RICH DAD
ADVISORS
La serie de libros de Rich Dad Advisors fue creada para transmitir contenidos educativos que apoyan la serie de bestsellers internacionales de Robert Kiyosaki, Padre Rico, Padre Pobre, y las series de Rich Dad. En Padre Rico, Padre Pobre, el libro número 1 de finanzas personales de todos los tiempos, Robert presentó los principios y la filosofía de padre rico y preparó el escenario para los mensajes que han cambiado el contexto y la manera en que el mundo piensa respecto al dinero, los negocios y las inversiones.
La serie de libros de Rich Dad Advisors ha vendido más de dos millones de copias en todo el mundo. Pronto se publicarán nuevos títulos que buscan extender su alcance y profundidad.
Padre Rico, Padre Pobre es el libro más exitoso sobre finanzas personales de nuestra generación. En los últimos 15 años sus mensajes han inspirado a millones de personas y han influido en decenas de millones de vidas en más de 100 países. Los libros de Rich Dad continúan formando parte de las listas internacionales de bestsellers porque sus mensajes siguen haciendo eco en lectores de todas las edades. Padre Rico, Padre Pobre ha logrado levantar el velo de la confusión, el miedo y la frustración respecto al dinero, y lo ha remplazado con claridad, verdad y esperanza para toda persona dispuesta a comprometerse con el proceso de educarse en el aspecto financiero.
Para cumplir con la promesa del alfabetismo financiero y de la libertad última, Robert Kiyosaki formó su propio equipo de confiables asesores personales, todos ellos expertos en sus respectivos campos. Este equipo produce la única serie completa de libros didácticos y programas que llevan los mensajes de Rich Dad al mundo y que les brindan a todos los lectores los procesos detallados para generar riqueza e ingresos en los negocios, la inversión y la actividad empresarial.
Lee el libro que dio inicio a todo
Robert Kiyosaki ha desafiado y cambiado la forma en que piensan sobre el dinero decenas de millones de personas alrededor del mundo. Debido a opiniones que a menudo contradicen la sabiduría tradicional, Robert se ha ganado la reputación de autor candoroso, irreverente y valeroso. Es considerado en el mundo entero como un defensor apasionado de la educación financiera.
Padre Rico, Padre Pobre…
Destruirá el mito de que para volverte rico debes tener ingresos elevados
Desafiará la creencia de que tu casa es un activo
Les mostrará a los padres por qué no pueden confiar en que el sistema escolar les enseñará a sus hijos lo necesario sobre el dinero
Definirá de una vez por todas lo que es un activo y lo que es un pasivo
Te dirá qué enseñarles a tus hijos sobre el dinero para que alcancen el éxito financiero en el futuro
Padre Rico, Padre Pobre, ¡el libro número 1 de finanzas personales de todos los tiempos!
¡Ordena tu ejemplar hoy mismo en richdad.com!
RICH DAD
Agradecimientos
Antes que nada, me gustaría agradecerle a Gerri Detweiler, nuestra editora colaboradora, por sus valiosas aportaciones, su ayuda y su conocimiento especializado. Todo esto sirvió para mejorar el contenido de este libro de forma significativa. Me gustaría agradecerle a Brandi MacLeod todos sus esfuerzos para dar forma, revisar y ayudar a que el manuscrito avanzara. Asimismo, quiero agradecer a Robert y Kim Kiyosaki, Scott Bilker y Tom Quinn por sus útiles opiniones y anécdotas. Aprecio profundamente las contribuciones de todos.
Finalmente, me gustaría agradecer a los productores, directores y el equipo de utilería de la película Wanted de Universal Pictures con Angelina Jolie y Morgan Freeman. Elegir este libro para darle forma al personaje de James McAvoy fue una idea genial.
Índice
Prólogo de Robert Kiyosaki
Adoro mis tarjetas de crédito
Primera parte
El crédito y la deuda
Capítulo 1
Introducción al sistema crediticio
Capítulo 2
La psicología de la deuda
Capítulo 3
Los efectos de la deuda en la salud
Capítulo 4
Vence a los prestamistas en su propio juego
Capítulo 5
Consolidación de la deuda
Capítulo 6
Obtén ayuda
Segunda parte
Medidas de emergencia para situaciones críticas de deuda
Capítulo 7
Problemas con créditos automotrices
Capítulo 8
Problemas con hipotecas
Capítulo 9
Préstamos estudiantiles
Capítulo 10
Cuando debes impuestos
Capítulo 11
Asuntos militares
Capítulo 12
Cobradores de deuda
Tercera parte
El gran crédito
Capítulo 13
Reportes de crédito: tu boleta de calificaciones para toda la vida
Capítulo 14
Calificaciones del crédito
Capítulo 15
Reparación del historial crediticio
Capítulo 16
Problemas comunes de los reportes de crédito
Capítulo 17
Estafas
Capítulo 18
Cómo ganar en el juego del crédito
Prólogo
de Robert Kiyosaki
Adoro mis tarjetas de crédito
A finales de la década de los ochenta asistí a un seminario para alcanzar el éxito financiero. El instructor era un joven y carismático orador que no dejaba de hablar de los peligros de la deuda ni de repetir: “La deuda es mala. La deuda es tu enemiga. Sal de deudas en cuanto puedas”. Al mirar alrededor vi que en el salón había aproximadamente 50 personas y que la mayoría asentía con la cabeza.
Poco antes del descanso, el joven orador dijo: “De acuerdo, ¿están listos para cortar sus lazos con la esclavitud de la deuda?” Casi todos asintieron. “Si están listos para cortar los lazos, pónganse de pie, saquen sus tarjetas de crédito y levántenlas para que todos puedan verlas.” La mayoría de los asistentes se puso de pie de inmediato, pero varios, incluyéndome, sólo miramos alrededor preguntándonos si deberíamos hacer lo mismo o no. Poco a poco, los que estábamos sentados nos fuimos poniendo de pie. Pensé que, como había pagado por el seminario e invertido tanto tiempo, tal vez debería continuar con el proceso para ver qué podía aprender. Sostuve mi tarjeta de crédito nivel oro frente a mí y una asistente con una sonrisa en el rostro me entregó unas tijeras. “Muy bien, alumnos, corten sus tarjetas por la mitad”, indicó el instructor. Entonces escuché el sonido de las tijeras cortando el plástico y, al mismo tiempo, varias personas dieron alaridos conmocionadas, otras gruñeron y otras incluso lloraron. Yo corté mi tarjeta y me quedé en silencio, atontado, a la espera de que algún tipo de iluminación me embargara. Pero no sucedió nada, sólo continué como anestesiado. Aunque había tenido problemas con las tarjetas de crédito a finales de los setenta, cuando mi negocio de carteras de nailon y Velcro se empezó a desmoronar, tiempo después saldé mi deuda y empecé a usar mis tarjetas de una forma más responsable. Por eso no tuve la misma reacción catártica que algunas de las otras personas que cortaron las suyas por la mitad.
Menos de una semana después llegó por correo el remplazo de mi tarjeta de crédito oro y yo, muy feliz, volví a usarla. A pesar de que después de cortar la otra tarjeta en el seminario no tuve una epifanía, este ejercicio me concientizó más respecto al gran problema que puede representar el uso y el abuso del crédito en la vida de una persona. Hoy en día veo con frecuencia a muchos mal llamados expertos financieros que proclaman lo mismo que aquel instructor dijo hace años: “Sal de deudas”, “Corta tus tarjetas de crédito por la mitad”, “Mete tus tarjetas al congelador”. Estos consejos me causan problema porque, en buena parte, tienden a echarle la culpa a la tarjeta en lugar de a la falta de control y de educación financiera del usuario de la misma. Culpar a una tarjeta de crédito por las dificultades económicas de alguien es como decir que mis palos de golf son la razón de mi buen puntaje.
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