Apéndice
Recomendaciones para una normativa
H e ofrecido en este libro información sobre diversidad, género y sexualidad que en general no se conoce ni se valora. ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Nos sentamos a reflexionar y vamos olvidándonos poco a poco del tema? ¿O nos vemos obligados a actuar? Creo que está justificado que actuemos. Los hechos expuestos en la primera parte sobre la diversidad en los vertebrados exigen una reforma educativa en la etapa preparatoria de la enseñanza médica, en las facultades de Medicina y en la formación continua. La parte segunda, que revela cómo la ingeniería genética y la medicina intentan curar enfermedades, desarrollar armas biológicas y manipular nuestras reservas genéticas, desvela la necesidad de que existan normas explícitas de ética profesional y una participación pública en la supervisión de la biotecnología. La exploración de la tercera parte sobre cómo se manifiestan el género y la sexualidad en diversas culturas exige un reconocimiento público de nuestro arcoíris humano. A continuación, presento algunas recomendaciones específicas sobre las medidas que podríamos adoptar.
Educación
Plan de estudios para los cursos preparatorios de Medicina
Recomiendo que el plan de estudios de los estudiantes de cursos preparatorios de Medicina incluya la enseñanza de la diversidad biológica y, en particular, del género y la sexualidad, y que las facultades de Medicina impongan este requisito como condición para la admisión. En la actualidad, el plan de estudios de Medicina de Estados Unidos incluye cursos de química orgánica, bioquímica, genética y biología celular, quizá con algo de fisiología. Como resultado, los estudiantes que acceden a la carrera de Medicina solo conocen profesionalmente siete especies: una bacteria, un gusano, una mosca de la fruta, un pollo, un conejo, un ratón y el ser humano, las especies con las que han realizado la mayoría de los estudios médicos en el laboratorio. Limitar el plan de estudios a estas siete especies hace que los médicos no tengan ni idea de la diversidad natural, lo que se traduce en convertir en algo patológico cualquier cosa que sea sorprendente. ¿Imagina la alarma que siente un joven médico al encontrarse por primera vez con un bebé con unos conductos genitales atípicos, una mujer con anatomía masculina, un hombre con anatomía femenina o una persona que presenta a su pareja del mismo sexo en una fiesta? Sin embargo, esto es tremendamente anodino a la luz de la morfología genital de los vertebrados, de las múltiples expresiones de género que incluyen a machos femeninos y a hembras masculinas, y de los más de trescientos grupos en los cuales existe el cortejo y el apareamiento entre individuos del mismo sexo.
Plan de estudios de Medicina
Es evidente que los pacientes y sus médicos necesitan hablar de muchas cuestiones relacionadas con el sexo, el género y la sexualidad. Sin embargo, la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, por ejemplo, no ofrece ni un solo curso sobre sexualidad humana, aunque los estudiantes de Medicina han organizado uno por su cuenta, recurriendo a conferenciantes externos. Creo que esta laguna curricular plantea dudas sobre la idoneidad del plan de estudios, suponiendo que Stanford sea representativa. Por lo tanto, recomiendo que las facultades de Medicina ofrezcan una formación en sexualidad humana como condición para ser acreditadas para ofrecer un título de doctorado.
Una de las dificultades para poner en práctica esta recomendación reside en encontrar profesorado competente en materia de sexualidad humana. La sexualidad humana es una de las materias académicas más flojas de toda la ciencia biomédica. Para remediar la falta de académicos destacados en esta área recomiendo que los Institutos Nacionales de Salud establezcan becas especiales para apoyar a aquellos que se encuentran al principio o a la mitad de su carrera científica en otras disciplinas biomédicas, para que cambien sus estudios por los de la sexualidad humana. Además, recomiendo que la formación continua de los médicos incluya formación tanto en diversidad de género como en sexualidad humana.
Plan de estudios de Psicología
Recomiendo que el plan de estudios de Psicología incluya un curso básico de un año sobre los principios de la biología que abarque tres áreas:
- → Clasificación. Si se toma la biología como referencia, en psicología la clasificación de las personas en varios «tipos» y «subtipos» se hace de manera poco rigurosa. Los biólogos, en cambio, son cautelosos incluso a la hora de clasificar los organismos en especies, y nunca se les ocurriría establecer categorías basadas en un diagnóstico formal para clasificar la variación fenotípica dentro de una especie. En las dos últimas décadas, la biología ha desarrollado sofisticados métodos estadísticos que se emplean para clasificar, y estos principios modernos de clasificación deberían aplicarse también en psicología.
- → Biología evolutiva. Los psicólogos abusan cada vez más de la teoría de la evolución para inventar historias evolutivas que supuestamente «explican» el comportamiento humano. Deberían comprender mejor las normas y los métodos para proponer y comprobar las hipótesis de la biología evolutiva.
- → Genética molecular y endocrinología. Los psicólogos suelen hablar de genes y hormonas en términos simplistas y desfasados desde hace décadas. La psicología necesita actualizar la información sobre la acción de los genes y las hormonas para tener una base explicativa menos dicotómica de la distinción naturaleza-crianza.
Práctica médica
Lista de enfermedades certificada por la FDA
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) debería asumir la responsabilidad de mantener una lista oficial de enfermedades que fuese utilizada por los profesionales de la salud como base para el diagnóstico. En la actualidad, las listas de enfermedades son administradas por numerosas sociedades profesionales y grupos de especialistas. El Manual Merck es la guía para las dolencias físicas, el DSM-IV para las afecciones del comportamiento, y diversos tratamientos tienen sus propios «estándares de atención médica».
Además, las sociedades profesionales se pronuncian sobre determinados procedimientos, como la circuncisión. Mientras tanto, las principales aseguradoras y organizaciones responsables de la salud tienen sus propias listas de diagnósticos con cobertura, prescripciones permitidas, formularios de medicamentos apropiados, etc. En su lugar, sugiero que se encargue a la propia FDA la elaboración de una lista oficial de afecciones que se consideren enfermedades. El proceso de creación de la lista debería incluir las aportaciones de los profesionales médicos, las aseguradoras, las organizaciones responsables de la salud y los grupos de defensa de los pacientes.
Procedimientos médicos aprobados por la FDA
La FDA debería regular las terapias quirúrgicas y conductuales de la misma manera que lo hace con los tratamientos farmacéuticos. El estándar para una cura con el bisturí o en el diván no debería ser diferente al de la cura que se obtiene con una ampolla. Para ser certificado por la FDA, un medicamento debe pasar pruebas sobre su eficacia, modo de acción y efectos secundarios. Lo mismo debería exigirse a los procedimientos quirúrgicos y a las terapias comportamentales. Para que la FDA certifique un procedimiento quirúrgico o una terapia comportamental, debe demostrarse que funciona, debe entenderse por qué funciona y deben cuantificarse los efectos secundarios. Además, debe garantizarse un estudio de seguimiento. Estos pasos podrían eliminar o reducir en gran medida la curación espuria de enfermedades que no son tales.