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Sinopsis
Debió de haber sido un hermoso momento entre un hombre y su perra, pero Philip Womack hizo una broma acerca de Cerbero, el sabueso tricéfalo del infierno, y a Una, su querida lurcher, todo eso le sonó a chino… o a griego. Acto seguido se lanzó a perseguir una ardilla y y Womack se quedó preguntándose qué más desconocía Una sobre las grandes civilizaciones del pasado.
Los griegos y los romanos suponen los cimientos de gran parte de lo que leemos, escuchamos y vemos en la actualidad, desde los pasteles horneados de Juego de Tronos hasta los lotófagos del reality show Love Island (La Isla del Amor). En esta singular introducción del mundo clásico, Womack nos guía, junto con Una, por una rauda odisea: aprenderás a distinguir a Odiseo de Edipo, a Políxena de Polidoro… y luego podrás enseñárselo a tu perro, aunque quizá la historia de los perros de caza que despedazaron a su amo es preferible dejarla para otro día.
CÓMO ENSEÑARLE LOS CLÁSICOS A TU PERRO
Una extravagante introducción a los antiguos griegos y romanos
PHILIP WOMACK
Traducción de Pablo Hermida Lazcano
Este libro está dedicado a Nicola Shulman: docta puella amicaque discipulaque , con quien comenzaron tantas de estas conversaciones.
Y también a Una, optima canis .
INTRODUCCIÓN
En el verano de 2011, Google, el coloso buscador, lanzó una red social, Google+, que amenazaba a su rival Facebook.
Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Facebook, adoptó una posición agresiva. Se trataba de una incursión hostil en su territorio legítimo. Facebook tendría que resistir. Inundó de carteles inspiradores el campus de la empresa que había fundado.
¿Aparecían en dichos carteles memes de programas populares de televisión? ¿Tal vez emoticonos sonrientes? ¿Exhibían el famoso pulgar hacia arriba de Facebook?
Nada de eso.
A la hora de mostrar su ambición imperial, Marcus Zuckerbergus Libervultus seleccionó una frase salida de la boca de un senador romano hace más de dos mil años: «Carthago delenda est», coronada por la siniestra silueta de un soldado romano con casco.
Cartago debe ser destruida. Esa ciudad era la gran y antigua enemiga de Roma. El estadista Catón pensaba que se había enriquecido en exceso; estaba amenazando a Roma desde el otro lado del mar Mediterráneo.
Catón concluía cada discurso que pronunciaba en el Senado con esas palabras, fuesen o no relevantes. Implacable, audaz, militarista: la cita capta a la perfección el arrogante deseo de Zuckerberg de aplastar a todos sus competidores.
Puede que ya no exista el Imperio romano, pero siempre pervivirá la ambición excesiva. Los imperios vienen y van en diferentes formas. Google+ se desvaneció, aplastado bajo el poder de Zuck y su miríada de legiones. Google delenda est!
El trabajo del clasicista puede ser una ocupación precaria. A veces me siento como un soldado en la ciudad de Troya justo después de haber introducido el caballo de madera, haberlo festejado, haber caído en un estupor etílico y haber sido despertado por el estruendo del metal enemigo. «¡Pero si dijeron que era un regalo!», rezaba el clamor por las calles de Troya mientras ardían los palacios y las casas de la ciudad.
Se enfrentan al clasicista grandes y brutales fuerzas que se dirían todopoderosas. Nuestros enemigos creen en la irrelevancia.
Se preguntan cómo es posible comprender lo que sucedió hace tanto tiempo. ¿Qué sentido tiene tratar de aprender y entender las lenguas que llevan siglos enterradas?
La gente contempla con frecuencia a los clásicos con un leve regocijo, como a tu excéntrica tía abuela Millicent, que todavía lee periódicos en papel, escribe con pluma estilográfica y se preocupa por si no llega a tiempo a la recogida del correo. No dejan de preguntarme: pero ¿qué sentido tiene ser un clasicista?
«El latín es una lengua muerta, irremisiblemente muerta: ¡acabó con todos los romanos y ahora me está matando a mí!» En cuanto al griego antiguo, en fin, ni siquiera emplea el mismo alfabeto, así que ¿para qué sirve? Es tan críptico que nadie se ha molestado siquiera en dedicarle unas rimas desdeñosas.
Huelga decir que el latín y el griego no están muertos. Han estado rebosantes de vida a lo largo de los siglos. Imagínate un río con más de una desembocadura y varios afluentes, los cuales fluyen todos hacia el gran mar de la literatura y la cultura. Los textos y las mitologías que forman el estudio de los clásicos siguen siendo hoy tan relevantes como lo han sido siempre.
Mientras preparo este libro para su publicación, los cómicos Steve Coogan y Rob Brydon están recreando el viaje de Ulises para un programa de televisión sobre la identidad y la amistad masculinas. El escritor y artista del hiphop Akala investigó recientemente el mismo poema, viajando por el Mediterráneo en busca de sus orígenes. Concluyó que la cultura oral de Homero no estaba muy lejos de las batallas de rap actuales. Los duques de Sussex han puesto a su fundación benéfica el nombre de Archewell, por la palabra griega arché. Afirman que significa ‘fuente de acción’; eso es cierto, pero también significa ‘gobierno’, de donde proceden la palabra monarquía y demás. Así pues, es una lástima que no tuvieran en plantilla un clasicista, que podría haberles explicado que arché se pronuncia «arjé».
El príncipe Harry no prestaba atención en sus clases de griego, pero la asignatura florece. En los colegios privados y las escuelas de secundaria ha sido un pilar tradicional del sistema durante generaciones, aunque a veces la enseñanza no haya variado en los últimos cincuenta años (no estoy bromeando). El sector privado se está implicando cada vez más. Visita el sitio web de Classics for All (Clásicos para todos), una institución benéfica que proporciona financiación para la enseñanza de los clásicos, y encontrarás vídeos de niños de toda Gran Bretaña que conjugan los verbos con entusiasmo. «El latín es la lengua del futuro», como dice una profesora de Blackpool. Y habla en serio.
Este libellus o ‘librito’ te ofrecerá todo cuanto necesitas para una comprensión general de la materia. Si quieres ser capaz de distinguir a Ulises de Edipo, entonces este libro es para ti. Si estudiaste un poco de latín en la escuela, entonces este libro es para ti. Si estudiaste a los clásicos en la universidad y has olvidado todo lo que aprendiste, entonces este libro es para ti. Si te interesan la literatura, la poesía, la historia, la mitología o la filosofía, entonces... este libro es para ti.