• Quejarse

Lorraine Daston - Contra la naturaleza

Aquí puedes leer online Lorraine Daston - Contra la naturaleza texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Ciudad: Barcelona, Año: 2021, Editor: Herder Editorial, Género: Ciencia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Lorraine Daston Contra la naturaleza
  • Libro:
    Contra la naturaleza
  • Autor:
  • Editor:
    Herder Editorial
  • Genre:
  • Año:
    2021
  • Ciudad:
    Barcelona
  • Índice:
    4 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 80
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Contra la naturaleza: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Contra la naturaleza" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

En este ensayo, Lorraine Daston no pretende realizar otro intento de acabar con la falacia naturalista, sino comprender por qué sus predecesores han fracasado. En muchas culturas y épocas diferentes, se ha considerado a la naturaleza como una fuente de normas para la conducta humana. Durante siglos, los filósofos han insistido en que en la naturaleza no hay valores; esta, sencillamente, es. Transmutar ese «es» en un «debe» comporta un acto humano de imposición o proyección. Tratar de transferir valores culturales a la naturaleza y apelar a su autoridad para apuntalarlos es incurrir en una «falacia naturalista» que muchos autores, a lo largo de la historia, han intentado desterrar. Sin embargo, la tentación persiste. En esta obra, la autora no pretende realizar otro intento de acabar con la falacia naturalista, sino comprender por qué sus predecesores han fracasado. Defiende que el tipo de especie que somos ―y no solo la sensibilidad y la psicología― influye en la razón, y propone un modelo de antropología filosófica basado en una indagación en la razón humana en lugar de en la Razón universal.

Lorraine Daston: otros libros del autor


¿Quién escribió Contra la naturaleza? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Contra la naturaleza — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Contra la naturaleza " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
Lorraine Daston Contra la naturaleza Traducción de Ricardo García Pérez Herder - photo 1
Lorraine Daston

Contra la naturaleza

Traducción de Ricardo García Pérez

Herder

Título original: Gegen die Natur

Traducción: Ricardo García Pérez

Diseño de la cubierta: Gabriel Nunes

Edición digital: José Toribio Barba

Este libro fue publicado en la serie «De Natura», editada por Frank Fehrenbach, que forma parte de la colección Fröhliche Wissenschaft de Matthes & Seitz Berlin.

© 2018 , Matthes & Seitz Berlin Verlag, Berlín

© 2020 , Herder Editorial, S.L., Barcelona

ISBN digital: 978-84-254-4432-6

1.ª edición digital, 2021

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro de Derechos Reprográficos) si necesita reproducir algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com)

Herder

www.herdereditorial.com

ÍNDICE
1 . EL PROBLEMA: ¿CÓMO SE CONVIERTE EL «SER» EN «DEBER SER»?

En su Antropología en sentido pragmático (1798) Immanuel Kant apuntó: «Es notable que por un ente racional no podemos pensar otra figura adecuada que la de un hombre. Cualquier otra vendría a ser en rigor un símbolo de una cierta propiedad del hombre —por ejemplo, la serpiente como imagen de la astucia malvada—, pero no representaría el ente racional en sí mismo. Así, poblamos todos los demás cuerpos celestes en nuestra imaginación con simples figuras humanas, aunque es lo verosímil que tales pobladores, dada la diversidad del suelo que los sostiene y nutre, y de los elementos de que están compuestos, sean de una figura muy diferente». Me gustaría presentar una alternativa a este tipo de antropología filosófica kantiana: el tipo de especie que somos —y no solo la sensibilidad y la psicología— influye en la razón. El modelo de antropología filosófica que propongo es una indagación en la razón humana, en lugar de en la Razón universal tout court.

F IGURA 1 Anónimo Adán y Eva en el paraíso h 1370 catedral de Doberan Bad - photo 2

F IGURA 1 Anónimo, Adán y Eva en el paraíso (h. 1370), catedral de Doberan, Bad Doberan, Alemania

El proyecto solo tiene sentido cuando está anclado a un problema genuino, a un problema con la suficiente generalidad histórica y cultural como para ser un candidato plausible para una antropología filosófica (en contraposición a una antropología cultural o a una historia de una época y un lugar concretos). La pregunta que me gustaría abordar se puede plantear en términos muy sencillos: ¿por qué los seres humanos, en muchas culturas y épocas diferentes, consideran de forma generalizada y persistente que la naturaleza es una fuente de normas para la conducta humana? ¿Por qué se debe obligar a la naturaleza a servir de gigantesca caja de resonancia para los órdenes morales que componen los seres humanos? Parece innecesario duplicar un orden con otro y resulta enormemente dudoso que se pueda deducir la legitimidad del orden humano de su supuesto original en la naturaleza. Sin embargo, en las antiguas India y Grecia, en la Francia medieval y en la Norteamérica de la Ilustración, en las polémicas recientes acerca del matrimonio homosexual o de los organismos modificados genéticamente, las personas han vinculado entre sí los órdenes —y los desórdenes— natural y moral. Las majestuosas traslaciones de las estrellas sirvieron de modelo de vida buena para los sabios estoicos; en la Francia revolucionaria y en los recién nacidos Estados Unidos los derechos del hombre venían suscritos por las leyes de la naturaleza; las avalanchas recientes en los Alpes suizos o los huracanes en Estados Unidos provocaron titulares periodísticos que hablaban de «la venganza de la naturaleza». Se ha invocado a la naturaleza para emancipar, como garante de la igualdad humana, y para esclavizar, como fundamento para el racismo. Reaccionarios y revolucionarios, religiosos y seglares han empleado por igual la autoridad de la naturaleza. En tradiciones diversas y dispersas se ha postulado la naturaleza como patrón de todos los valores: el Bien, la Verdad y la Belleza.

Durante siglos, los filósofos han insistido en que en la naturaleza no hay valores. La naturaleza, sencillamente, es; transmutar ese «es» en un «debe» comporta un acto humano de imposición o proyección. Desde este punto de vista, no podemos realizar ninguna inferencia legítima que nos lleve desde cómo resultan ser las cosas a cómo deberían ser, desde los hechos del orden natural a los valores del orden moral. Tratar de realizar este tipo de inferencias es incurrir en lo que se ha dado en denominar «la falacia naturalista»;

¿Por qué, entonces, persisten con tanta obstinación las resonancias morales de la naturaleza? Los autores críticos han vertido océanos de tinta al intentar separar el «es» y el «debe». Sin embargo, pese a su empeño, la tentación de extraer normas de la naturaleza parece ser pertinaz e irresistible. La propia palabra «norma» encarna la mezcla de lo descriptivo y lo prescriptivo; significa tanto lo que sucede de manera habitual como lo que debería suceder: «Normalmente, las grullas emigran antes de las primeras nieves». No albergo ilusión alguna de que vaya a triunfar otra tentativa de separar el «es» y el «debe» allá donde no lo han conseguido Hume, Kant, Mill y muchas otras doctas personalidades. Más bien, quisiera comprender por qué han fracasado; por qué, en franca oposición a tan excelente consejo en sentido contrario, seguimos buscando valores en la naturaleza.

No creo que la respuesta a esta pregunta consista simplemente en dar una explicación que los atribuya a un error popular, a unas creencias religiosas residuales o a unos hábitos de pensamiento descuidados. Se trata de un caso que no es de mera irracionalidad masiva, sino más bien de una forma de racionalidad muy humana y, por tanto, objeto de una antropología filosófica. Mi línea de indagación consistirá en desenterrar las fuentes de las intuiciones que impulsan la búsqueda de valores en la naturaleza. En épocas y lugares diversos, estas intuiciones se han expresado en las formas más diversas y exuberantes, es decir, tanto como la floración de la propia naturaleza y la cultura. Pero las intuiciones centrales subyacentes a toda esta diversidad de normas fundadas en la naturaleza tienen algo en común: en el fondo se encuentra la percepción del orden como hecho real y como ideal.

Algunos ejemplos de los diferentes modos en que los órdenes natural y moral han estado entrelazados contribuirán a hacer más vívido el problema. Como la naturaleza es tan rica en órdenes, la analogía entre el natural y el humano puede adoptar muchas formas. A lo largo de milenios se ha buscado la autoridad de la naturaleza para apoyar numerosas causas: justificar y condenar la esclavitud, elogiar la lactancia materna y condenar la masturbación, elevar la estética de lo sublime sobre la belleza y afianzar la ética apelando al instinto o a la evolución. Harían falta muchos volúmenes (aún por escribir) para hacer justicia a esta prolongada y heterogénea historia, y otros tantos solo para describir los diversos órdenes naturales empleados para representar y, a menudo, legitimar esta diversidad de normas. Pero hay tipos de orden que reaparecen una y otra vez, desde la Antigüedad grecorromana hasta el periódico de ayer. En el seno de la tradición intelectual occidental (la única sobre la que estoy solo parcialmente cualificada para escribir), al menos, hay tres formas en particular que han ejercido una influencia poderosa y duradera, tanto sobre las reflexiones eruditas como sobre las intuiciones populares: las naturalezas específicas, las naturalezas locales y las leyes naturales universales.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Contra la naturaleza»

Mira libros similares a Contra la naturaleza. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Contra la naturaleza»

Discusión, reseñas del libro Contra la naturaleza y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.