente como para reducir las actividades cotidianas normales en un cincuenta por ciento, por lo menos, durante un mínimo de seis meses, e incluye también síntomas fisiológicos específicos que distinguen el SFC de una simple falta de energía. Los pacientes suelen dormir doce horas diarias o más, pero encuentran grandes dificultades para realizar sus tareas cotidianas, debido al agotamiento. Los individuos afectados por el tipo habitual de fatiga generalmente se las arreglan para cumplir con sus actividades diarias; en cambio, quienes padecen el síndrome de fatiga crónica se ven realmente incapacitados por su dolencia. El SFC también suele incluir síntomas físicos tales como fiebre leve, dolor de garganta recurrente, nódulos linfáticos doloridos, dolor o debilidad muscular, dolores de cabeza o en las articulaciones. El sueño no parece servir de ayuda y también pueden presentarse problemas de concentración y memoria a corto plazo.
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