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Primero muerta. Asesinos de mujeres en el Perú
©2019, Lorena Alvarez
© 2019, Editorial Planeta Perú S.A.
Av. Juan de Aliaga 425, of. 704 - Magdalena del Mar. Lima-Perú
Este libro es para el compás que orienta mi vida.
Gracias por existir. Los amo.
Agradecimientos
En este segundo libro tengo todavía más claro que, si bien es el nombre de una sola persona el que figura en la portada, todo se logra gracias al maravilloso trabajo de un gran equipo. Primero muerta , el proyecto que decidí emprender desde que terminé No te mato porque te quiero, ha sido un reto profesional y personal emocionante y, por momentos, aterrador. Necesité de mis dotes de reportera, un poco oxidados por tantos años especializada en la conducción, y realicé un trabajo especial con la palabra para hacer “llevaderos” los relatos y los perfiles de los feminicidas.
Quiero reconocer el estupendo trabajo de mis dos investigadoras, Maribel Figueroa y Diana Moncada. Sus aportes de fuentes y contexto fueron determinantes para que pueda contar las historias aquí narradas con la profundidad, seriedad y amplitud que requerían.
A mi editor, y ahora amigo, Víctor Ruiz Velazco con quien hemos vuelto a juntarnos en esta aventura de narrar y profundizar en las diferentes aristas del grave problema que representa la violencia de género. Qué haría sin tu profesionalismo y tu claridad para corregir mis textos sin anestesia. Le das forma a mi voz.
En Editorial Planeta, mi casa, gracias a María Fernanda Castillo por tu convicción, tu valor y tu feminismo; a Philippe Vergnaud, gracias por dejarme volar y escribir a mi manera. Al equipo de corrección, diagramación, el diseño increíble de la portada, y a todo el equipo digital. No tengo más que palabras de admiración para su trabajo.
Cristina Puma de Making Connexion, genial gestora de prensa, especializada en promover la cultura y los libros. Es invaluable el trabajo que haces para difundir el trabajo de los escritores.
No quería hacer personales los agradecimientos, pero si hay dos personas que debo mencionar porque sin ellas este libro no existiría. Mi “mind coach”, Igor Alegría. Más que transformarme, motivó mi evolución y me dio la fuerza para buscar mi camino, sin temor a reinventarme. Me reta, me desafía. Me demuestra que me merezco y puedo más. Ha habido tropiezos. No ha sido un año fácil pero su profesionalismo, experiencia y buena disposición son garantía de que me voy a levantar. Aunque se niegue a admitirlo, soy su mejor paciente.
Silvia Talavera, mi neuróloga. La conocí por casualidad tras un choque en la sala de emergencias porque estaba de guardia, y se volvió mi doctora de cabecera. Hoy ella supervisa toda la medicación que debo tomar para sanarme. La salud mental es un tema tabú y no debe serlo por eso quiero ser muy clara buscando inspirar a otras personas a que no tengan temor de pedir ayuda.
Tanto Igor como Silvia manejan mi estrés postraumático y mi trastorno de ansiedad generalizado. Gracias a ellos, este libro ha visto la luz a pesar de los días donde las horas fueron muy oscuras.
Quisiera mencionar a todos los que participaron de este libro, pero no se puede. Así que solo puedo decirles gracias por su talento, su lealtad y complicidad. Aquí sigo, navegando en este mar, con la frente en alto, la conciencia limpia y la plena convicción de que obro correctamente de acuerdo a todos los cánones.
Y a ustedes, mis lectores, gracias por comprar este libro, leerlo y compartirlo. Combatir la violencia contra la mujer debe ser una lucha de toda la sociedad. Cada uno es capaz de cambiar su mundo.
Para qué sirve contemplar el horror
POR DIEGO SALAZAR
Voy a empezar por lo sencillo. O, al menos, por lo que es en apariencia sencillo. Los números. Los números, decimos muchas veces los periodistas, hablan por sí solos.
Estas son algunas cifras —frías y estremecedoras— que recorren Primero muerta , asesinos de mujeres en el Perú , esta impecable investigación de la periodista Lorena Álvarez:
- Según datos del Ministerio Público, entre los años 2009 y 2018 han muerto 1201 mujeres víctimas de feminicidio en el Perú.
- En el 2018, la justicia peruana dictó sentencia únicamente en cuatro casos de 140 feminicidios cometidos.
- Entre el 2016 y el 2018, 500 niñas de entre 10 y 14 años han sido asesinadas luego de ser abusadas sexualmente.
- En ese mismo periodo, 20 441 niñas, niños y adolescentes menores de 18 años fueron víctimas de delitos de abuso y actos contra el pudor.
- En el Perú, cada día, cuatro adolescentes menores de 15 años quedan embarazadas.
- Solo en la región de Apurímac, 4 de cada 5 mujeres sufre o ha sufrido de violencia de género.
Ante esos números, uno no puede evitar preguntarse ¿cómo es el país que permite que esto ocurra? ¿Cómo es su sociedad? ¿Qué piensan y qué hacemos los habitantes de un país donde esto es posible?
Por suerte para los lectores, la periodista Lorena Álvarez ha hecho el esfuerzo de recolectar unas cuantas respuestas. Son cifras también, y aunque son algo menos frías que las anteriores resultan igual de escalofriantes:
- En el Perú, 3 de cada 10 personas cree que “el hombre cela a su esposa o pareja porque así demuestra que la ama”.
- Un 57,4 % de los peruanos considera que una mujer debe primero cumplir su rol de madre, esposa o ama de casa y después realizar sus propios sueños.
- Una encuesta nacional urbana de febrero de este año indica que el 47 % de los peruanos cree que la mujer es culpable si se pone una minifalda y un hombre la acosa.
- Otro estudio, la Encuesta Nacional sobre Relaciones Sociales, revela que el 55,7 % de los peruanos (hombres y mujeres) creen que “el amor y la paciencia de la mujer, tarde o temprano, hará que su esposo o pareja deje de ser violento”.
- Un último estudio, este realizado por la consultora en temas de diversidad e inclusión GenderLab señalaba que el 44,3 % de los encuestados consideraba que “las mujeres que descuidan a sus hijos merecen alguna forma de castigo por parte de su esposo o pareja”. Por su parte, el 27,1 % creía que “si una mujer le falta el respeto a su esposo o pareja, merece alguna forma de castigo”. Mientras que el 24 % opinaba que “un varón tiene el derecho a usar la fuerza para corregir a su esposa o pareja si ella coquetea con otros varones”.
Este es el escenario donde transcurren las terribles historias de horror que componen este libro. Como buena periodista, Lorena Álvarez sabe bien que los números y las estadísticas son una parte fundamental del paisaje, pero el cuadro no está completo, ni mucho menos, si no delineamos bien los personajes. Y aquí los protagonistas son un puñado de violadores y asesinos.
En este libro, Álvarez ha emprendido el camino más difícil. Ha optado por girar el foco. Si en No te mato porque te quiero , su libro anterior, la periodista relataba el calvario de la víctima, incluso el suyo propio, para intentar entender y explicarnos las mil y un trampas que el sistema de justicia peruano pone en el camino de las mujeres víctimas de violencia machista o abuso, esta vez ha optado por poner la mira en los victimarios.