ABREVIATURAS
CA Confessio Augustana, en Die Bekenntnisschriften der Evangelisch-Lutherischen Kirche, 7.ª ed., Gotinga, 1976. HSA Weimar EGA Thüringisches Hauptstaatsarchiv Weimar, Ernestinisches Gesamtarchiv. LHASA Landeshauptarchiv Sachsen-Anhalt. LW Luther’s Works, Filadelfia, 1957. RTA Reichstagsakten, Jüngere Reihe – Deutsche Reichstagsakten unter Kaiser Karl V, 23 vols., Gotha, 1893. StadtA Witt Stadtarchiv Wittenberg. VD 16 Verzeichnis der im deutschen Sprachbereich erschienenen Drucke, 16. und 17. Jahrhunderts. Walch Johann Georg Walch, Dr. Martin Luthers Sämmtliche Schriften, Saint Louis (Missouri), 1880-1910 (ed. rev. de la ed. de Halle, 1740-1753). WB D. Martin Luthers Werke: Kritische Gesamtausgabe, Briefe [Cartas], 18 vols. WDB D. Martin Luthers Werke: Kritische Gesamtausgabe, Deutsche Bibel [Biblia alemana], 15 vols. WS D. Martin Luthers Werke: Kritische Gesamtausgabe, Shriften [Obras], 72 vols., Weimar, 1903. WT Martin Luthers Werke: Kritische Gesamtausgabe, Tischreden [Charlas de sobremesa], 6 vols.
AGRADECIMIENTOS
C ualquier autor que tarde más de una década en escribir un libro incurre en muchas deudas con otros especialistas, instituciones y amigos. Este libro no lo he escrito solo yo, y mi primera deuda es para con aquellos estudiantes que han cursado Lutero como materia especial en Oxford a lo largo de los años y han hecho comentarios muy agudos sobre las obras de Lutero. El seminario Early Modern Workshop de Oxford también me ha brindado apoyo intelectual y me ha ayudado repetidamente a formular mis argumentos.
He recibido la ayuda de muchas instituciones mientras investigaba y escribía. Una ampliación de las becas Alexander von Humboldt en 2006-2007 me permitió investigar en archivos y bibliotecas, y, gracias a la ayuda de Gisela Bock, Jürgen Kocka y Claudia Ulbrich fui profesora visitante en la Freie Universität de Berlín. La Universidad de Oxford me dio un permiso para poder realizar mis investigaciones y plasmarlas en este libro, de manera que también quiero dar las gracias a mis colegas del Balliol College: Lesley Abrams, Martin Conway y Simon Skinner, que me dieron la oportunidad de pasar un tiempo lejos de Oxford. Gracias a un premio para investigadores que me concedió la British Academy pude emplear mi tiempo en este libro; de no haberlo recibido, nunca se hubiera escrito. Recibí la ayuda de otros investigadores gracias a una beca de la Fell Fund de Oxford. El Oriel College y la facultad de Historia me proporcionaron un entorno cálido y estimulante en el que poder acabar el libro. La invitación a dar las Conferencias Wiles en la Universidad de Belfast en 2014 me ofreció la rara oportunidad de exponer mis ideas ante un grupo de estupendos especialistas durante tres intensos días: agradezco su interés a los organizadores de las Conferencias Wiles, sobre todo a Gadi Algazi, Scott Dixon, Renate Dürr, Peter Gray, Joel Harrington, Bridget Heal, Kat Hill, Colin Kidd, Charlotte Methuen, Steve Smith, Jenny Spinks, Ulrike Strasser y Alex Walsham, así como al público de Belfast.
He recibido una ayuda inapreciable por parte del personal de muchos archivos, museos, galerías de arte y bibliotecas. En primer lugar quisiera dar las gracias al personal de la Bodleian Library de Oxford y a la bibliotecaria de la sección de historia, Isabel Holowaty; también agradezco su atención a los encargados de la British Library y del Stadtarchiv de Wittenberg, así como a algunos de los investigadores que trabajan allí, como Hans-Jochen Seidel, que me mostró Wittenberg; a la Lutherhalle de Wittenberg, en especial a Jutta Strehle, que me enseñó a abrirme camino en la colección de ilustraciones, a Gabi Protzmann y a Petra Wittig. Doy las gracias al personal del Evangelisches Predigerseminar Wittenberg Bibliothek; del Thüringisches Hauptstaatsarchiv de Weimar; de la Staatsbibliothek de Berlín-Preussischer Kulturbesitz; del Landesdenkmalamt de Halle; de la Marienbibliothek de Halle; del Stadtarchiv de Eisleben; y del Stadtarchiv de Eisenach. Agradezco a las señoras Günzel y Kaiser del castillo de Mansfeld; a los encargados del Landesarchiv, Sachsen-Anhalt, Magdeburgo; del Landesarchiv, Sachsen-Anhalt, Wernigerode, sobre todo a Susan Schulze; de la Landesbibliothek de Coburgo; de la Forschungsbiliothek de Gotha; y de la Herzog August Bibliothek de Wolfenbüttel. Nadie puede documentarse sobre el siglo XVI alemán sin la extraordinaria ayuda que supone VD 16 y el apoyo de la Bayerische Staatsbiliothek de Múnich.
Juliane Kerkhecker repasó conmigo generosamente el latín de Lutero y en este libro hay muchas ideas suyas. Christian Preusse, Melinda Letts, Floris Verhaart, Edmund Wareham, Martin Christ, Mikey Pears y Raquel Candelas han sido unos impagables ayudantes de investigación; Candice Saunders se aseguró de que todo fuera bien y tuviera su toque especial. Nadja Pentzlin demostró ser una excelente indagadora en el caso de las pinturas y tener una gran capacidad de organización.
Diferentes tipos de público me han ayudado a aclarar mis ideas y se lo agradezco enormemente, al igual que a muchas personas en particular, como Mette Ahlefeldt-Laurvig, Sarah Apetrei, Charlotte Appel, Wolfgang Behringer, Paul Betts, Sue Bottigheimer, Patrick Cane, Charles Colville, Natalie Zemon Davis, Martin Donnelly, Michael Drolet, Liz Fidlon, Étienne François, Laura Gowing, Rebekka Habermas, Adalbert Hepp, Michael Hunter, Susan Karant-Nunn, Thomas Kaufmann, Simone Laqua, Volker Leppin, Peter Macardle, Jan Machielsen, Hans Medick, Erik Midelfort, Hannah Murphy, Johannes Paulmann, Glyn Redworth, Tom Robisheaux, Ailsa Roper, Cath Roper, Miri Rubin, Alex Shepard, Philip Soergel, Hubert Stadler, Andreas Stahl, Willibald Steinmetz, Naomi Tadmor, Barbara Taylor, Bernd Weisbrod, Chris Wickham, Merry Wiesner, Tim Wilson, Sylvie Zannier y Charles Zika, cuyas sugerencias se han incorporado al presente libro.
Muchos de mis amigos leyeron borradores extensos, incluso cuando el libro estaba en su primera fase, y tuvieron la generosidad de comentar conmigo sus impresiones y de hacer incontables sugerencias. Me gustaría dar las gracias especialmente a Alison Light, que ha dedicado muchas horas a hablar conmigo de Lutero; a Daniel Pick, que me ayudó a analizar el carácter de Lutero desde el punto de vista psicoanalítico; a Kat Hill, que ha pensado este libro conmigo desde el principio; a Alex Walsham, que me mantuvo en el buen camino cuando perdí la fe en el proyecto; a Barbara Taylor, que me ayudó con la introducción; y a Gadi Algazi, de quien tanto he aprendido. Todos ellos leyeron el libro y aportaron numerosos comentarios, al igual que Simon Ponsonby, que me hizo reconsiderar muchas de mis interpretaciones. Gracias a Rosi Bartlett, que me ayudó a tener en cuenta dónde ocurrían las cosas; a mi hermano, Mike Roper, que se dio cuenta de lo que significaba este libro y me ayudó a no cejar en el empeño de escribirlo; a mi padre, Stan Roper, a quien se lo dedico; y a Ulinka Rublack, cuya obra ha ejercido una enorme influencia sobre la mía a lo largo de los años. He incorporado la mayor parte de sus sugerencias, pero, por supuesto, ellos no tienen la culpa de los errores que haya cometido.
Jörg Hensgen ha sido un editor increíble, buscando sin descanso cualquier punto débil que pudiera tener el libro, «limando asperezas», como dice él, y poniendo en cuestión mis interpretaciones: tuve la gran suerte de contar con un editor formado en la teología luterana. David Milner ha sido un revisor con vista de águila, que me ha evitado muchos errores, y Anthony Hippisley ha sido un excelente corrector. Clare Alexander es mucho más que mi agente; me ha ayudado, apoyado y se ha asegurado de que el libro saliera adelante. También estoy muy agradecida a Sally Riley, que se ha ocupado de los derechos de autor en el extranjero, entre otros muchos asuntos.
Nick Stargardt fue quien me sugirió desde el principio que escribiera este libro y quien me proporcionó el valor para hacerlo; leyó una versión anterior y discutió conmigo muchas de las ideas que le dan forma. Iain Pears tuvo la generosidad de elaborar una edición completa