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Mariano José de Larra (Madrid, 1809-1837) fue uno de los principales exponentes del romanticismo español, junto a Espronceda, Bécquer y Rosalía de Castro. Con apenas diecinueve años, empezó a publicar El duende satírico del día, un folleto mensual donde empezó a despuntar el carácter ácido de su obra. Aunque también destacó como novelista y ensayista, fue en la prensa donde dejó mayor huella. En tan sólo ocho años, publicó más de doscientos artículos, la mayoría de carácter crítico y político, y ejerció una gran influencia en los círculos culturales e intelectuales de la España de la época. Su carrera quedó trágicamente interrumpida cuando se quitó la vida a la edad de veintisiete años. Su muerte se lamentó como una gran pérdida a nivel nacional.
Juan Cano Ballesta (Murcia, 1932) es catedrático emérito de la Universidad de Virginia, en Estados Unidos. Se doctoró en la Universidad Ludwig Maximilians con una tesis sobre la poesía de Miguel Hernández. Ha impartido clases en diversas universidades de Estados Unidos, entre las que destacan la Universidad de Yale, la Universidad de Boston y la Universidad de Virginia, donde es titular de la Cátedra Commonwealth Professor of Spanish desde 1983.
Edición en formato digital: junio de 2015
© 2002, Juan Cano Ballesta, por la introducción, edición y actividades
© J. M. Ollero y Ramos Distribución, S. L., por la colección Clásicos comentados, dirigida por José María Díez Borque
© 2015, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U.
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Diseño de portada: Penguin Random House Grupo Editorial
Fotografía de portada: © Pep Carrió
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ISBN: 978-84-9105-123-7
Composición digital: M.I. maqueta, S.C.P.
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MARIANO JOSÉ DE LARRA
Artículos
Edición de
JUAN CANO BALLESTA
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I NTRODUCCIÓN
1. P ERFILES DE LA ÉPOCA
Mariano José de Larra es, según suele decirse, el mejor periodista y también el primer ensayista de su tiempo, y su obra constituye, junto con la de Galdós, la más brillante expresión de la literatura española del siglo XIX . Pero la actividad creadora y la faceta profesional de este incomparable escritor no se puede comprender sino en el contexto de su compleja personalidad humana, forjada a golpes de la vida y de los acontecimientos de su época. Su lucidez mental queda empañada, y a veces seriamente oscurecida, por un extremado apasionamiento. Por ello se hace imprescindible un repaso atento de su época y de su biografía.
Tras varios tanteos infructuosos en poesía y teatro Larra comienza su carrera periodística en El Pobrecito Hablador que se publica del 27 de agosto de 1832 al 29 de marzo de 1833. El momento político es de gran intranquilidad y expectación. Tras la cuarta boda de Fernando VII, la nueva reina, María Cristina, suscita una cierta efervescencia esperanzadora entre los grupos liberales, pero la revolución francesa de julio de 1830 despierta, de nuevo, temores que ponen al descubierto la más represiva cara de la tiranía absolutista: ejecución de Mariana Pineda, fusilamiento de Torrijos y sus compañeros, etc. Al saberse que la reina estaba encinta, Fernando VII publica la Pragmática Sanción revocando la Ley Sálica y asegurando la sucesión a su descendencia. María Cristina y su hija Isabel, nacida en 1832, significaban aires nuevos y esperanzas para los liberales moderados. Tras la Ley Sálica y el carlismo se ocultaba el absolutismo más reaccionario. A pesar de las intrigas de estos, Fernando VII nombra regente a su esposa María Cristina, y heredera a la infanta Isabel, princesa de Asturias. En octubre de 1832 María Cristina concede una amnistía a los liberales consiguiendo su apoyo y asegurándose el poder. En este momento de relajamiento de la censura y de cautas esperanzas logra Larra el permiso para publicar su periódico El Pobrecito Hablador.
En 1833 se abre la regencia de María Cristina por enfermedad de Fernando VII. Ante la amenaza creciente del carlismo los liberales se aglutinan alrededor del trono. La muerte de Fernando VII, en septiembre de 1833, si bien reaviva las esperanzas de cambio político, desencadena también la revuelta carlista y la guerra civil. La subida al poder de Martínez de la Rosa el 15 de enero de 1834, abre nuevas esperanzas con la promesa de un Estatuto y próximas elecciones. Larra escribe artículos contra el carlismo y se hace eco por vía irónica de la discusión parlamentaria desde julio de 1834.
Al gabinete del conde de Toreno sucede el de Mendizábal. El inicial fervor por las reformas de éste pronto se convierte en desencanto. El nuevo gabinete de Istúriz, instalado en el poder el 15 de mayo de 1836, ni siquiera logra el tibio apoyo de Larra. Inesperadamente éste se presenta como candidato para representar a la provincia de Ávila en las próximas Cortes Revisoras para redactar una constitución que sustituya a la de 1812, y un grupo de amigos de Larra publican un texto de apoyo al candidato, que aparece en el Boletín Oficial de Ávila y en El Español. Larra sale elegido a primeros de agosto, pero el 12 de agosto de 1836 se sublevan los sargentos en La Granja y la regente María Cristina se ve forzada a proclamar por decreto la constitución de 1812. Con ello Larra pierde su acta de diputado. Los miembros del gabinete de Istúriz se vieron forzados a huir al extranjero y el propio Larra vive encerrado en casa e inseguro, como se deduce de su correspondencia y mensajes enviados a varios amigos. En los meses siguientes se encuentra en una situación insostenible. Prestar apoyo a Calatrava, frustrador de sus ambiciones, le resultaba muy difícil, y era renegar de sus más recientes alianzas. Satirizar a los progresistas era atraerse la mancha de retrógrado. Tampoco podía alardear de independiente atacando al gobierno, ya que todos conocían su proximidad a los moderados de Istúriz. Su periodismo político había perdido toda credibilidad y por eso enmudece. Por ello anuncia en El Español que sólo publicará artículos literarios y dramáticos. Las esperanzas de progreso, libertad, paz, justicia e igualdad abocan en el desencanto. Sus más caras ilusiones se van desvaneciendo.
2. C RONOLOGÍA
AÑO | AUTOR-OBRA | HECHOS HISTÓRICOS | HECHOS CULTURALES |
1808 | Motín de Aranjuez. Caída de Godoy. Carlos IV abdica en Fernando VII. Napoleón invade la Península. | Jovellanos: Canto guerrero para los asturianos. Nace Espronceda. |
1809 | El 24 de marzo nace Mariano José de Larra en Madrid, hijo de Mariano de Larra y Langelot, médico al servicio del ejército francés. |
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