DEDICADO
a la memoria del
Dr. JAMES HENRY BREASTED que ha dado al mundo tanta verdad relacionada con las antigüedades del Egipto.
CONSTRUYENDO LA GRAN PIRÁMIDE DE GIZEH ▼
Se estima que se emplearon cien mil hombres durante veinte años para erigirla. El cuadro de arriba es la concepción de un artista famoso mostrando la titánica tarea.
LA ESFINGE, GUARDIÁN DE LAS EDADES ▼
Entre sus patas se encuentra un altar ante el cual, en la antigüedad, los candidatos de las escuelas de los misterios recibían sus obligaciones antes de ser llevados a través del pasadizo subterráneo a las cámaras de iniciación de la Gran Pirámide (que aparece al fondo).
AKHNATON ▼
El ilustre Faraón Akhnaton, de 1350 A. C., el primero en concebir y postular una religión monoteísta. Sus conceptos religiosos influyeron la literatura religiosa de los judíos cautivos y pusieron una marca ideleble sobre las doctrinas cristianas de siglos más tarde.
CONTENIDO
Prefacio, página 8.
Capítulo I - Una Visita a la Tierra del Misterio, página 11. Capítulo II - Tradiciones Misteriosas, página 20.
Capítulo III - Su Significado Geográfico, página 29.
Capítulo IV - La Asombrosa Construcción, página 33. Capítulo V - Medidas Simbólicas, página 36.
Capítulo VI - La Profecía de Eventos, página 44.
Capítulo VII – Los Pasadizos Secretos de la Pirámide, página 52. Capítulo VIII – Hechos Extraños, página 57.
Capítulo IX – Las Iniciaciones de los Misterios, página 62. Capítulo X - ¿De Dónde Vino Este Conocimiento?, página 68. Apéndice, página 75.
¡DENTRO DE LA CÁMARA DEL REY!
▼
Era aquí donde los iniciados de las antiguas escuelas de los misterios eran “elevados” a una nueva vida de mayor iluminación. En esta fotografía excepcional, el presente Imperator de la Orden Rosacruz, Ralph M. Lewis, demuestra la posición del antiguo iniciante ante el sarcófago.
PREFACIO ▼
Se han escrito tantos libros y folletos acerca de la Gran Pirámide de Gizeh en Egipto, que parecería que uno más acerca del tema sería inútil. La gran divergencia de opiniones expresadas en estos libros tendería a llevar a sus lectores a sentir que cada libro nuevo no es sino otra presentación de opiniones personales, y que la multiplicidad de opiniones deja muy desorientado al buscador de la verdad.
Después de todo, cualquiera descripción de la Pirámide es como una descripción de un hermoso atardecer o una magnífica pintura. Cada descripción es un retrato ligeramente diferente de lo que está en los ojos del que contempla. Aquellos que desean beneficiarse a través de tales descripciones deben tomar de cada una de ellas lo que parece estar de acuerdo con las demás y lo que cree en sus mentes una concepción lógica.
Ciertamente que la Pirámide en su total puede ser descripta desde muchos puntos de vista diferentes. El arquitecto, el ingeniero estructural, el constructor, el trabajador, el artista y el artesano, encontrarán en la Pirámide elementos que cautiven su atención, causen admiración y respeto y provean material para descripciones elaboradas y entusiastas. Luego, está el historiador, el filósofo, el científico y el místico. Cada uno de ellos encontrará en la Pirámide aquello que él pueda admirar y considerar con éxtasis, entusiasmo o frío respeto mecánico.
La tesis de este libro es la presentación del lado místico de la Pirámide y el apoyo de la contención presentada en muchas tradiciones antiguas de que la Gran Pirámide no fue construida como tumba para un rey que buscaba engrandecerse inmediatamente antes y por mucho tiempo después de su transición, sino que como un lugar diseñado enteramente, y usado exclusivamente, para ceremonias místicas de iniciación e, incidentalmente, o en forma coincidente, como un monumento para la preservación de la sabiduría y para ser siempre un profeta del futuro.
Por esta razón, este libro no trata exhaustivamente con los detalles mecánicos, de ingeniería, científicos y demás del diseño y estructura de la Pirámide, excepto en cuanto vierten luz sobre su simbolismo místico y su utilidad práctica de acuerdo con la tesis ya mencionada.
Aun el tal llamado lado religioso de su significación es apenas tocado, debido a que muchos otros libros han elaborado sobre esta fase del tema, muchas veces hasta extremos fanáticos. Es demasiado fácil desviarse y permitirle a la imaginación y ocurrencia de uno asociar a muchas cosas encontradas en la Pirámide con declaraciones que pueden encontrarse en la Biblia Cristiana, en el Antiguo y Nuevo Testamento. Esto no se debe al hecho de que hayan tantos elementos dudosos o sin probar a encontrarse en la Pirámide los cuales pueden ser explicados recurriendo con extremismo a la imaginación, sino al hecho que muchas páginas en la Biblia Cristiana son susceptibles de varias explicaciones e interpretaciones, muchas veces a través de elaboradas discusiones acerca del significado preciso de alguna palabra en una frase ― independiente del hecho que muchas de tales palabras fueron elegidas arbitrariamente por los intérpretes y traductores de la Biblia sin tener en mente la singular aplicación que podría hacerse de las tonalidades de significado atribuibles a tales palabras ―.
Porque en los escritos antiguos encontremos referencias a “las cuatro esquinas de la tierra”, no debemos suponer que los escritores originales de las palabras ― no los traductores o intérpretes ― querían implicar que la tierra era cuadrada y realmente contaba con cuatro esquinas. Pero tales frases se prestan fácilmente al uso de los fanáticos intérpretes modernos cuando escriben acerca de la Gran Pirámide, los que arguyen que la Pirámide representa la cuadratura de la tierra y que en el comienzo del tiempo la tierra debe haber sido cuadrada porque la Biblia habla de las cuatro esquinas de la tierra y la Pirámide en sí tiene cuatro esquinas.
Lo mismo es cierto en cuanto a la manera de interpretar muchas de las indicaciones proféticas en la Pirámide con incidentes relatados en la Biblia. Estirando un poco la imaginación y con insistencia sobre ciertas tonalidades de significado atribuidos a palabras que describen la vida y actos de Jesús, los extremistas quisieran hacemos creer que todo incidente en la vida de Jesús está profetizado en la Pirámide, y que la futura vida del hombre ― como ésta es delineada en los dogmas y credos cristianos ― está firmemente establecida en las predicciones encontradas en la Pirámide. Esto haría de la Pirámide exclusivamente un monumento cristiano que tendría que haber sido, por lo tanto, diseñado y creado por cristianos para enfatizar a la religión cristiana e insinuar que sólo los cristianos encontrarán sabiduría en sus revelaciones. El hecho que la Pirámide fue diseñada y construida mucho tiempo antes de que las doctrinas cristianas le fueran presentadas al hombre, no es embarazoso para estos extremistas que explican esta dificultad declarando que los diseñadores y creadores de la Pirámide sabían por adelantado de la llegada de Jesús el Cristo, las enseñanzas que Él presentaría, los actos que Él llevaría a cabo y la eventual cristianización del mundo entero por “la única religión verdadera”.
Elijo dejarles a los lectores individuales de este libro la elección personal de hacer tales interpretaciones religiosas y la decisión en cuanto a si la Gran Pirámide profetiza o no la cristianización del mundo entero. Este es un asunto que yace completamente fuera del campo de este presente trabajo.