Conocí a Robert Kiyosaki en 2004. En 2006 escribimos juntos un libro que fue un éxito editorial y ahora que nos acercamos a 2008, veo con más claridad que lo que Robert dice y enseña ha cobrado mayor importancia. En este momento la educación financiera es crucial para nuestro país y la autoridad de Robert en este campo es indiscutible.
Robert y yo hemos compartido las mismas preocupaciones y también hemos transitado por caminos similares como maestros y hombres de negocios. Ambos tuvimos padres adinerados que nos ayudaron a moldear nuestra vida, nuestro espíritu y muchos de nuestros éxitos. Ambos somos empresarios e inversionistas en bienes raíces, y somos exitosos porque contamos con una educación financiera. Sabemos que ésta es importante y tomamos muy en serio nuestro conocimiento en la materia. Robert dijo alguna vez: “Lo que le permite a la gente procesar y convertir en conocimiento la información económica es la educación financiera, pero la mayoría de la gente carece de la misma a pesar de que ésta le ayudaría a tomar las riendas de su vida.” Estoy totalmente de acuerdo con eso.
Algo que noté de inmediato en Robert es que no es autocomplaciente, él es sumamente exitoso porque le encanta su trabajo. Ésa es otra característica que tenemos en común, y tú tendrás la fortuna de recibir todos sus consejos. Tal como dije en Queremos que seas rico: “¿De qué sirve saber mucho si no compartes tu conocimiento?” En cada libro que escribe, Robert responde a esa pregunta. En verdad eres afortunado de que comparta contigo su experiencia.
Uno de los primeros pasos que tienes que dar para tener un mejor manejo del dinero y volverte rico consiste en aprovechar cada oportunidad que se presente, y una de ellas está entre tus manos en este mismo instante. Mi consejo es que leas Incrementa tu IQ financiero, de la serie Padre Rico, con mucha atención y así tomarás el camino correcto hacia la libertad financiera y el éxito. Por cierto, nunca dejes de pensar en grande. ¡Nos vemos en el círculo de ganadores!
Nota del autor
El dinero no es un mal
Una de las grandes fallas del sistema educativo es no proveer educación financiera a los estudiantes. Al parecer, los maestros piensan que el dinero tiene una mancha casi religiosa y que el gusto por el dinero es la raíz de todo mal.
Como la mayoría sabe, no es el gusto por el dinero lo que ocasiona el mal, sino la carencia del mismo. El mal es trabajar en un empleo que odiamos, trabajar duro y no ganar lo suficiente para mantener a nuestras familias. Para algunas personas, lo funesto es permanecer altamente endeudados. Pelear por dinero con quienes amas, ser avaricioso y cometer actos criminales o inmorales para obtenerlo, también es malévolo. El dinero por sí mismo no es un mal, es simplemente dinero.
Tu casa no es un activo
La falta de educación financiera ocasiona que la gente haga tonterías o se deje guiar por incompetentes. Por ejemplo, cuando publiqué en 1997 Padre rico, padre pobre y afirmé: “Tu casa no es un activo… es un pasivo”, muchos protestaron de inmediato. Tanto yo como el libro fuimos criticados con severidad y muchos autoproclamados expertos financieros me agredieron en los medios. Diez años después, en 2007, los mercados crediticios se desmoronaron y millones de personas se precipitaron en una caída libre financiera. Algunos perdieron su casa, otros se declararon en bancarrota o, debido a la caída en el valor de los bienes raíces, comenzaron a pagar más por sus inmuebles de lo que éstos valían. Todos descubrieron con pena que, en realidad, sus casas eran pasivos, no activos.
Dos hombres, un mensaje
En 2006 escribí, en colaboración con mi amigo Donald Trump, el libro titulado Queremos que seas rico. En él entablamos una discusión acerca del por qué la clase media se estaba quedando atrás y hablamos sobre las posibles razones de este declive. Dijimos que muchas de las causas se encontraban en los mercados globales, gubernamentales y financieros. Los medios financieros también arremetieron contra ese libro pero, hacia 2007, buena parte de lo que en él se mencionó se hacía realidad.
Consejos obsoletos
En la actualidad muchos expertos financieros continúan recomendando: “Trabaja duro, ahorra dinero, salda deudas, gasta lo menos posible y diversifícate.” El problema de estos consejos es que son malos consejos, sencillamente porque son obsoletos. Las reglas del dinero cambiaron en 1971 y ahora existe un nuevo capitalismo. Ahorrar dinero, saldar deudas y diversificarse funcionaba bien en la era del antiguo capitalismo. En la era del nuevo capitalismo, quienes obedezcan el mantra de “trabaja duro y ahorra dinero”, tendrán problemas financieros.
Información versus educación
En mi opinión, la falta de educación financiera en el sistema educativo es un hecho cruel y vergonzoso. Este tipo de educación es absolutamente esencial para la supervivencia en el mundo de hoy, sin importar si somos ricos o pobres, astutos o tontos.
Como casi todos sabemos, vivimos en la Era de la Información, cuya mayor dificultad es la sobrecarga de datos: hay demasiada información. La siguiente ecuación muestra por qué es tan importante la educación financiera.
Información + Educación = Conocimiento
Sin educación financiera no se puede procesar la información para convertirla en un conocimiento útil y sin conocimiento financiero la gente sufre en el aspecto económico. Sin él, hace cosas como comprar una casa y pensar que ésta es un activo, o ahorrar dinero sin darse cuenta de que, desde 1971, su dinero sólo sirve como medio de cambio. La gente tampoco sabe por qué los ricos ganan más dinero y pagan menos impuestos; o por qué el inversionista más rico del mundo, Warren Buffett, no se diversifica.
Saltos suicidas
Quienes no tienen conocimiento financiero buscan la ayuda y asesoría de otras personas: expertos que, generalmente, recomiendan trabajar duro, ahorrar dinero, pagar deudas, gastar lo menos posible y diversificarse. Al igual que ratas suicidas que simplemente siguen a su líder, estas personas se lanzan desde un precipicio hacia el océano de la incertidumbre financiera, con la esperanza de poder nadar hasta la otra orilla.
Éste no es un libro sobre consejos financieros
Este libro no te dirá qué hacer; no hay consejos financieros en él. Este libro es sobre cómo volverte más astuto en el aspecto económico para que puedas procesar tu propia información y encontrar un camino hacia el nirvana financiero.
En resumen, este libro es sobre cómo ser más inteligente para ser más rico; es decir, cómo incrementar tu IQ financiero.
Introducción
¿El dinero realmente enriquece?
La respuesta es: no, el dinero por sí mismo no enriquece. Todos conocemos gente que trabaja todos los días, gente que, aunque trabaja por dinero y lo obtiene, no se hace más rica. Irónicamente, hay muchas personas que con cada dólar que ganan se endeudan más. Hemos escuchado historias sobre gente que ganó la lotería: ganadores instantáneos que se volvieron inmediatamente pobres de nuevo. También hemos oído historias sobre bienes raíces que son rematados. En lugar de ayudar a quienes los poseen para que obtengan más dinero o seguridad financiera, los bienes raíces los sacan de sus hogares y los llevan al albergue de los necesitados. Muchos conocemos a personas que perdieron dinero al invertirlo en la bolsa de valores; tal vez tú eres una de ellas. Inclusive la inversión en oro, el único dinero real en el mundo, puede resultar costosa para el inversionista.