Jordan Lee Dooley - Abraza lo que no pudo ser / Embrace Your Almost: Find Clarity: Encuentra claridad y alegría en lo que casi no llegó a ser, lo que no fue y lo desconocido

A pesar de que nunca me gustó correr, ingresé al equipo de atletismo cuando estaba en secundaria. Desde que varias amigas lo hicieron, decidí que yo también me inscribiría. Sin embargo, en secreto juré que renunciaría si el entrenador me hacía correr los 400 metros. ¿Correr a toda velocidad una vuelta completa alrededor de la pista? No, gracias.

Pero, después de las primeras prácticas, el entrenador me dijo que, efectivamente, en una próxima competencia correría los 400 metros. Debes estar bromeando. Consideré la posibilidad de retirarme, pero mi naturaleza competitiva me desafió a intentarlo.

Llegó el día de la competencia. Con el corazón golpeando por salir de mi pecho y con la adrenalina corriendo por mis venas, me coloqué en la línea de partida del temido evento. Escuché el disparo al aire y, junto con seis o siete competidoras, salí corriendo. Al doblar la última curva y entrar en los cien metros finales, me sorprendió encontrarme codo a codo con una rival por el primer puesto.

Oh, mi Dios, ¡realmente puedo ganar!

Justo cuando nos acercábamos a la meta, saltó a mi mente la imagen de los corredores olímpicos que había visto por televisión. Recordé que se inclinaban hacia la meta para cruzarla solo un milisegundo antes que su oponente. A pesar de que nunca había ensayado esa táctica, decidí usarla.

Y fue una idea terrible.

Me incliné demasiado rápido y demasiado pronto y, en lugar de cruzar la línea, el impulso me tiró hacia delante y me estrellé de cabeza en la pista con los brazos estirados y las puntas de los dedos a unos centímetros de la meta. Todo el mundo me rebasó mientras yo estaba tirada boca abajo, incrédula y sorprendida, con los codos y las rodillas despellejadas.

El juez se inclinó y me preguntó si todavía quería terminar la carrera. Levanté la vista y vi a todos los demás corredores del otro lado de la meta chocando las manos entre sí y tomando un sorbo de agua. A pesar de la humillación, conseguí ponerme de pie y di un paso más para cruzar la línea de meta.

Estuve a punto de terminar en primer lugar y acabé en el último. Pocas veces en mi vida me he sentido tan ridícula como aquel día.

¿Alguna vez has estado en una situación parecida? Muy cerca de lograr algo importante o de alcanzar una meta con la cual soñabas, solo para terminar boca abajo en el suelo, muy cerca de donde deseabas estar.

No cuento esta humillación por el gusto de hacerlo. Créeme, preferiría guardarla en los archivos de mis malos recuerdos y no volver a mencionarla. Sin embargo, la comparto porque quiero darte una idea del por qué creo que este libro es necesario. ¿No te parece que, dondequiera que mires, encuentras un mensaje diciéndote que vayas por el oro, que logres tus metas y que conquistes el mundo? ¿Pero qué pasa si tus mejores esfuerzos por lograr eso que esperas y por lo que has orado fervientemente terminan en una caída de cabeza que te deja tirado casi donde querías llegar, fallando por muy poco? ¿Entonces qué? ¿Aún puedes ser exitoso?

Cuando la meta está al alcance, ¿qué pasa si te das cuenta de ibas detrás de un logro que ni siquiera necesitas o realmente te agrada?

Veamos, yo sé que es devastador o al menos sumamente frustrante casi lograr un objetivo, casi alcanzar un sueño y ver que una esperanza casi se hace realidad, solo para sentir que todo se viene abajo en el último minuto. Sé lo que se siente pensar que tienes el mundo a tus pies en un instante, solo para sentir al siguiente instante que todo está en tu contra. Sé lo extenuante que es escuchar frases gastadas sobre levantarse y volver a intentarlo, cuando lo único que quieres es tirarte a tomar un condenado descanso.