Agradecimientos
Algunas partes de la segunda parte de este libro han aparecido previamente en una forma distinta. Estamos agradecidos al colectivo editorial del Berkeley Journal of Sociology por la autorización para reeditar pasajes de Pierre Bourdieu y Loïc J. D. Wacquant, «For A Socio-Analysis of Intellectuals: On “Homo Academicus”» (Berkeley Journal of Sociology, 34 [1989]: pp. 1-29) y a la American Sociological Association y Basil Blackwell, Publishers, por la autorización para reeditar secciones revisadas de Loïc J. D. Wacquant, «Toward a Reflective Sociology: A Workshop with Pierre Bourdieu» (Sociological Theory 7 [primavera de 1989]: pp. 26-63).
Mientras trabajaba en este volumen, gocé del apoyo intelectual y material de una cantidad de instituciones e individuos: el departamento de Sociología de la Universidad de Chicago, donde Bill Wilson resultó una fuente de constante estímulo personal e intelectual que contrapesó bondadosamente la amable pero feroz crítica de James Coleman, el Urban Poverty Project y el Center for the Study of Politics, Culture and History en Wilder House, donde se produjo gran parte del manuscrito, Clemens Heller, director de la Maison des sciences de l’homme, que facilitó un viaje necesario en una coyuntura crítica de esta empresa y la Society of Fellows en Harvard University, donde encontré el ambiente protector necesario para escribir la primera parte y completar las penúltimas revisiones del manuscrito.
Numerosos amigos y colegas han sido lo suficientemente amables o locos para quitarle tiempo a sus propios trabajos y someter a escrutinio sucesivas versiones de este texto, que sin duda mejoró muchísimo por ello. Me gustaría mencionar a Craig Calhoun, William Rogers Brubaker, David Stark y Daniel Breslau. Estoy particularmente en deuda con Rogers por sus sugerencias infaliblemente perspicaces y por impulsarme a llevar este proyecto a una postergada culminación. Me he beneficiado también de los comentarios y reacciones de Bennett Berger, Philippe Bourgois, Lynn Sharon Chancer, Randall Collins, Charles Crothers, Paul DiMaggio, David Laitin, Don Levine, Raymond T. Smith, George Steinmetz, John Thompson, Erik Olin Wright y Norbert Wiley (quien sin saberlo plantó las semillas para este volumen cuando me invitó a reunir el «Seminario de Chicago» para Sociological Theory, una jugada bastante atrevida para el editor de un periódico de reconocido prestigio). Doug Mitchell aportó a este emprendimiento su combinación única de entusiasmo, eficiencia y un sentido de la urgencia lleno de tacto; le deseo a todo sociólogo joven la suerte de trabajar con un editor como él. Claudia Rex proporcionó una soberbia revisión de originales, bajo unas condiciones inusualmente arduas.
Los miembros del Center for European Sociology en París me dieron la bienvenida entre ellos en varias visitas breves durante las cuales me ofrecieron valiosas inmersiones en su investigación individual y colectiva, la preparación de Actes de la recherche en sciences sociales y una socialización acelerada por delegación en el mundo cotidiano del equipo de Bourdieu. Quiero agradecerles muy sinceramente (especialmente a Yvette Delsaut, Monique de Saint Martin, Monique Armand, Abdelmalek Sayad y Patrick Champagne, así como a Marie-Christine Rivière y Rosine Christin) por hacerme sentir como en casa entre ellos y por compartir conmigo la excitación intelectual del Centro.
Finalmente, quisiera agradecer a Pierre Bourdieu, no sólo por sus respuestas invariablemente pacientes y cuidadosas a la marea aparentemente interminable de preguntas, dudas y objeciones que estuve lanzándole por diversos medios (discusiones cara a cara y conversaciones telefónicas transatlánticas, cartas y paquetes, mails y faxes) a lo largo de los últimos tres años, sino también por darme la libertad editorial completa para dar forma al producto final. Es decir poco que, para mí, el proceso de coproducir este libro con él ha sido educativo en sí mismo, una lección de integridad intelectual de una clase que ninguna escuela para graduados puede ofrecer.
A DeeDee y mis amigos de la calle 63, gracias por asegurarse de que mantuviera mis pies sobre la tierra —o sobre la lona, para ser precisos— mientras estaba inmerso en la embriagadora empresa de la teoría social: «Eh, Louie, hombre, de qué estás hablando: sociología reflexiva, ¿qué es eso?»
Loïc Wacquant
Chicago y Cambridge, octubre de 1991
Apéndice 1
Cómo leer a Bourdieu
Para el principiante, encontrar una entrada a la extensa obra de Bourdieu plantea el tortuoso problema de por dónde empezar. La siguiente estrategia refleja mis preferencias personales y aquello que los participantes del Seminario sobre Pierre Bourdieu que organicé encontraron efectivo (sólo se incluyen escritos en inglés y se ha dado preferencia a los textos breves por sobre los largos). El orden del listado, de lo más (meta) teórico y conceptual a lo más empírico es algo arbitrario, puesto que Bourdieu rara vez separa la epistemología, la teoría y el trabajo empírico, pero es útil como indicación aproximativa del énfasis de los artículos. En general, se aconseja a los lectores leer atravesando dominios empíricos, alternar textos más teóricos con otros orientados más empíricamente, y, sobre todo, entender a Bourdieu en sus propios términos antes de «traducirlo» a léxicos más amables porque el estilo y la sustancia de sus argumentos están íntimamente ligados.
Comience por «Espacio social y poder simbólico» de Bourdieu (1989e) (con el excelente repaso de Brubaker [1985]; también son muy útiles DiMaggio 1979 y Garnham y Williams 1980); luego pase al artículo «Sobre el poder simbólico» (Bourdieu 1979b, reimpreso en Language and Symbolic Power) para una sustanciosa presentación del proyecto de Bourdieu en relación con varias ramas de la sociología clásica y la filosofía (Hegel, Kant, Durkheim, Marx, Weber, Cassirer, Saussure, Lévi-Strauss, etc.) y a las entrevistas de 1986 (Honneth, Kocyba y Schwibs 1986; Bourdieu 1986a, ambos reimpresos en Bourdieu 1990h) que ayudan a situarlo más plenamente en el contexto de la escena intelectual francesa e internacional. Aunque algo fechado, «Las tres formas de conocimiento teórico» (Bourdieu 1973c) es un útil resumen de lo que Bourdieu ve como las respectivas fortalezas y debilidades de las tres formas fundamentales de teorizar: subjetivista, objetivista y praxeológica (que trasciende a las dos primeras). El artículo sirve también como una útil introducción a Outline of a Theory of Practice (Bourdieu 1977a [Esquisse d’une théorie de la pratique, 1972]).
Luego, lea «Hombres y máquinas», texto lacónico donde Bourdieu (1981c) esboza su conceptualización de la «complicidad ontológica», o dialéctica, entre la acción social encarnada en los cuerpos (habitus, disposiciones) y en las instituciones (campos, o espacios de posiciones) mediante la cual propone superar las dicotomías de la acción y la estructura y el micro y el macroanálisis. «Las formas del capital» (Bourdieu 1986b) presenta la concepción de Bourdieu sobre las principales especies de capital o poder: económico, cultural, social y simbólico, y los efectos y propiedades específicos de cada una, así como estrategias y dilemas típicos de conversión. «El espacio social y la génesis de los grupos» (Bourdieu 1985a) es una presentación fundamental del concepto del espacio social de Bourdieu y de su teoría de la formación de grupos, incluyendo el papel del poder simbólico y de la política en la constitución de colectivos sociales. «La economía de los intercambios simbólicos» (Bourdieu 1977c) extiende este modelo al análisis del lenguaje y conduce a Language and Symbolic Power (1991e). Thompson (1991) desarrolla de manera efectiva la forma en que la sociología del lenguaje y la política de Bourdieu se ajusta a su teoría general de la práctica.