Agradecimientos
Como los libros no se escriben solos, es forzoso agradecer la colaboración de las muchas personas que de una forma u otra han ayudado al parto. Gracias, pues, a Jesús Cacho, por inspirarme con su magisterio profesional y humano y por dejarme formar parte de Voz Pópuli. Gracias a Antonio García Ferreras por prestarme su enorme altavoz para decir en completa libertad lo que pienso y siento. Gracias a Carlos Herrera, por permitirme formar parte de la cuadrilla más radiofónicamente torera o más torera radiofónicamente, ¡maestro! Gracias a Iñaki López, que me cede asiento y palabra en su programa de televisión. Gracias a Paco Marhuenda, con quien compartimos el privilegio de la ironía. Gracias a Javier Sardá, con el que aprendí el duro oficio de castigar la cuartilla, y gracias a Luis del Olmo, con quien compartimos la loca aventura del Jardín de los Bonsáis durante seis estupendos años. Gracias a Ricard Fernández Deu, de quien nunca podré aprender lo suficiente. Gracias a mi editor, Roger, que me cogió un tuit al vuelo y me propuso convertirlo en libro. Gracias al magnífico equipo de Deusto, siempre atento, profesional y amabilísimo. Gracias a todos los amigos y compañeros que se han interesado en esta modesta obra. Y, finalmente, pero no en último lugar, gracias a mi padre, el señor Miguel, que me enseñó personalmente a leer y escribir porque opinaba que esas cosas no podían delegarse en nadie, gracias a la madre que me parió, la señora Pepita, que cantaba por Juanita Reina como pocas, gracias a mi hijo Miquel, que es tan buena persona como creador, lo que no es poco decir, gracias a Juan Carlos Girauta, amigo, hermano y compañero, él ya sabe por qué, y gracias a mi mujer, Elena, porque hace que la vida, aunque carezca de sentido, sea infinitamente mucho más hermosa si puedo gozar del inmenso privilegio de compartirla con ella.
MIQUEL GIMÉNEZ GÓMEZ (8 de marzo de 1959, Barcelona) es guionista de radio y televisión, periodista y escritor español, tanto en lengua catalana como castellana. Además también maneja el inglés, el francés y el italiano. Su debut radiofónico se produce durante 1987 en el programa El Gran Matí de Ràdio 4, dirigido por Xavier Foz. Sustituye a Alfred Reixach en el papel de fiscal del espacio Tribunal Popular, con José Miralles en el papel de abogado y Foz en el de juez. Con el pase del espacio a la televisión, le proponen una sección diaria de noticias políticas comentadas en clave satírica. Dicha sección duraría tres temporadas.
Javier Sardá le ofrece en 1989 ser jefe de guionistas de La Bisagra, en RNE (Radio 1). Giménez acepta, y trabaja allí tres temporadas como guionista y humorista. Durante esa época, La Bisagra obtiene diversos premios, entre los que cabe destacar el Ondas Internacional o el Minuto de Oro, concedido por la entrevista al rey de España, escrita por el propio Giménez. Simultáneamente, hace su primera incursión como guionista televisivo de la mano de Sardá en el programa Juego de niños, para TVE.
Finalizada La Bisagra, Giménez se va a Onda Cero con Julia Otero, que dirige La radio de Julia, donde realiza labores como jefe de redacción. Asimismo, elabora guiones para la productora televisiva de Julia, Mass Media Luna.
En paralelo empieza a colaborar con Luis del Olmo como guionista e imitador en el espacio de sátira política El Jardín de los bonsáis, en el que trabaja durante seis temporadas.
Giménez ha trabajado junto a otros profesionales como Raffaella Carrá, Josep María Bachs, Valerio Lazarov, Alfredo Amestoy, Jesús Hermida, Jordi Estadella, Joaquim Maria Puyal, Jordi González o Josep Cuní.
Durante trece temporadas dirige y presenta en COM Ràdio Això no Toca, S'ha acabat el bròquil, La Divina Comèdia, etc. Fue el primer profesional en Cataluña que se atrevió a hacer un programa de parodias e imitaciones satíricas acerca de la política catalana, El Pati dels Tarongers.
En dicha emisora realiza numerosos seriales en clave de humor escribiendo, produciendo y realizando uno diferente cada semana, bajo la dirección del catedrático de radio de la UAB Armand Balsebre. Por ello, Giménez recibe la Menció de Qualitat que concede Ràdio Associació de Catalunya.
En sus últimos años dirigió y presentó el espacio Digues COM, dirigido a las escuelas. El programa pretendía fomentar la radio como instrumento de diálogo y ser una ventana abierta a la sociedad respecto a todo lo que acontece en el mundo de la educación. Movilizó a miles de niños y niñas en toda Cataluña, así como a centenares de escuelas. El programa recorrió Cataluña desde Palafrugell hasta la Seu d'Urgell, pasando por Sant Cosme, en El Prat, llenando espacios como el Teatre Condal de Barcelona con más de seiscientos chavales del barrio del Raval, o realizando por primera vez un programa con escolares en la sede de la Inspección General del Ejército, en el palacio de Capitanía, también en Barcelona. El "Observatori de la Comunicació i la Cultura" elogió el " Digues COM " como modelo de programa de servicio público dirigido al sector infantil.
Cuando la dirección de COM Ràdio decidió cancelar el programa, diversos colectivos de profesores y pedagogos hicieron llegar una carta de protesta al Conseller de Educació de la Generalitat Ernest Maragall así como al director de la emisora, Quico Triola. Miquel Giménez decide, en señal de protesta, abandonar la COM tras trece años ininterrumpidos de trabajar en ella. Su debut como pesentador televisivo lo efectúa en Antena 3 con Osados, bajo la dirección de Tom Roca, por el que obtiene el Premio al Mejor Comunicador de la Fundación Imaginarium, ex aequo con Andreu Buenafuente. Posteriormente, Sospitosos habituals, programa presentado y dirigido por Miquel Giménez en TVE Cataluña, mereció el Premio Ciudad de Barcelona de radio y televisión del año 2000 por unanimidad del jurado.
Ha trabajado para casi todas las cadenas principales de televisión de España: TVE, TVE Cataluña, TV3, Antena 3, Tele 5, Canal 9, Canal Sur y Telemadrid. Fue articulista del diario electrónico E-Notícies donde dispuso, además, de dos canales de televisión propios, Pa amb tomàquet y TVRés. También ha sido colaborador del programa La Vía Làctia, dirigido y presentado por Jordi González, en 8TV. Fue colaborador en el programa Connexió Barcelona, en BTV, a lo largo de toda una temporada —2010— donde se encargó de una sección semanal dedicada al mundo del cómic.
También fue colaborador del programa Catalunya Opina, presentado y dirigido por Carlos Fuentes, en Canal Català, en el que fue elegido por la audiencia como mejor tertuliano, así como en la versión de este mismo programa para Andalucía, Comunidad de Madrid y Comunidad Valenciana llamada Queremos Opinar, emitida primero en Metropolitan TV y posteriormente a través de Intereconomía y Badalona TV.
Su último programa en la radio fue un espacio de entrevistas en profundidad a personajes públicos famosos, Sense bata, en Ràdio Sabadell, en el que solo se hablaba de la infancia del entrevistado.
Tras este, a partir del otoño de 2012, ha sido colaborador de la tertulia de Protagonistas, en ABC Punto Radio, así como tertuliano en el programa La Rambla de BTV.
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Mis inicios en el PSC
Si nos remontamos a finales de la década de los años setenta e inicios de los ochenta del siglo pasado, veremos que la lucha por la hegemonía en el seno del incipiente PSC fue terrible, fratricida. Lo que se vendió a la militancia como un éxito sin precedentes en la historia de la izquierda en Cataluña, o sea, el congreso de reunificación en el que se amalgamaron, que no fusionaron, las dos grandes corrientes históricas del socialismo catalán, la obrerista de tradición más radicalmente de izquierdas y la catalanista, seguidora de personajes como Serra i Moret, Rafael Campalans e incluso las tesis del comunista Comorera, no fue más que una obra de teatro en la que los segundos acabaron haciéndose con las riendas del partido. Ya la mera formulación como partido distinto al PSOE —fraternal, dijeron con un cinismo que sería marca de la casa a lo largo de los años— y, por tanto, con una personalidad propia ajena al conjunto de la formación socialdemócrata nacional, encubría el mismo deseo de singularidad que alimentaba el motor nacionalseparatista de Pujol y sus satélites.