En la Antigüedad, las aguas del mar Mediterráneo se transformaron en la vía primordial para el tránsito de recursos y mercancías, al mismo tiempo que propiciaban el intercambio de costumbres e ideas entre los pueblos asentados en sus costas. En este marco surgió en Creta una de las primeras grandes culturas occidentales, antes de enmudecer frente al florecimiento de la Grecia continental.
LA TRADICIÓN MÍTICORELIGIOSA GRIEGA
Las civilizaciones micénica y minoica halladas gracias a las excavaciones realizadas a finales del siglo XIX por Henrich Schliemann en Troya, Micenas o Tirinto, y las realizadas por Sir Arthur Evans a principios del siglo XX en Creta, sugerían que durante la Edad del Bronce (IV-I milenio a. C.) habían progresado en territorio griego dos civilizaciones con un extraordinario desarrollo cultural y socioeconómico. La existencia de una civilización anterior, descrita en la literatura como la Edad de los héroes, manifestaba que el pueblo que dominó dicho territorio desde las ciudadelas micénicas había poseído los mismos dioses y celebrado prácticas religiosas similares a las extendidas posteriormente en Grecia.
Los yacimientos indicaron que había una relación entre restos arqueológicos e importancia en el mito, siendo aquellas ciudades vinculadas a más ciclos míticos y héroes —como Micenas, Tirinto, Tebas o Troya— las que proporcionaban los vestigios arqueológicos más impresionantes. A su vez, también se fortalecía la hipótesis de que las heterogéneas poblaciones llegadas hasta esta región del Egeo y el Peloponeso a lo largo de la Prehistoria y de la Edad del Bronce (IV-I milenio a. C.) se habrían establecido con sus costumbres y con su lengua, integrándose a las poblaciones indígenas.
Heinrich Schliemann y su equipo, en la ruinas de Micenas.
La religión griega, basada en una mitología de carácter sincrético, incorporó en sus mitos elementos de las diversas culturas, por lo que hallamos un gran número de dioses pertenecientes a épocas y lugares distintos, resultando complicado la reconstrucción del panteón completo. En efecto, los dioses se confunden en más de una ocasión y un mismo acontecimiento presenta varias versiones, produciendo importantes contradicciones.
El panteón de la Grecia clásica —con sus orígenes en la Grecia micénica— mantiene su fascinación en la Grecia contemporánea, no solo como una consecuencia de su legado artístico-cultural —visible en los restos físicos de los templos que definieron la arquitectura occidental hasta principios del siglo XX— y en su influencia sobre el imaginario popular occidental, sino porque permanecen, todavía hoy —según las cifras del Ministerio de Interior griego—, alrededor de treinta mil partidarios de la religión antigua viviendo en la Grecia actual.
LAS FUENTES
Los relatos mitológicos fueron en origen difundidos por la tradición poética oral. Las fuentes literarias más antiguas que conocemos, la Ilíada y la Odisea de Homero, son poemas épicos que narran los sucesos de la Guerra de Troya. Hesíodo, en su Teogonía y en Trabajos y días, relata la génesis del mundo, la cronología de los soberanos celestes, la evolución de las épocas humanas, el inicio del sufrimiento humano y el origen de las prácticas sacrificiales.
En los himnos homéricos, en fragmentos de poesía épica del ciclo troyano, en poemas líricos, en las obras de los dramaturgos del siglo V a. C., en escritos de los investigadores y poetas del período helenístico y en textos de la época del Imperio romano —de autores como Plutarco y Pausanias—, en todos ellos, también encontramos relatos mitológicos.
Representación de un Sátiro.
Por otra parte, las fuentes arqueológicas dan testimonio de que los textos escritos no son los únicos vectores de la mitología griega. El tema mitológico está igualmente presente en las artes figurativas —como la cerámica y la escultura adaptando su representación al contexto y al público al que van dirigidas. Un ejemplo lo encontramos en las vasijas destinadas a contener vino en las que se reproducen escenas mitológicas ligadas a Dioniso, donde figuras como los Sátiros —citados escasamente en los textos— aparecen con frecuencia en la decoración de estos objetos de uso cotidiano.
El tesoro de Príamo. Schliemann atribuyó las piezas halladas en el sitio de la antigua Troya, a su rey Príamo.
CRONOLOGÍA DEL MITO
Si bien es verdad que la mitología griega está llena de contradicciones, siendo imposible estructurarla en una línia temporal exacta, sí podemos determinar una cierta cronología:
Los mitos de origen. También denominada la Edad de los dioses. Cosmogonía y teogonía que recogen aquellos mitos sobre los orígenes del mundo, el nacimiento de los dioses y de la raza humana.
La Edad de los hombres. La edad en la que hombres y dioses se mezclaban libremente. Narraciones de las primeras interacciones entre dioses, semidioses y mortales.
La Edad de los héroes. Edad heroica, donde la actividad divina era más limitada. Las últimas y mayores leyendas heroicas son las de la Guerra de Troya y sus consecuencias —consideradas por algunos investigadores como un cuarto periodo—. Grecia mantuvo a lo largo de toda su historia una fuerte unidad cultural, a pesar de su diversidad geográfica y su marcada fragmentación política. La cultura griega clásica es uno de los pilares de nuestra civilización occidental. Es en Grecia donde surge por primera vez la democracia, donde aparece la filosofía y ha sido la cuna de un gran número de filósofos, historiadores, escritores, artistas y pensadores cuyas obras son reconocidas en todo el mundo, y gracias a las cuales su influjo ha llegado hasta nuestros días.
FAETONTE
Hijo de Helios y de la oceánide Clímene. Tras concebir a Faetonte, Clímene se casó con al rey etíope Mérope. El niño creció pensando que el rey era su padre. Cuando su madre le reveló la verdadera identidad de su progenitor,el muchacho quiso pruebas. Por ello pidió a Helios que le dejase conducir el carro solar.Zeus le lanzó un rayo y cayó fulminado en el río Erídano.
FEDRA
Hija de Minos y Pasífae. Se casó con el héroe Teseo, con él tuvo dos hijos. Pero Fedra se enamoró perdidamente de Hipólito, hijo de Teseo y Antíope. Al ser rechazada por Hipólito, Fedra se suicidó.
FÉNIX
Ave fabulosa que renacía de sus cenizas. Era un símbolo solar. Hijo de Amintor e Hipodamía, soberanos de Beocia. Celosa su madre, de Clitia (una concubina de su padre), instigó al muchacho a seducirla.Al descubrirlo Amintor, cegó a Fénix y el centauro Quirón le devolvió la vista. En la guerra de Troya, primero actúa como acompañante y protector de Aquiles y más tarde del hijo de este último, Neoptólemo. Con Neoptólemo emprende el regreso desde Troya, pero muere en el camino.
Fénix.
FICIO
Monte donde Edipo encuentra y mata a la Esfinge. Por matar a este monstruo es recompensado con la mano de la reina viuda Yocasta. De esta manera se casa sin saberlo con su propia madre.
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