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SINOPSIS
¿Te has preguntado por qué durante años nos ha parecido normal que los bebés coman papillas y beban leche artificial en biberones? Detrás de esta pregunta por desgracia están empresas multinacionales y su gran negocio.
El Baby-Led Weaning ha llegado para quedarse. Se trata de una forma de alimentación en que a partir de los 6 meses se cede el control a los niños sobre qué, cómo y cuánto comer, siempre en un marco de seguridad. El BLW significa alimentar a tu bebé con «comida normal» de una forma más natural y respetuosa. Sin tener que prepararle nada especial, comiendo lo mismo que come el resto de la familia siempre que sean alimentos saludables.
En Con mis manitas no encontrarás recetas para bebés, encontrarás recetas que podrá tomar tanto tu bebé de 6 meses como el resto de la familia para hacer más fácil tu día a día. Desde desayunos originales, pasando por platos veganos y vegetarianos, hasta propuestas sencillas de carnes y pescados, descubrirás montones de ideas para organizar menús ricos y saludables para todos los miembros de la familia.
CLARA FARRÀS
CON MIS
MANITAS
Descubre
el Baby-Led Weaning
Recetas saludables
para toda familia
Este libro debe interpretarse como un volumen de referencia. La información que contiene está pensada para ayudarte a tomar decisiones adecuadas respecto a tu salud y bienestar. Ahora bien, si sospechas que tienes algún problema médico o de otra índole, la autora y el editor te recomiendan que consultes a un profesional.
A Santi, Nil y Aran
INTRODUCCIÓN
¿Te has preguntado por qué durante años nos ha parecido normal que los bebés coman papillas y beban leche artificial en biberones?
Detrás de esta pregunta, por desgracia, se encuentran empresas multinacionales y su gran negocio. Grandes y agresivas campañas de marketing están haciendo que por lo menos tres generaciones hayan desnaturalizado la lactancia y la alimentación infantil.
¿Te has planteado por qué se venden alimentos infantiles en las farmacias? ¿O por qué la alimentación infantil es más cara? Sí, porque es un gran negocio; cualquier madre o padre quiere lo mejor para su bebé, y nos parece que si pagamos más, es mejor.
Durante toda mi vida tenía dibujada en mi mente una idea de la maternidad totalmente distinta a lo que ha sido para mí, en gran parte distorsionada por la publicidad y el marketing de la industria alimentaria y por la presión social.
Yo siempre había imaginado una maternidad como la que veíamos en la televisión: el bebé dormiría solo en su habitación, habría despertares nocturnos para preparar biberones, cocinar papillas y purés; habría que hacer el avión, distraer al pequeño con las llaves de casa o con algún juguete para obligarle a comer otra cucharada de un puré insípido que él después escupiría por toda la mesa.
Muy lejos está esa fotografía de lo que ha sido realmente para mí la maternidad. Nunca antes había oído hablar del colecho, de la crianza con apego, de la disciplina positiva, de la mal llamada lactancia prolongada, de la alimentación respetuosa o Baby-Led Weaning hasta que fui madre por primera vez.
A nosotros nos encanta el colecho y mucho. Además, nos resulta más fácil consolar a nuestros hijos cuando se despiertan por la noche, porque tanto si duermen contigo como si no, ¡se despertarán por la noche durante años! No tengas prisa en enseñarle a dormir solo, hay cosas más importantes, como aprender a gatear, a caminar, a comer, a hablar… Ahora que, si decides dormir con tu bebé, prepárate para oír de todo menos cosas bonitas. Pero cada una tiene que elegir cómo criar a su bebé sin ninguna presión social. No puedo entender por qué le molesta tanto a la gente el colecho y que demos el pecho más allá de un año. Espero que en un futuro esté mucho más normalizado, porque ya hay estudios que demuestran los enormes beneficios tanto del colecho como de la lactancia durante años.
Recuerdo que, cuando tuve mi primer hijo, todo el mundo me decía: «¿Le vas a dar el pecho? ¿Hasta cuándo?» Y yo respondía: «No sé, hasta que me canse.» No lo tenía planificado. Al cabo de unos años, las mismas personas me decían: «¿Pero todavía das el pecho? ¿Hasta cuándo le vas a seguir dando? Lo estás malcriando.» Yo respondía lo mismo: «No lo sé, le daré el pecho hasta que me apetezca…» Incluso el pediatra me dijo que si le daba teta más allá del año, le provocaría caries.
Con la introducción de los sólidos me pasó lo mismo. Todo el mundo me decía hacia los cuatro meses: «¿Ya has empezado con las papillas?» Yo pensaba, como la mayoría de las madres y padres, que entre los cuatro y los seis meses tocaba darle papillas y purés, comida «especial» para él. Pero algo dentro de mí me decía que esto no era muy natural, no era lo que yo y mi hijo queríamos. Realmente me daba mucha pereza tener que cocinar algo especial para él, diferente a lo que nosotros comíamos, tres veces al día.
Empecé a buscar información y encontré en algún libro algo de la alimentación mixta, una mezcla de comida normal y purés. Cuanto más se acercaba la fecha de los seis meses, más información encontraba en internet, sobre todo en blogs extranjeros. Fue entonces cuando descubrí el Baby-Led Weaning:«Alimenta a tu bebé con comida real, sin tener que cocinar nada especial, que él coma solo y respetando su saciedad.»
En ese momento había poca información en castellano sobre el BLW, y es cuando decidí abrir un blog. Así nació el blog Happy BLW, , para compartir mi experiencia como madre y las deliciosas y saludables recetas que le iba ofreciendo a nuestro hijo.
Para mí fue un grandísimo alivio descubrir una forma más natural de alimentar a nuestro hijo que todo lo que había visto hasta entonces.
Decidí llamarlo Happy BLW porque el momento de comer no tiene que convertirse en una batalla, llantos, castigos ni obligaciones. ¡El momento de comer tiene que ser un momento feliz, de descubrimiento y de aprendizaje en familia!
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