¿Cuál es el origen de ese afán por regular, imponer normas y burocratizar todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida? Y lo más importante, ¿hasta qué punto nos arruina la existencia toda esa cantidad de formularios, procedimientos y documentación? No sólo en lo público, también en el trabajo y en la vida privada.
Para responder a estas preguntas, David Graeber, uno de los pensadores más provocadores e influyentes del momento, pone el foco sobre las distintas formas en que la burocracia se inmiscuye en nuestro día a día y revela hasta qué punto llega a determinar nuestras vidas. Un interminable y abominable papeleo que anula la creatividad y consume gran parte del tiempo. El avance tecnológico, la gran promesa del capitalismo, se ha descubierto como otro mecanismo más de control, mucho más poderoso, al que sin embargo nos hemos doblegado sin oponer resistencia, seducidos por sus encantos.
Navegando desde el influjo de la economía liberal de la segunda mitad del siglo xx hasta el significado oculto tras personajes como James Bond, Sherlock Holmes o Batman, este libro es un notable trabajo de teoría social en la tradición de autores como Foucault, Marcuse o el mismo Marx, si bien la presencia en su análisis de la cultura popular y su accesibilidad lo acercan también a las obras de Zizek.
Un libro imprescindible para los tiempos que vivimos, que nos arma de argumentos en el debate presente sobre el cambio de modelo y que nos señala el camino hacia un mundo mejor y más justo.
David Graeber
La utopía de las normas
De la tecnología, la estupidez y los secretos placeres de la burocracia
ePub r1.0
marianico_elcorto 02.07.18
Título original: The Utopia of Rules. On Technology, Stupidity, and the Secret Joys of Bureaucracy
David Graeber, 2015
Traducción: Joan Andreano Weyland
Diseño/Retoque de cubierta: Mauricio Restrepo, a partir del diseño de Christopher King
Editor digital: marianico_elcorto
ePub base r1.2
DAVID GRAEBER. Antropólogo y activista anarquista estadounidense. Obtuvo su doctorado por la Universidad de Chicago en 1996 y desde el 15 de junio de 2007 es profesor en el departamento de antropología en el Goldsmiths College, Universidad de Londres. Anteriormente había sido profesor de antropología en la Universidad de Yale, aunque Yale se negó a renovarle el contrato, lo que causó una considerable polémica por las supuestas razones ideológicas detrás de esta decisión. Graeber es conocido por su activismo político y social, incluyendo su papel en las protestas contra el Foro Económico Mundial (World Economic Forum) en la ciudad de Nueva York (2002) o con el movimiento Occupy Wall Street del año 2011. Es miembro de la organización sindical Trabajadores Industriales del Mundo (Industrial Workers of the World).
Notas
[1] Elliot Jacques, A General Theory of Bureaucracy, Ann Arbor, University of Michigan Press, 1976.
[2] Gordon Tullock, The Politics of Bureaucracy, Washington, D.C., Public Affairs Press, 1965.
[3] Henry Jacoby, The Bureaucratization of the World, Berkeley, University of California Press, 1973; versión en español: La burocratización del mundo: una contribución a la historia del problema, México D. F./Madrid, Siglo XXI Editores, trad.: Enrique Contreras Juárez.
[4] C. Northcote Parkinson, Parkinson’s Law, Cambridge, Massachusets, Riverside Press, 1957; versión en español: Parkinson: la ley, Barcelona, Ariel, 1980; trad., Jaime Gras. «El trabajo, en una organización, se expande hasta llenar el tiempo que se le ha asignado.»
[5] Laurence J. Peter y Raymond Hull, The Peter Principle, Londres, Souvenir Press, 1969; versión en español: El principio de Peter, Barcelona, DeBolsillo, 2014, trad.: Adolfo Martín. La famosa obra acerca de cómo quienes operan en una organización «llegan a su máximo nivel de incompetencia» se convirtió también en una popular serie británica de TV.
[6] R. T. Fishall, Bureaucrats: How to Annoy Them, Londres, Arrow Books, 1982. Texto ya clásico acerca de cómo desconcertar e incomodar a los burócratas, de la que se rumoreaba insistentemente que era obra del astrónomo británico y presentador de la BBC sir Patrick Moore.
[7] Se podría ir más lejos. La izquierda «aceptable», como ya he señalado, ha aceptado simultáneamente la burocracia y el mercado. La derecha individualista, al menos, posee una crítica de la burocracia. La derecha fascista posee una crítica del mercado: generalmente, apoya políticas de bienestar social, pero quieren restringirlas a los miembros de su grupo étnico preferido.
[8] Debido a un curioso conjunto de circunstancias históricas, la palabra «liberal» ya no significa lo mismo en los Estados Unidos que en el resto del mundo. La palabra se aplicaba originalmente a los partidarios del mercado libre, y en gran parte del mundo sigue siendo así. En los Estados Unidos la adoptaron los socialdemócratas, y en consecuencia se convirtió en anatema para la derecha, por lo que los partidarios del mercado libre se vieron obligados a adoptar el término libertarian, que en su origen era intercambiable con «anarquista», y se empleaba en definiciones como «socialista libertario» o «comunista libertario».
[9] En realidad, la postura de Ludwig von Mises es inherentemente antidemocrática, al menos en tanto tiende a rechazar cualquier tipo de solución estatal mientras que, al mismo tiempo, se opone a posturas antiestatalistas de la izquierda que proponen la creación de formas de autoorganización democráticas fuera del Estado.
[10] La frase original de Reagan habla de «las nueve palabras», puesto que en inglés la frase I’m from the Government and I’m here to help contiene ese número de palabras. La he adaptado al castellano. (N. del T.)
[11] En la tradición de Durkheim esto ha acabado denominándose «el elemento no contractual del contrato», ciertamente una de las frases menos pegadizas de la sociología. El debate se remonta a The Division of Labor in Society, Nueva York, Free Press, 1984 [1893]; versión en español: La división del trabajo social, Colofón, México DF, 2007, trad.: Carlos G. Posada.
[12] Los ensayos de Foucault acerca del neoliberalismo insisten en que ésta es la diferencia entre las nuevas y las antiguas variantes: quienes promulgan los mercados hoy en día comprenden que no se forman espontáneamente, sino que han de ser nutridos y mantenidos mediante intervención estatal. Naissance de la biopolitique, Michel Senellart (ed.), París, Gallimard, 2004. Versión en español: Nacimiento de la biopolítica: Curso en el Collège de France, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2007, trad.: Horacio Pons.
[13] El 19 de abril de 1995, en un atentado terrorista, los ultraderechistas Timothy McVeigh y Terry Nichols detonaron una furgoneta cargada de explosivos, haciendo volar por los aires el Edificio Federal Alfred P. Murrah, en Oklahoma City. Murieron 168 personas (entre ellas 19 niños) y otras 700 resultaron heridas. (N. del T.)