Para Thomas, Théo, Agathe y Daphné
Acerca de la Autora
Sophie Carquain es una escritora y periodista, especializada en psicología y sociedad (Madame Figaro, Version Fémina) , ha escrito más de 200 cuentos, y novelas infantiles ( revista Famille et Education ) en varios idiomas. Es coautora con Maryse Vaillant de cuatro libros, entre ellos Entre soeurs .
Periodista apasionada desde los 23 años, siempre había escrito libros, cuentos y relatos infantiles (libros de cuentos en Albin Michel o Zethel, y novelas cortas publicadas por Talents Hauts) o ensayos, co-escritos con la psicóloga Maryse Vaillant ( † 2013), pero a partir de los 50 años los libros de convierten en su prioridad absoluta: la biografía novelada Trois filles et leurs mères, Duras, Beauvoir, Colette ( Charleston), y el guión del cómic Simone de Beauvoir, une jeune fille qui dérange ( publicado en octubre de 2016, Zethel ), todo ello antes de sumergirse de lleno en la novela, Manger dans ta main , ( Albin Michel, 2016 ), Ma maîtresse est un dragon, 30 histoires pour aimer l’école (Zethel, 2016) y Un yéti dans ma classe (Talents hauts, 2016) .
Tiene tres hijos, ya adultos, y vive en París (en el quinto distrito, que ella define como "el mejor lugar del mundo"), donde "florecen los cines y las librerías", cerca del jardín de Luxemburgo, por el que pasea a diario.
Entrevista marzo 2017
Entrevista enero 2017
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Pequeñas historias para hacerse mayor
Para leer de noche y abordar con el niño sus miedos, sus inquietudes, sus preguntas...
Sophie Carquain
E L S UEÑO Y LA O SCURIDAD
INTRODUCCIÓN
«Hay ensoñaciones muy profundas, ensoñaciones que nos ayudan a descender tan profundamente en nosotros mismos, que nos liberan de nuestra historia. Nos liberan de nuestro nombre.»
GASTON BACHELARD, Poética de la ensoñación
Un cocodrilo en el armario...
Conocemos a nuestros hijos de memoria. La forma de sus uñas, los recovecos de sus orejas, sus estallidos de risa, sus caprichos y sus pataletas... Es lo más normal del mundo, ¿no? Después de todo, nosotros los hemos «fabricado»... Sin embargo, muy pronto algo se nos escapa, simplemente porque la vida, la de verdad, siempre se escapa...
Ellos tienen sus secretos, sus «cocodrilos en el armario», sus angustias, sus preguntas: «¿Por qué la quiero y ella a mí no?», «¿Y el yayo, cómo vive allí arriba? Al menos, ¿es feliz?», «¿Y Dios? ¿Tú crees que de verdad existe?»...
Y nosotros que los creíamos todavía en la edad de los caramelos, de los toboganes, y ya están abrumados de preguntas, de secretos. Movemos la cabeza, desconcertados. A veces, un atisbo de nostalgia nos acongoja a nosotras, las mamás muy «mammas».Y pensamos: «¡Tan pronto... tan pronto tantas preguntas!».
Pues sí, ya están ahí... No hay que esperar a que calce un 39 para verlo interrogarse seriamente sobre el devenir del mundo.
«El niño soñador capta la ensoñación cósmica que nos une al mundo», escribe Gaston Bachelard. El deseo de conocer es el primer paso hacia toda filosofía.
Los niños no se dejan engañar por nuestras enormes sonrisas de payaso, aunque nosotros lo único que queremos es protegerlos del mal. Tampoco están a salvo de los dolores de la existencia ni de las preguntas metafísicas. Las ortigas del mundo también les pican, aun si, todas las mañanas, nosotros, los padres, a imagen del Principito, nos esforzamos rastrillando nuestros pequeños planetas y arrancando todos los «baobabs» que pueden hacerle daño. No nos fiemos de su silencio. Incluso antes del cataclismo de la adolescencia, nuestros hijos no viven en un mundo perfectamente redondo, de lo más azul, de lo más rosa.
A los 3-4 años empiezan a tener una leve conciencia de la muerte; hacia los 10 años saben que es definitiva. Después de eso, ¡intente rastrillar los perversos baobabs ante sus narices!...
No obstante, ¿cómo hablarles de la muerte, de la sexualidad, de la amistad, del dinero, de la tristeza y de la angustia, de la soledad y de la camaradería? ¿Del divorcio y de las peleas? ¿Cómo decirles que la noche no es tan negra, que las pesadillas son ineludibles, que los adultos pueden hacer cosas inconvenientes?
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