Historia de los Godos
Una epopeya histórica de Escandinavia a Toledo
Rosa Sanz Serrano
Agradecimientos
Introducción
PRIMERA PARTE
EL ORIGEN DE LOS GODOS
1. Los godos y el Barbaricum en las fuentes
El bárbaro y la caída del Imperio Romano
El Barbaricum en la historiogra fí a moderna
Los pueblos del Barbaricum:germanos y escitas
Jordanes y la migración de los godos
Las externae gentes y el discurso barbarie-civilización
Las regiones extra Fronterizas y el mundo romano
El perfil del nómada y las migraciones bárbaras
II. Los godos y el Imperio
El concepto de limes occidental
Las fronteras y la barbarización del imperio
Gentiles y ,federados en el ejército romano
Bárbaros, tiranos y usurpadores
III. Las grandes migraciones en los siglos Iv y v
Los godos y las «invasiones» del final del imperio
El episodio de Adrianópolis
Estilicón y Alarico, rey de los godos
El saqueo de Roma
La Biblia de Wulfila y la cristianización de los godos
La hija del Austro y el rey del Aguilón
SEGUNDA PARTE
DEL REINO GODO DE AQUITANIA AL REINO VISIGODO DE TOLEDO
IV. El reino de Aquitania y el Imperio de Occidente
Godos y romanos en la Galia: los pactos de hospitalidad
Los bárbaros y la «pérdida de las Hispanias»
La Notitia Dignitatum y el ejército de Hispania
La nobleza de Occidente y el sistema de patrocinio
V. Los monarcas de Tolosa en las Hispanias (421-507)
La espada y el arado: hispanos y bárbaros
El reino suevo y los federados godos
Atila, la vara de la furia de Dios (furores Dei)
La Crónica de Hidacio y el final del Imperio de Occidente
El final del reino de Tolosa y la migración goda a las Hispanias
Las poblaciones godas y su registro funerario
TERCERA PARTE
EL REINO VISIGODO DE TOLEDO (548-711)
VI. Spania y la gens gothorum
La creación ideológica del reino y la Marca Hispánica (548-567)
Leovigildo y la sedes regia
El supuesto limes del norte y la bagauda
Hermenegildo y el conflicto sucesorio
Leovigildo y los católicos: el ejemplo de Mérida
VII. La monarquía católica y el desarrollo del reino (586-711)
La conversión de Recaredo y el III Concilio de Toledo
Monarcas y traidores: el morbo gótico (601-640)
La consolidación de la monarquía electiva (640-687)
La pérdida de Spania y la leyenda de Ilyian (Julián) (687-711)
CUARTA PARTE
LA MONARQUÍA GODA Y LOS PUEBLOS DE SPANIA
VIII. El Estado y los súbditos
La corona y las gentes
La monarquía teocrática y la ley divina
La administración de palacio y las provincias
IX. La organización de los territorios
La civitas y el territorium
La organización del espacio: las aldeas y los centros fortificados
La villa urbana y la villa rural
El ejército real y los ejércitos nobiliarios
Impuestos, Fscalidad y patronato
QUINTA PARTE
LOS HOMBRES Y SU MEDIO
X. La explotación de los recursos naturales y el intercambio de bienes
La agricultura y las comunidades rurales
La explotación ganadera y los modelos de trashumancia
La producción y el consumo en la ciudad tardoantigua
El comercio y las vías de intercambio
Banqueros, comerciantes y piratas
XI. El Estado y los grupos sociales
Los límites de la libertad
La ciudad y el obispo
La enseñanza y la transformación de la paideia clásica
Ser productor libre en el campo
Campesinos, eremitas y monjes
Entre la esclavitud y la libertad: los servi y los mancipia in obsequio
XII. Vivir en las Spanias
La familia y el parentesco
Ser mujer en un mundo de hombres
Algunas cuestiones sobre demograta
La persecución religiosa: el paganismo y la magia
Las herejías y el problema priscilianista
La Corona y la comunidad judía
Cronología
Abreviaturas
Fuentes
Bibliograta
A Hermann y Jimena, que viven en el Barbaricum.
Este libro es el resultado de una linea de investigación iniciada hace muchos años. Comenzó con un interés inicial por el estudio de los cambios ideológicos operados con motivo de la cristianización del Imperio Romano y pronto se amplió al de los contactos entre éste y las poblaciones del Barbaricum, con especial interés por las que después se afincaron en las Hispanas. Para mis investigaciones he tenido la oportunidad de poder participar en distintos proyectos de la Universidad Complutense de Madrid y del Instituto Arqueológico Alemán (Deutsches Arch~ologisches Institut) que me han permitido viajar y trabajar en países tan distintos como Turquía, Alemania, Siberia o la República de Tuva. Gracias a estos proyectos he podido ampliar mis conocimientos acerca de los distintos problemas históricos y conocer mejor los registros materiales que facilitan el análisis de las formas de contacto cultural entre los romanos y los llamados pueblos bárbaros.
Pero la publicación del presente libro se debe principalmente a la oferta que me hizo Guillermo Chico de la Serna -uno de mis mejores estudiantes en la especialidad de Historia Antigua- para que colaborara con la editorial La Esfera de los Libros en el proyecto de sacar adelante una muy digna colección de historia. Le agradezco sinceramente su confianza en mi trabajo y la paciencia que ha tenido al aceptar que se retrasase el tiempo de esta publicación por diversas causas de las que yo soy la única responsable. También quiero reconocer aquí la paciencia que han tenido Hermann y Jimena -a quienes he dedicado este libro- en los momentos en que no he podido atenderles debidamente y pido especialmente disculpas a mi madre, Antonia, por tener que esperar más de lo usual a que cumpliera con ciertos encargos. Por otra parte, a Hermann le debo haber compartido algunos trabajos arqueológicos de los que he aprendido mucho y que me han abierto nuevos campos para mis estudios sobre el mundo antiguo.
No quiero olvidar tampoco en este momento a los amigos del Departamento de Historia Antigua de la Universidad Complutense, quienes, con sus bromas y aliento, en la estrechez y la complicidad de mi despacho, me han hecho más llevaderos los momentos de excesivo trabajo y me han dado la oportunidad de aprender al llevarme hacia otros espacios en los que ellos son los reyes. Quiero también tener un especial recuerdo para algunos compañeros y compañeras de otros departamentos, especialmente de Prehistoria y de Historia Medieval, que me hacen vivir la vida académica cada día con el respeto y la dignidad que ésta se merece. Pero, sobre todo, mi agradecimiento a Saúl Martín y David Álvarez, a los que me une un común interés por los bárbaros y los momentos finales de la historia del Imperio de Occidente, y con los que intercambio siempre que puedo puntos de vista y reflexiones, a veces robándoles un tiempo que les es precioso. En especial, debo a David Álvarez su colaboración en la confección de los mapas que presento en el libro y su ayuda en las correcciones de la bibliografia y de la edición en castellano de algunas fuentes.
Finalmente, me siento deudora de mi particular situación académica, que me permite viajar constantemente y trabajar en las mejores bibliotecas europeas, en las que tengo la ocasión de compartir experiencias y conversaciones con buenos arqueólogos e historiadores con los que «tomar un café» tiene su propio contenido simbólico. En este sentido, me siento muy agradecida a la flexibilidad y comprensión de Mercedes Molina, decana de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid, que favorece siempre que puede el intercambio interdisciplinar e interuniversitario. Ella sabe bien lo importante que es para los historiadores españoles mantener buenas relaciones con los colegas de más allá de nuestras fronteras y conseguir que nuestra facultad sea un foro abierto para todos.