Fantasmas de Barcelona presenta 13 itinerarios por diferentes barrios de Barcelona. Se trata de un compendio de hechos sobrenaturales históricos y bien documentados, una geografía espectral de leyendas urbanas sobre espíritus y almas en pena como el espectro de la actriz Margarita Xirgu o un fin encantado de que Cervantes habló en El Quijote. En Fantasmas de Barcelona nada es inventado: la Vampira del Raval, el Fantasma de Canaletas… Barcelona está llena de espectros y almas en pena que os harán sentir escalofríos cuando pasee por sus calles. Si eres de los que no creen en fantasmas, espíritus o brujas, quizás os llevéis algún susto. Por si acaso, la recomendación de la autora es llevar siempre un buen puñado de ortigas en el bolsillo, el mejor amuleto contra los fantasmas.
Sylvia Lagarda-Mata
Fantasmas de Barcelona
Guía histórica de hechos sobrenaturales
Título original: Fantasmes de Barcelona
Sylvia Lagarda-Mata, 2009
Revisión: 1.0
18/03/2020
A ti, Rebeca, porque abriste una puerta y salieron todos los fantasmas.
Autora
SYLVIA LAGARDA-MATA Barcelonesa de pura cepa, y con el corazón dividido entre la Catalunya de sus amores y el Llenguadoc de sus antepasados, Sylvia Lagarda-Mata ama el arte, la historia y el día a día de sus pequeños países con una pasión que la ha llevado a menudo a situar sus narraciones a caballo entre estas dos tierras. Es licenciada en Ciencias de la Información y Máster en Comunicación Audiovisual. Ejerció de publicitaria y de periodista, y actualmente se dedica a redactar guiones para documentales y a impartir clases de cine y televisión. Y aun le queda tiempo para escribir algún libro. A su opera prima, Goita camaco! Vale pagès!, le siguió Mazapanes amargos, finalista del Premio Sent Soví de literatura. Fantasmas de Barcelona, con tres ediciones ya en catalán, era una antigua deuda pendiente con su ciudad de los prodigios.
Notas
[1] El día de San Jaime del año treinta y cinco / hubo gran fiesta dentro del Torín; / salieron siete toros, todos fueron malos; / esa fue la causa de quemar conventos.
[2] Soy un búho / y voy solo / si volvéis a levantarlo / yo volveré a quemarlo.
[3] Hay una palanquita / que es larga y estrechita. / Los salvados pasaran, / los condenados no podrán.
[4] En Can Coloma, / quien juega no duerme.
[5] San Juan Bautista, / apóstol y evangelista, / por la virtud que Dios os ha dado / guardad el agua de este pozo / de brujas y maleficios.
[6] San Juan, / quitadme el miedo de delante.
[7] Miradlo al claro de luna / sobre el portal de Mar: / tiene el pergamino del rostro / lleno de manchas e hinchado; / la boca sin labios; / los ojos dos agujeros; / mechón de cabellos rojos / en las sienes aferrados; / contraída la frente y las cejas; / verdoso y negreante.
[8] De repente se le encienden / los ojos como fraguas; / le hierve la cabellera, / toda pinchos, ondeando; / surcan su faz las venas / como vetas de una roca; / en la jaula se yergue; / huyen las aves volando, / y él dice con los dientes apretados / y con voz de agarrotado: […]
[9] En el Fossar de les Moreres / no se entierra a ningún traidor, / hasta perder nuestras banderas / será, la urna del honor.
[10] Espada de virtud, / brazo de caballero, / piedra y dragón / yo partiré.
[11] Ropa tendida al anochecer: / el diablo por la ventana. / Ropa tendida de noche: / el diablo bajo la cama.
[12] San Silvestre / lleva las brujas por el ronzal. // Por San Silvestre / entran las brujas / por la ventana.
[13] Puede más un solo brujo que siete brujas.
[14] Carne de ternera / creíamos comer, antes de encontrar / la uña y el dedo medio partidos; / todos lo miramos y arbitramos / carne humana era ciertamente. La pastelera / con dos ayudantes, hijas ya mayores, / era panadera y tabernera; / de quienes iban, allí bebían, / algunos mataban, cortaban, / hacían pasteles, y de las tripas / hacían salchichas o longanizas, / las más finas del mundo.
[15] El Roecebollas / y el Almita de Cantarito, / que salta y baila / por la pared.
[16] Es un monumento de oprobio / que levantaron los tiranos / para ejemplo de victoria; / sus recuerdos no son de gloria, / sus recuerdos son de sangre / ¡Abajo con la ciudadela! / ¡Abajo! ¡abajo! ¡abajo!
[17] De noche, a veces, cuando la oscuridad / sobre la tierra se desliza, / cuando la tormenta brama furiosa, / y los vientos silban y brilla el rayo, / sobre sus torres la ciudadela / gemidos escucha y escucha plañidos.
[18] —Dios os guarde, mi amor, / mucho me duele vuestra tardanza, / casi me habéis hecho pensar / que me habíais olvidado. / —No es así, mi amor, / no es así, noble dama: / para poderos ver a vos / he tenido que darme al diablo / el diablo de la mar, / el que ayuda a pasar el agua. / De veros bien que os he visto, / ¡pero mi alma esta dañada!
[19] Cerca del mar, / gritos y ruido, / barcos que se mueven / podridos por el muelle.
[20] ¡Buen golpe de hoz!, defensores de la tierra.
[21] Dieron parte al virrey, / del mal que los soldados hacían. / —Licencia les he dado yo, / mucha más pueden tomarse.
[22] En las Huertas de Sant Bertrán, / en la parte baja de Montjuïc, / sobre un montón de piedras / se alza una cruz de pino. / Id allá, hijos del monte; / id allá, barceloneses, / y rezad un padrenuestro / por quien fue nuestro verdugo.
[23] Ya mataron al virrey / cuando entraba en la galera. / El obispo los bendijo / con la mano derecha y la izquierda.
[24] Se despanzurra el perro ladrando, / la liebre huye botando, / y el cazador detrás. / Corres y correrás, / jamás te detendrás; / esta es la sentencia.
[25] Se alejan con el viento, / perdiéndose en un momento / gritos, rumores, rastro…
[26] Allí en el Hostal de la Llanda, / carretera de Madrid, / iba a llamar a la puerta / un pobre de Jesucristo. / Ya pregunta a la hostelera / si le quería acoger. / —¡Idos, idos, mal hombre, / que aquí no queremos pobrecillos! / dormid en la carretera, / carretera de Madrid.
[27] En la Creu Coberta, / ándate con ojo.
[28] ¡Pom! ¡Pom! ¡Pom! Se dice que oían / cada noche los vecinos. / —Eso es un alma en pena— / al final dijo uno de ellos. / —Es que hacen moneda falsa— / decía otro, acobardado. / —Eso son los solidaris— / exclamaba uno muy vivo. / —¡Algún chusco, algún menguado!— / repetía el buen sentido… / Dos mil mirones a todas horas / ante la casa del crimen… / Entra en juego la policía, / cesan por fin los ruidos… / ¡Y entretanto nadie diría / que estamos en pleno siglo XX!
[29] Mira el firmamento, contempla, aterrado, / la luna espléndida sobre la colina / como ojo justiciero, que acusa al malvado, / helándote la sangre, tu crimen ilumina. / ¡Camina, camina! / Ella que no sabe de amor ni piedad / ella te absorberá, por orden divino, / ya través del yermo de aquel mundo helado / arrastrarás el pesado haz. / ¡Camina, camina!.
[30] Allí al sol naciente, / cerca de una roca, / tengo a mi amor / que se llama Antonia; / de tan blanca que es / parece una monja, / monja de un convento / de los de Barcelona.
[31] Cuando estaba vivo / me paseaba por estas cimas, / y ahora que estoy muerto / me paseo por estos agujeros. / Tu que pasas por la carretera, / mira quien hay tras de ti.