Fabiana Taul - La soberanía de nuestros cuerpos: Un libro sobre sexualidad y otras cosas

Las palabras que vienen a continuación son la base de cualquier vínculo. Aprender, entender y comprender lo que te voy a explicar ahora es el eje fundamental para poder relacionarse libremente y disfrutar del sexo.

No podemos hablar de sexo, coger o como quieras llamarlo si no hablamos del consentimiento y el consenso.

Por definición, el consentimiento es un enunciado, expresión o actitud con que una persona consiente, permite o acepta algo.

El consentimiento sexual es un acuerdo entre quienes van a tener relaciones sexuales. Significa estar de acuerdo con realizar actividades de índole sexual con otrxs. Consentir y pedir consentimiento consiste en establecer tus límites y respetar los de la otra persona. El consentimiento le indica al otrx qué deseamos y aceptamos.

Acá tenemos que entender que actividad sexual no es solo la penetración. Tocar el cuerpo, enviar una imagen, tomar una foto o hablar (sexting) es sexo. Si vos querés, por ejemplo, enviar por mensaje la foto de tus genitales, la persona a quien se la enviás debe consentir recibir esa imagen, ¿se entiende?

La actividad sexual sin consentimiento es abuso sexual. Esto tiene que quedar bien claro.

El consentimiento tiene aspectos o características que lo definen y es importantísimo que los entendamos, por eso voy a graficar todo, sí, absolutamente todo con ejemplos sencillos, gráficos y explícitos.

Entusiasta. ¿Qué? Esto es sencillo. El consentimiento visibiliza el deseo, la motivación, las ganas. Yo quiero hacer esto, lo deseo. Si tenés dudas, por ahí no es. Y si la persona con la que te estás vinculando dice: “Ay, no sé” es NO. Lo lamento por Arjona, pero si no estoy segurx es NO.

Es dado libremente. El consentimiento debe ser dado sin presiones, sin manipulación, y sin estar bajo efecto de drogas o alcohol. Esto es BÁSICO: si la persona está inconsciente ES ABUSO, por más que antes de la inconsciencia haya dicho que sí, sigue siendo abuso. Vamos a profundizar esto más adelante.

Si hacés cosas porque te ves forzadx o amenazadx, es abuso. Esto muchas veces no es explícito como nos imaginamos. Ejemplo: “Si le digo que no, se enoja y prefiero no soportarlo enojado”, “si no le envío una nude deja de hablarme”.

Es específico. Podés consentir besos y caricias, pero no penetración. Podés consentir sexo oral, pero no vaginal. El consentimiento contempla situaciones específicas, es tu derecho consentir una cosa y otra no. Y acá no hay justificación. No va el “no me podés dejar así” o el “sos una histérica” o el “mirá cómo me ponés”. Se pueden consentir unas cosas y otras no.

Es informado. Solo se puede consentir algo si se tiene información. Si vos no lográs comprender esa información, nunca es consentido. Si a vos te dicen algo, pero luego no es así, no es consentido. Ejemplo: si la persona con la que chateás te dijo que tiene 16 años, pero en realidad tiene otra edad; mintió y eso es abuso. Si con la persona que estás consensuaron usar preservativo y no lo usó o se lo sacó, eso es abuso. Si la persona compartió imágenes tuyas sin informártelo, es abuso.

Es reversible. Esto significa que podés consentir algo ahora, pero después no. Ejemplo: tienen sexo anal y después no querés volver a tenerlo. No estás obligadx a repetir algo y estás en tu derecho a decir que no. Si la otra persona no lo comprende o te fuerza, es abuso.

La mayoría de las agresiones sexuales no las cometen personas extrañas en calles oscuras. Es frecuente que la persona que realiza una agresión sexual sea alguien a quien la víctima conoce o, incluso, una pareja sentimental, esto lo vamos a ver más adelante.