En este libro excepcional —desafío a la inteligencia y la imaginación—, el ganador del Premio Pulitzer en 1980, Douglas R. Hofstadter, y el filósofo Daniel C. Dennett exploran el significado del Yo y de la conciencia de sí mismo, internándose en perspectivas que incluyen la literatura, la psicología, la filosofía, el psicoanálisis y muchos otros ámbitos. ¿Qué es la mente? ¿Quién soy yo? ¿La materia puede pensar? ¿Dónde está el alma? El ojo de la mente procura responder a éstas y a muchas otras preguntas acuciantes sobre la relación del hombre con su mundo, el universo, sus orígenes, y propone insólitos experimentos mentales, fantasías alarmantes, diálogos irónicos y deslumbrantes de ingenio: todos ellos proyectan la imaginación por caminos insospechados. Con materiales elegidos entre la narrativa de Jorge Luis Borges o la literatura de Stanislaw Lem, por ejemplo, o seleccionados entre las conjeturas científicas sobre las máquinas de pensar, la inteligencia artificial o la naturaleza del cerebro, Hofstadter y Dennett ofrecen un vértigo de imágenes del Yo y la mente: cada una de ellas con generalizaciones audaces, pero con aspectos rigurosamente científicos. Obra de arte, texto asombrosamente documentado, El ojo de la mente no puede sino seducir a una amplia gama de lectores: desde el más severo materialista hasta el creyente en espíritus y reencarnaciones.
Douglas R. Hofstadter & Daniel C. Dennett
El ojo de la mente
Fantasías y reflexiones sobre el yo y el alma
ePub r1.0
broncolin 20.04.15
Título original: The Mind’s I
Douglas R. Hofstadter & Daniel C. Dennett, 1981
Traducción: Lucrecia M. de Saenz
Diseño de cubierta: broncolin
Editor digital: broncolin
ePub base r1.2
Bibliografía
Casi todos los temas surgidos en El ojo de la mente fueron explorados con mayor detalle en la literatura de la «ciencia cognoscitiva» con su explosivo crecimiento: filosofía de la mente, psicología, inteligencia artificial y ciencias neurológicas, para mencionar las disciplinas centrales. Se ha escrito además un enorme volumen de ciencia ficción, sin duda, pero no intentaremos hacer el análisis de dicha literatura en este catálogo de los libros mejores y de más fácil lectura entre el material de libros y artículos recientes, desde los estudios clínicos de casos insólitos, pasando por el trabajo experimental y llegando a las exploraciones teóricas y especulativas. Se ha organizado el catálogo por tópicos en el orden en que surgen en las selecciones presentadas. Cada trabajo que enumeremos llevará a su vez a nuevo material pertinente en sus respectivas citas. Quienes sigan estas pistas descubrirán un árbol inmenso con ramas intrincadamente entretejidas del descubrimiento, la especulación y la controversia. El árbol no incluirá todo lo que se ha escrito sobre cada tema, pero si omite algo, su existencia habrá escapado también a la atención de la mayoría de los especialistas.
Introducción
La idea del cambio de cuerpos apasiona a los filósofos desde hace siglos. John Locke, en su Ensayo Concerniente al Entendimiento Humano (1690) se preguntó qué sucedería si «el alma de un príncipe entrase e informase el cuerpo de un remendón», llevándose consigo los recuerdos del príncipe. El tema ha sido objeto desde entonces de infinidad de variaciones. Dos extraordinarias antologías, repletas de casos imaginarios de trasplantes de cerebros, división de la personalidad, fundición de personas (dos o más personas fundidas en una con varios juegos de memorias y gustos), y de duplicación de personas son Personal Identity (1975), editada por John Perry y The Identities of Persons (1976) editada por Amelie O. Rorty, ambas en ediciones de bolsillo de la University of California Press de Berkeley. Otro buen libro es Problems of the Self de Bernard Williams (New York, Cambridge University Press, 1973).
¿Existen las mentes o los yos en realidad, por encima y fuera de los átomos y las moléculas? Estas cuestiones ontológicas (cuestiones relativas al tipo de cosas que podemos afirmar que existen y a las formas en que pueden existir dichas cosas) han sido motivo de preocupación para los filósofos desde la época de Platón. Probablemente hoy el ontólogo científico de mayor influencia entre otros igualmente prácticos y obstinados es Willard V. O. Quine, de la universidad de Harvard. Su trabajo clásico «Sobre lo que existe» apareció por primera vez en 1948 en The Review of Metaphysics. Reprodujo el trabajo en su colección de ensayos From a Logical Point of View (Cambridge, Mass. Harvard University Press, 1953). Word and Object de Quine (Cambridge University, M. I. T. Press , 1960) y Ontological Relativity and Other Essays (New York, Columbia University Press, 1969). Contiene consideraciones posteriores alrededor de su inconmovible posición ontológica. Un diálogo divertido en el que un materialista muy inteligente termina confundido es «Holes», de David y Stephanie Lewis, en The Australasian Journal of Philosophy (vol. 48. 1970, págs. 206-212) . Si los agujeros son algo que existe, ¿qué hay de las voces?, ¿qué son? Esta cuestión es considerada en el primer capítulo de Content and Consciousness de Daniel Dennett (London: Routledge & Kegan Paul. Atlantic Highlands, N. J.: Humanities Press, 1969) donde se afirma que la mente goza del mismo tipo de existencia que las voces, una existencia no problemática (como los fantasmas y los duendes), pero tampoco una cuestión de materia.
La literatura sobre la conciencia aparecerá más adelante en subtópicos de este capítulo. Las consideraciones sobre la conciencia en la Introducción fueron tomadas de una colaboración sobre el tema hecha por Dennett que aparecerá en una próxima edición de Oxford Companion to the Mind (New York: Oxford University Press), enciclopedia de los conceptos actuales sobre la mente, editada por R. L. Gregory. La cita de la definición de E. R. John de la conciencia es tomada de Fundations of Cognitive Processes, de R. W. Thatcher y E. R. John. (Hillsdale, N. J., Erlbaum, 1977, pág. 294), y el experimento de escuchar en forma dicótica figura en una obra de B. R. Lackner y M. Garrett, «Resolución de la ambigüedad: Efectos y desviación de contenido en un oído». Cognition (1973 págs. 359-372) .
Parte /. Un sentido del yo
Borges llama nuestra atención hacia las diferentes maneras de pensaren uno mismo. Un buen trabajo en la reciente obra de filosofía mencionada en Reflexiones es «¿Quién, yo?» de Stephen Boer y William Lycan, en The Philosophical Review (vol. 89, 1980, págs. 427-466) . Tiene una extensa bibliografía que incluye el trabajo de los precursores, Héctor Neri-Castañeda y Peter Geach, y el excelente trabajo reciente de John Perry y David Lewis.
Las extrañas cavilaciones de Harding alrededor de de no tener cabeza hallan eco en las teorías psicológicas del extinto James J. Gibson, cuyo último libro. The Ecological Approach to Visual Perception (Boston: Houghton & Mifflin 1979) contiene muchas observaciones notables —además de resultados de experimentos— sobre la información que obtenemos sobre nosotros mismos (ubicación, orientación de la cabeza, hasta el importante papel del sector borroso de nariz que podemos ver por el rabillo del ojo) de la percepción visual. Ver especialmente el capítulo 7, «Información óptica de la autopercepción». Una crítica reciente a las ideas de Gibson figura en «Contra la percepción directa», de Shimon Ullman, en