José de la Rosa - Pequeña Historia Frívola de 1700 (Spanish Edition)
Aquí puedes leer online José de la Rosa - Pequeña Historia Frívola de 1700 (Spanish Edition) texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2017, Editor: UNKNOWN, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:
Novela romántica
Ciencia ficción
Aventura
Detective
Ciencia
Historia
Hogar y familia
Prosa
Arte
Política
Ordenador
No ficción
Religión
Negocios
Niños
Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.
- Libro:Pequeña Historia Frívola de 1700 (Spanish Edition)
- Autor:
- Editor:UNKNOWN
- Genre:
- Año:2017
- Índice:5 / 5
- Favoritos:Añadir a favoritos
- Tu marca:
- 100
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Pequeña Historia Frívola de 1700 (Spanish Edition): resumen, descripción y anotación
Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Pequeña Historia Frívola de 1700 (Spanish Edition)" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.
Pequeña Historia Frívola de 1700 (Spanish Edition) — leer online gratis el libro completo
A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Pequeña Historia Frívola de 1700 (Spanish Edition) " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
© Todos los derechos reservados
Todos los derechos están reservados. Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos por la ley y bajo los apercibimientos legales previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright.
Esta es una obra de ficción histórica. Nombres, caracteres, lugares y situaciones son producto de la imaginación del autor o son utilizados ficticiamente, y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, establecimientos de negocios (comerciales) hechos o situaciones son pura coincidencia.
Título: Pequeña Historia Frívola de 1700
Copyright © 2004 - J. de la Rosa
Copyright © 2017 - J. de la Rosa
Primera edición, septiembre 2004
Segunda edición ampliada, noviembre 2017
Diseño de portada: Nerea Pérez Expósito de www.imagina-designs.com
Contacto:
http://docerazones.blogspot.com.es/
Gracias por comprar esta colección de cuentos.
EMPECEMOS…
Bruselas, a 23 de octubre del Año del Señor de 1793
Querido Augustus, querido editor.
Hace años que me venís reclamando mis memorias y el mismo tiempo hace que yo me niego a escribirlas.
Podría aducir razones de caballerosidad, o de respeto, o incluso de decencia, pues han recorrido tantos caminos mis cansados pies y observado tantos mares mis tristes ojos que el simple hecho de recordarlos me produce agotamiento.
Este argumento, que ya os di en Nápoles hace muchos años, sigue inspirando mis actuaciones mas, hace unos días sucedió algo que me ha hecho replantearme estos principios que tan sólidos creía.
Permitidme que me sobreponga a la turbación, que abuse de vuestra siempre bien recibida paciencia y os cuente lo que ha acontecido, mi buen amigo.
Todo comenzó de forma tan corriente como esto: el pasado miércoles, mi ayuda de cámara, Pierre, entró en el gabinete sin llamar.
Algo tan inusual en él me provocó una mirada de disgusto mas, al ver su frente perlada de sudor y el temblor perceptible de sus manos, reprimí una corrección y mis ojos cansados le interrogaron sobre su desacostumbrada acción.
Ante la benevolencia de mi acto, Pierre se derrumbó sobre el silloncito azul Borbón tapizado en seda de Lyón que hay junto a la entrada y gemidos y lágrimas turbaron el sereno silencio de mi gabinete, solo roto por el canto de los petirrojos del jardín.
— ¿Pero...? — . Le intenté preguntar.
Mas tan terrible azoramiento se había apoderado de Pierre, que tuve que aguardar a que una vela se consumiera para intentar serenar su consternación.
Cuando al fin levantó la cabeza del reposabrazos tapizado de azures — antes el orgullo de mi casa y ahora solo una masa azulona, manchada de mucosidad — la simple mirada de sus ojos me aterrorizó.
Con mano temblorosa, sacó de su librea un pliego mal doblado.
— Ha llegado esta mañana, Excelencia. No sabía cómo entregároslo.
Lo miré unos instantes antes de tomarlo.
El pergamino estaba salpicado en varios puntos de inmundicia y los lacres parecían arrancados apresuradamente.
— Me he atrevido a abrirlo, Excelencia, pues había escuchado rumores y temía, como es cierto, que se tratara de su confirmación. Sentaos, Excelencia, sentaos antes de leer.
Pierre seguía compungido y mi sofalito azul no daba para tanta tristeza y tanta ofuscación. El simple hecho de ver la joya de mi casa marchitada me dio las fuerzas necesarias para comenzar la lectura.
La misiva estaba fechada el 17 de octubre y el papel no aparecía timbrado, cosa que me sorprendió al descubrir al pie del escrito la firma mal garabateada de Babette, mi bella nuera que aún permanecía en París en estos días fatídicos de revolución.
Levanté la mirada para cruzarla con los asustados ojos de Pierre.
— Es por seguridad, Excelencia. La falta del emblema en el papel, me refiero — . Contestó él, leyendo como siempre mi pensamiento.
“Por seguridad”, pensé yo.
Babette había abrazado — después de los fatídicos sucesos que ya contaré — , la causa revolucionaria, y quizás el hecho de cartearse con un marqués podría traerle perjuicios.
Tras las salutaciones y la presentación de sus respetos, mi antigua nuera resumió en pocas líneas el verdadero contenido de la misiva.
Mis piernas flaquearon, los ojos acostumbrados a la luz y al dolor se nublaron por unos instantes, y si no hubiera seguido el siempre certero consejo de Pierre de sentarme en un sillón, hubiese caído de bruces sobre el suelo duro de la estancia.
Lágrimas que nunca pensé que pudieran derramarse desbordaron mis ojos, y durante un buen rato se unieron a las de mi fiel Pierre, en un miserere de pesares que juntos entonamos en su memoria.
Babette, con mano temblorosa, me contaba que el pasado dieciséis de octubre, en este mismo fatídico año de 1793, a no más de las doce de la mañana, la vil hoja de la guillotina había cercenado con certero golpe la cabeza de la Reina.
María Antonieta, reina de Francia, había presentado sus cuentas ante el Altísimo después de largos meses de cautiverio.
Sí, amigo mío, hasta ese punto me turbó el regicidio de Su Majestad.
Te estarás preguntando cómo pudo afectarme tanto la muerte de alguien a quien mal quería, de alguien a quien odiaba.
Es cierto que María Antonieta y yo no éramos amigos y no es menos certero decir que mi sola presencia le alteraba los humores.
Tienes razón pensando que mi tercer destierro fue motivado por su intervención y te creería si me dijeras que mis posesiones me fueron arrebatadas atendiendo a una súplica suya ante el Rey.
Pero, ¡Ay!, con la muerte de María Antonieta, moría mi siglo. Con la perdida de luz en sus ojos desaparecía la luz de mi época, con el último suspiro de sus labios dejaba de respirar un modo de vida. Con su pensamiento postrer, se acababa un ideal para siempre.
Ya nada sería igual, todo diferente.
La gracia, el Siglo de la Gracia había llegado a su fin.
Miré alrededor, y entonces lo vi claro. ¿Dónde estaban aquellas damas y caballeros que había conocido en mis viajes? ¿Dónde la música, la poesía, la exquisita porcelana, la modélica etiqueta? Todos muertos, cadáveres putrefactos.
He maldecido a Díos por haberme dado el don de la longevidad. Por haberme permitido ver la muerte de mi amada esposa, de mis hijos y de mis queridos amigos.
Con 102 años cumplidos comprendo ahora el plan divino.
Soy yo el último testigo de este periodo que acaba de terminar, el portador de la luz, el baluarte de la antorcha.
No, amigo mío, te equivocas.
No escribiré mis memorias.
Lo que mis ojos vieron y mis oídos escucharon en los salones y tras las puertas solo pertenece a mi recuerdo. Sin embargo, a lo largo de estos años, me han contado historias. Historias que algunos dicen inventadas y otros afirman que son tan ciertas como que el hombre no se enmienda con las calamidades.
Desde Nápoles a Estocolmo, desde Madrid a San Petersburgo, he oído una y otra vez el nombre de un tal monsieur Popin recorriendo el orbe y asistiendo a mis coetáneos con sus consejos. Monsieur Popin, una y otra vez, como una sonata nocturna en el salón de al lado.
Mentiría si dijera que le conocí pero, como todo caballero de mi época, estuvo tan presente en mi vida, que parece tratarse de un buen amigo o de un pariente lejano.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Libros similares «Pequeña Historia Frívola de 1700 (Spanish Edition)»
Mira libros similares a Pequeña Historia Frívola de 1700 (Spanish Edition). Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.
Discusión, reseñas del libro Pequeña Historia Frívola de 1700 (Spanish Edition) y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.