O H D IOS
L A SANGRE DE NUESTRO HIJO HA MULTIPLICADO EL FRUTO DEL E SPÍRITU EN EL TERRENO DE NUESTRAS ALMAS ;
POR ESO, CUANDO SUS ASESINOS SE LEVANTEN DELANTE DE TI EN EL DÍA DEL JUICIO
RECUERDA EL FRUTO DEL E SPÍRITU POR EL CUAL ELLOS HAN ENRIQUECIDO NUESTRA VIDA . Y PERDONA .
— Obispo Hassan Dehqani-Tafti de Irán
Contenido
P RÓLOGO
D urante mis muchos años como pastor, he visto cuánta destrucción y enfermedad acarrea un espíritu que no perdona. No es posible exagerar el daño emocional, espiritual y físico que se produce cuando rehusamos perdonar.
Alguien ha descrito la falta de perdón como la acumulación de ira reprimida. Con frecuencia, la ira puede pasarse por alto porque se niega, mientras continúa arraigándose y creciendo como un tumor invisible. El esfuerzo por almacenar nuestras heridas para que queden fuera del alcance de nuestra memoria consciente es como tratar de sujetar bajo el agua una pelota de playa totalmente inflada. Ante el más leve cambio de presión, sale disparada sin control.
Los psicólogos afirman que quienes cultivan malezas de amargura y falta de perdón pagan un alto precio. Cuando elegimos aferrarnos a nuestro rencor, renunciamos al control sobre nuestro futuro; perdemos el frescor del nuevo día y todas sus posibilidades a cambio del dolor del pasado. Muy a menudo desperdiciamos preciada energía física y mental cavilando acerca de alguien que puede estar muy alejado y ser totalmente ajeno a nuestros pensamientos. Tal vez incluso esta persona no es consciente de lo sucedido y, sin duda, en ninguna medida se siente afectada por lo que pensamos o hacemos.
Pero antes de haber terminado de leer el título de este libro, usted habrá asimilado la verdad más importante acerca del perdón: ¡El perdón es una elección! Nancy Leigh DeMoss deja muy en claro que cada uno de nosotros tiene el poder para perdonar y ser perdonado.
A partir de historias de la vida real, podemos ver la dicha del perdón y la amargura del resentimiento prolongado. Cada capítulo lo invita a experimentar la dinámica espiritual y emocional del perdón.
Este es un libro interactivo que le plantea interrogantes importantes. En varias partes, la autora presenta un cuestionario para ayudarle a evaluar su progreso en el ciclo del perdón. Las preguntas me parecieron prácticas, profundas y reveladoras.
Si bien Nancy Leigh DeMoss es una autora excelente, es ante todo una maestra de la Biblia. Como podría esperarse de cualquier libro con su nombre en la cubierta, este ofrece una prolija exposición de las Escrituras. No se me ocurre algún pasaje clave sobre el perdón que Nancy haya pasado por alto. De forma erudita y práctica, expone cada pasaje bíblico con toda su fuerza, a fin de que se entienda claramente el mensaje acerca del perdón.
En Escoja perdonar están ausentes las trivialidades que tantas veces aparecen en libros como este. No hay fórmulas ni respuestas simples. Pero si usted está buscando la realidad y la belleza del perdón bíblico, aquí la encontrará.
La forma como la autora aborda el tema del “perdón a uno mismo” es la mejor respuesta a este asunto que he leído hasta ahora. Si usted es una de las tantas personas que cree que Dios puede perdonarlo, y al mismo tiempo no se perdona a sí mismo, este libro lo liberará de ese yugo.
Sea que usted necesite perdonar o ser perdonado, en este libro encontrará la fuerza espiritual que necesita para lograrlo.
D AVID J EREMIAH
Pastor principal, Shadow Mountain Community Church
Presidente, Turning Point Ministries
C ON GRATITUD
N o me parece justo que sólo mi nombre aparezca en la cubierta de un libro.
Como sabe cualquiera que ha escrito un libro o coronado cualquier otro logro, desde construir una casa hasta poner en marcha un negocio o criar una familia, no existen empresas de valor notable y duradero que se hayan realizado sin la ayuda de otros.
Cada libro que escribo, cada mensaje que doy a conocer a otros, es el fruto de la obra misericordiosa de Dios en mi vida. Y mi vida ha sido moldeada por un sinnúmero de maestros, mentores, pastores, líderes espirituales, autores, oradores y amigos que me han enseñado a vivir en los caminos del Señor siendo ejemplos para mí de su verdad, y aportando todo lo que son a lo largo de casi cinco décadas. Creo que la lista de sus nombres (incluso aquellos cuyos nombres nunca conoceré mientras viva aquí en la tierra), y todo lo que han contribuido a mi vida, llenaría un volumen de extensión considerable.
El Señor sabe cuánto me considero deudora, y cuán agradecida estoy por cada uno de estos siervos fieles.
Con respecto a este libro en particular y arriesgándome a omitir algunos nombres que deberían incluirse, reconozco con gratitud la participación de las siguientes personas en la creación de este libro:
♠ Lawrence Kimbrough , quien después de tomar montones de mis notas, copias de mensajes, archivos y correos electrónicos, junto con algunas conversaciones telefónicas, armó y configuró con destreza las diversas piezas logrando un borrador inicial que era la expresión de mi corazón; también me ayudó con el posterior desarrollo de muchos apartados del libro. Lawrence es un talentoso escritor que está cimentado en las Escrituras y que ama con ternura al Señor. Su toque personal es evidente en todo el libro, dando como resultado una obra mejor de la que yo hubiera podido escribir sin sus considerables aportes y esfuerzos.
♠ Robert Wolgemuth , quien me presentó a Lawrence y nos ha ofrecido su valioso apoyo al equipo de Moody Publishers y a mí a lo largo de este proceso.
♠ Mis apreciados amigos del equipo de Moody Publishers , entre ellos Greg Thornton, Elsa Mazon (ahora con Radio Moody), Betsey Newenhuyse, Dave DeWit, Judy Tollberg, John Hinkley, y otros que comparten la misma pasión que yo siento por ver vidas transformadas por el poder de la verdad del Señor.
♠ El Dr. Bruce Ware por su cuidadosa revisión teológica de no solo una sino dos versiones del manuscrito. Él y su esposa Jodi son almas gemelas que han servido de gran inspiración para esta sierva.
♠ Amigos que leyeron y comentaron el manuscrito en varias etapas , entre ellos Del Fehsenfeld III, Andrea Griffith, Paula Hendricks, Laine y Janet Johnson, y Kim Wagner, al igual que Dawn-Marie Wilson, que también colaboró en la investigación. También mi preciosa hermana, Elisabeth DeMoss, que siempre me trae citas e ilustraciones útiles.
♠ Mike Neises , colega por mucho tiempo y director de publicaciones de Aviva Nuestro Corazón. No hay forma de medir o reconocer adecuadamente su ayuda manifestada en su sabia dirección y supervisión, en su consejo y manejo de múltiples asuntos tan diversos.
♠ Sandy Bixel , mi extraordinaria asistente ejecutiva, cuyo corazón servicial y dotes administrativas hacen de mí una sierva mucho más eficiente y fructífera de lo que jamás hubiera sido sin ella.
♠ Cada hombre y cada mujer del equipo de Aviva Nuestro Corazón que sirven a mi lado . Este maravilloso equipo de colaboradores es una rica e inmerecida bendición del Señor. Su estímulo, sus oraciones y su infatigable labor que superó cualquier expectativa del deber durante un difícil año de transición en nuestro ministerio, me permitieron dedicar el tiempo requerido para escribir este libro.
♠ Mis amados compañeros de oración, y muchos otros que trabajaron conmigo, intercediendo por mí y por aquellos cuyas vidas serían liberadas mediante este llamado a elegir el camino del perdón.
S ER PERDONADO ES TAN DULCE,
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