• Quejarse

Alberto Fuguet - Sudor

Aquí puedes leer online Alberto Fuguet - Sudor texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2016, Género: Arte. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Alberto Fuguet Sudor

Sudor: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Sudor" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Alberto Fuguet: otros libros del autor


¿Quién escribió Sudor? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Sudor — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Sudor " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

A Andrea Montejo

A Mauricio Contreras

Y a Rafael Bordachar, claro.

Gracias:

Vicente Undurraga

Matías Rivas

Fernando García Regodeceves

Claudio López de Lamadrid

Melanie Jösch

Andrea Viu

Daniel Flores Sáez

Fernando Esteves

Silvana Angelini

José Noé Mercado

Cristián Heyne

Sebastián Arriagada

Renato Buccini

Quentin Hivet

Sucede. Ocurre. De pronto uno conoce a un escritor y su obra adquiere fuerza, relevancia. También pasa lo contrario, por cierto: uno tiene la posibilidad de acceder al autor y a su hijo y la obra se te cae al suelo.

A veces uno vive una de esas historias que vale la pena contar. Esas que tienen algo de poco probable, de inverosímil, y eso justamente es lo que hace de ellas una historia. Como enredarse con el hijo de un escritor importante.

Como conectar con la obra secreta y la vibra del primogénito.

Como acostarse con él.

Como que te culió un Restrepo y te dejó mal.

Mal pero bien.

Rico. Prostáticamente exquisito.

¿Cómo puedo narrar sin participar del todo?

¿Cómo puedo ser, digamos, pasivo y a la vez activo?

O quizás lo adecuado —lo natural— es ser versátil. Moderno.

Y piola, claro.

Pueden llamarme Alf.

No es un mal comienzo aunque ya lo sé: la referencia libresca es algo burda y más meta y de escritor-de-taller de lo necesario. Si bien el narrador del libro que deseo escribir seré yo, no deseo —ni debo— ser el personaje principal. Igual creo que cabe armar algo con mi back story (unas páginas, un dossier, un making of) y de seguro en el libro irán saliendo de a poco, de rebote, sin querer, cosas acerca de mí.

¿O no?

No sé.

Todos me dicen Alf desde chico.

El hijito de su papá.

El hijo pródigo, el hijo díscolo, el ángel caído.

Un libro acerca de escritores y de la manía de escribir contado a través de dos personas que no escriben pero sí leen.

Que se leyeron de una.

Eran los últimos días de la administración Piñera. La Nueva Mayoría estaba por retornar al poder con Bachelet, decidida a ser no la mamá de todos sino la madre coraje que ella vio en un montaje al aire libre en Alemania del Este. No al lucro, sí a la meritocracia, educación gratuita para todos, fin de los privilegios para la clase alta. Chile para todos, no sólo para algunos. Todos: no el todo-el-mundo de toda-la-vida sino todos. Todos (sí, todos, ese nosotros excluyente e incluyente que todos los que son parte de ese puto todo saben conjugar a la perfección) estaban aterrados, ruidosos, exhibicionistas y como aprovechando los últimos días de una época dorada que de seguir iba a estallar. Había hastío y algo andaba mal pero el diagnóstico estaba errado. Algo iba a suceder, tenía que suceder, esto no seguiría igual, los días de alguna manera estaban contados.

Lo que era cierto.

Muchos (el mundillo ligado al arte, a la prensa, a lo audiovisual, los seguidores y los cazadores de tendencias, la supuesta intelectualidad, la gente conectada) juraban que eran parte de una fiesta edénica digital all-inclusive. Adictos a Twitter e Instagram, amarrados a Facebook, clavados en sus celulares y con la sensación de un insólito empoderamiento digital (todos fisgoneaban a todos, todos seguían a todos) que los hacía hablar más de la cuenta, no quedarse en casa tranquilos, escuchar muy poco a los demás y jurar que eran parte del jardín de al lado y de la fiesta interminable. Había más críticos gastronómicos que literarios y todos se creían famosos y acosados.

Estábamos sobregirados, coludidos, ansiosos.

Había que caer.

Algo debía ceder.

A pesar de que todos en la editorial lo intuíamos, nadie lo comentaba mucho, pero lo cierto es que estábamos en los descuentos antes de dejar de existir como seres autónomos. Alfaguara y toda la parte literaria de Santillana dejaría muy pronto de ser parte del grupo madrileño PRISA para fusionarse o ser cooptado por Penguin Random House, dejando a muchos soldados en el campo de batalla. Entre ellos yo, Alf Garzón, un editor adjunto especializado en no ficción (advenedizo, lo asumo; me ensucié en la ficción y las novelas trash por encargo durante mi oscura época Seix Barral-Planeta). Por un buen rato fui apodado —lo sé— el «tipo de Taurus» por el sello que tenía a cargo (es curioso que poco a poco Taurus haya agarrado vuelo como nombre de una productora de eventos gay ligados a la disco Bunker, a la que me volví adicto; Taurus, de toro, de semental). Mientras muchos editores de la plaza buscaban «la gran novela chilena que además venda y sea exportable», era yo el que apostaba o creía (cree, digo) en la crónica y los testimonios, el que «quería dar vuelta» a los autores «de marca» para que dejaran de escribir novelas con un lenguaje impostado o con tramas conspirativas y optaran por el fértil terreno del ensayo y la memoria.

Un asunto quiero que quede claro desde ya: que no me hayan llevado a la nueva editorial no fue por lo que pasó.

Lo que pasó, pasó.

No debe leerse como un castigo o una venganza.

Para nada.

Yo al menos no lo veo ni lo siento así.

Sé que otros insisten en que pagué merecidamente por «mi comportamiento». Que no podía ser premiado por lo que ocurrió. Que era lógico. Victoria Martinetto, mi jefa, me lo dijo cuando me informó que hasta aquí llegábamos.

—Quiero que sepas que te quiero —me dijo entre sus lentes eternamente rosados-casi-marrón (¿bifocales?, ¿fotocromáticos?) antes de acuchillarme por la espalda.

En realidad me pasó un papel para que lo firmara.

Pero yo no hice nada.

Nada.

Fui parte, sí, fui testigo, más pasivo que activo (con Rafa, digo), e hice lo que pude, pero no tuve la culpa yo sino otro. ¿Quién lo iba a decir?

Viví para contar.

Y me quedé con el disco duro azul.

Victoria Martinetto, con su cuerpo tallado en pilates y su look étnico a lo Frida Kahlo, en tanto, fue despedida de la gerencia comercial y terminó de gerente del gimnasio-spa Hard Candy.

Si de los cuarenta y tres años que he vegetado en este planeta me permitieran revivir uno, creo que escogería el que pasé hace dos, específicamente esos cuatro días y tres noches en extremo calurosos y transpirados de fines de octubre del 2013 cuando pasó por la Feria Internacional del libro de Santiago, FILSA, y por todos nosotros, la costosa y organizada gira de prensa de El aura de las cosas de Rafael Restrepo Carvajal y su hijo, Rafa Jr. Por esos interrumpidos four days and three nights es que ese 2013 está bien arriba en la lista de mis momentos clave.

O quizás no.

Quizás preferiría borrarlos de mi recuerdo.

No sé.

Tampoco fue tan malo.

Lo que sí tengo claro es esto: son días narrables.

Hay una historia ahí. Siempre uso esa frase, es mi tic:

—Hay una historia ahí, hueón. Nárrala. Cuéntamela.

No todos los autores desean contar su mejor historia. O se la guardan o no tienen claro cuál es o se les hace.

Esta es —espero— mi historia y, de paso, la de varios más. No es toda mi vida ni abarca entera las de los otros involucrados, pero pasan cosas.

—Hay material, güey —como me dijo esa vez el propio Rafa Restrepo.

No viajé, no fui a ninguna parte, me quedé acá.

Estuve quieto pero me moví.

Me movieron.

Varios.

Ahora, con la complicidad y la distancia del tiempo (aunque no ha pasado tanto tiempo, puta que han pasado cosas), me queda más que claro que lo que sucedió fue que ingresé en un campo minado, crucé fronteras y me enredé más de lo necesario y aconsejable con tipos demasiado jóvenes.

Muy jóvenes para mí.

Pendejos.

Quizás me veía menor (en días buenos me echaban 37 o 38) y a pesar de todo mi acervo de trivia y cultura pop y de estar-ultra-al-día y conectado a las redes sociales, tenía claro que era mayor, incluso cuando me olvidaba.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Sudor»

Mira libros similares a Sudor. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


No cover
No cover
Alberto Fuguet
Alberto Rabadá Sender - La vía soñada
La vía soñada
Alberto Rabadá Sender
Alberto Rueda - Orissa (Parte I)
Orissa (Parte I)
Alberto Rueda
Alberto Junyet - Cristóbal Rojas
Cristóbal Rojas
Alberto Junyet
Alberto Fuguet - No Ficción
No Ficción
Alberto Fuguet
Alberto Canen - El Observador
El Observador
Alberto Canen
Alberto Vázquez-Figueroa - Anaconda
Anaconda
Alberto Vázquez-Figueroa
Alberto Vázquez-Figueroa - Al sur del Caribe
Al sur del Caribe
Alberto Vázquez-Figueroa
Alberto Reig Tapia - Anti-Moa
Anti-Moa
Alberto Reig Tapia
Alberto Lardiés - La democracia borbónica
La democracia borbónica
Alberto Lardiés
Alberto Junyent - Cristóbal Rojas
Cristóbal Rojas
Alberto Junyent
Alberto Laiseca - Los Sorias
Los Sorias
Alberto Laiseca
Reseñas sobre «Sudor»

Discusión, reseñas del libro Sudor y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.