PREFACIO
En agosto de 1981, Su Santidad el Dalai Lama del Tibet impartió una serie de conferencias en la Universidad de Harvard bajo los auspicios del Instituto Americano de Estudios Budistas (AIBS) y del Centro para los Estudios de las Religiones del Mundo. Organizado principalmente por el profesor Robert Thurman, presidente del AIBS, las conferencias del Dalai Lama, dictadas en el Harvard Yard Hall, satisficieron magníficamente la intención de proporcionar una introducción en profundidad a la teoría y la práctica del budismo. Las conferencias se sucedieron a lo largo de cinco días, con sesiones de aproximadamente dos horas tanto por la mañana como por la tarde. Desde la perspectiva de las cuatro verdades nobles, el Dalai Lama describió la situación de los seres atrapados en un círculo de sufrimiento producido por acciones contraproducentes, las cuales se basan en una comprensión errónea de la naturaleza de las personas y demás fenómenos. Siendo la ignorancia la causa básica del sufrimiento, describió con gran lujo de detalles el camino para salir de esta situación, la motivación para desprendernos de la repetición descontrolada de las actitudes insanas, la extensión de esta comprensión de la propia situación a la de los demás y la consecuente generación de la compasión universal. El Dalai Lama enfatizó particularmente el desarrollo de la sabiduría que penetra el velo de la falsa apariencia del fenómeno, llegando a su verdadera naturaleza, que no se encuentra adulterada por falsas superposiciones. Después de la primera conferencia del lunes por la mañana, el Dalai Lama respondió a las preguntas al comienzo de cada sesión. Dado que los temas trataban acerca de la relación entre ciencia y religión, la naturaleza y los niveles de la conciencia, el significado de ser una persona en un sistema basado en la abnegación, dualismo y no dualismo, la diferencia entre una escasa apreciación de uno mismo y la abnegación absoluta, técnicas para curar la depresión, los tipos de cuerpos de arco iris, la diferencia entre el apego aflictivo y el no aflictivo, la posición de las mujeres en el budismo, el conflicto entre la evolución y la teoría budista de la involución, la utilización del sexo en el camino del Tantra, cómo dirigir nuestra práctica diaria sin sufrir un excesivo apego hacia ella y cómo equilibrar la actividad altruista con el desarrollo in terno, las respuestas abarcaron la totalidad del espectro de las cuestiones sobre las que todos, incluso quienes muestran un interés apenas superficial por el budismo, hemos deseado indagar durante las últimas décadas. Las respuestas del Dalai Lama revelaron una orientación profunda y aun así práctica respecto a estas cuestiones cruciales, equilibrada con un sencillo y modesto humor.
Las conferencias, traducidas y editadas aquí en forma de libro, proporcionan una información técnica sobre la perspectiva budista respecto a la situación humana, así como un inspirador consejo acerca del amor y la compasión. La combinación de un intelecto poderoso y una impresionante habilidad en la exposición, asociada a la práctica compasiva que caracteriza la personalidad del Dalai Lama, se hicieron patentes a lo largo de las sesiones. Habla con toda sinceridad, con la penetración extraída de la tradición budista que alcanzó elevados niveles de desarrollo en la región cultural tibetana, la cual se extiende desde las áreas mongoles de Kalmuck, cerca del río Volga (en Europa), donde éste desemboca en el mar Caspio, Mongolia exterior e interior, la República de Buriat, en Siberia, Ladakh, Bután, Sikkim, gran parte de Nepal y toda la actual provincia de Ch’ing-hai, así como parte de las provincias de Gansu, Yunnan y Sichuan (las cuales eran parte del Tibet antes de la conquista china en los años cincuenta). En esta vasta región de Asia Central, el lenguaje de la oración y de los discursos filosóficos era el tibetano, y las grandes universidades monásticas del Tibet, hasta la invasión china, atrajeron a estudiantes de todas estas áreas. El Dalai Lama habla claramente y con la voz de la experiencia desde esta tradición de estudios budistas, de varios siglos de antigüedad, acerca de la aplicación de los principios y técnicas budistas en un período muy difícil tras la pérdida de su tierra natal. Con particular intensidad, nos habla del valor de los enemigos y de la urgente necesidad de compasión, paciencia y tolerancia. A medida que transcurren las conferencias, emerge la imagen de un Dalai Lama que lucha por traer la paz a los niveles individual, familiar, local, nacional e internacional: un líder de la humanidad sugiriendo técnicas y dando consejos respecto a las actitudes que transforman activamente el conflicto en paz.
Yo desempeñé la función de intérprete en estas conferencias, y las he retraducido para este libro con el propósito de intentar captar los detalles y matices que a menudo se pierden bajo la presión de una traducción simultánea. Deseo expresar mi agradecimiento a Kensur Yeshi Thupten, antiguo abad de un colegio monástico tibetano ahora reubicado en el sur de la India, por identificar numerosas citas, y a la doctora Elizabeth S. Napper, directora ejecutiva del Instituto de Estudios Tibetanos, por sus copiosas sugerencias editoriales. Gracias también a Gareth Sparham por leer la totalidad del manuscrito y por sus numerosas y útiles sugerencias.
JEFFREY HOPKINS
Universidad de Virginia
Lunes por la mañana
L a actitud analítica Budista
Estoy muy contento y me siento profundamente honrado de hablar aquí, en esta famosa universidad, sobre budismo y concretamente acerca de su filosofía. Trataré el budismo desde la amplia perspectiva de las cuatro verdades nobles, exponiendo los temas en mi limitado inglés cuando crea poder hacerlo; en caso contrario será mi intérprete quien traduzca mis palabras.
Los temas que plantearé son las escuelas budistas de aserción y las visiones que en ellas se expresan. Hablaré principalmente sobre el sistema de la Escuela del Camino Medio y de la Escuela de Sólo Mente. Si tratara de exponer las enseñanzas de todas las escuelas, no sólo os confundiríais vosotros, sino que probablemente también lo haría yo.
En nuestra era, el maestro de la doctrina budista fue Gautama Buda, que nació en la India, en el seno del clan de los Sakyas. La historia de la vida de Buda se narra en tres partes: una generación inicial de la intención altruista de alcanzar el estado iluminado; posteriormente su acumulación de las sumas de mérito y sabiduría y, por último, el logro de la iluminación y la puesta en marcha de la rueda de la doctrina. La razón por la que su historia se presenta de esa manera es porque, en el budismo, no existe ningún maestro que estuviera iluminado por toda la eternidad sin origen, sino que toda persona debe alcanzar la iluminación por primera vez.
Al haber cuatro escuelas de aserción dentro del budismo, existen muchas explicaciones diferentes acerca de cómo estimular una intención altruista para lograr la iluminación, cómo realizar las acumulaciones de mérito y sabiduría y cómo alcanzar la iluminación. Desde un punto de vista general, Buda, llamado entonces Shakyamuni, logró primero la aspiración de alcanzar la iluminación con el fin de obtener el bienestar de los seres sintientes , siendo el bienestar de todos ellos su deseo primordial, y su propia iluminación el medio de llevarlo a cabo. Después, en la fase intermedia, realizó las acumulaciones de mérito y sabiduría durante tres períodos de innumerables eones, al término de los cuales alcanzó la iluminación completa y perfecta. Dado que la historia de la vida de Shakyamuni es ampliamente tratada por la literatura budista, no considero necesario repetirla aquí.