Título original: La Reforma protestante
AA. VV., 1985
Editor digital: Titivillus
ePub base r2.1
Las iglesias luteranas, con sus casi 70 millones de fieles, significan, en este momento, después de católicos y ortodoxos, el grupo cristiano más numeroso, presente en 80 países, con estatuto muy diverso, desde ser Iglesia de Estado —países nórdicos— a ser minoría escasa. Hablar, pues, de Martín Lutero no es hablar del pasado simplemente; en todo caso es hablar de un pasado que es raíz de un presente. Siguiendo el pensamiento de Martín Lutero y su forma de seguimiento de Jesucristo, muchos hombres y mujeres han dejado y siguen dejando huellas profundas en la historia de la humanidad. La biografía de Martín Lutero, punto de arranque y personalidad completa, ocupa un primer espacio, que debe leerse a la luz del entorno histórico, en el que vivió; esto, que parece siempre lógico y normal, es en este caso totalmente necesario. Martín Lutero, su vida, su pensamiento, su acción son incomprensibles sin este entorno y, aunque al historiador nunca le es lícito plantearse futuribles, uno no resiste a la tentación de preguntarse: en otro entorno socio-religioso-cultural, ¿Martín Lutero hubiera sido lo que resultó ser? Su nueva forma —en este sentido puede hablarse de reforma— de cristianismo tiene unos contenidos básicos, que están, han estado expuestos a la ulterior evolución; de ahí que también este tema ocupe uno de los espacios del informe.
Para ayudar al encuadre histórico, la cronología comparada puede servir y por ello está dividida en tres apartados: la propia de Martín Lutero, la de su entorno religioso, la de su entorno socio-político; quisieran ser el telón de fondo sobre el cual colocar la figura del reformador de Wittemberg. Completan este Cuaderno unas breves semblanzas biográficas de algunos de los más destacadores reformadores que, junto con Lutero, decidieron la ordenación futura de los países sobre los que ejercieron su actividad. Junto a esto, se incluye un texto extraído de la obra del monje alemán, que sirve para ilustrar su pensamiento a partir de sus mismas fuentes de creación.
AA. VV.
La Reforma protestante
Cuadernos Historia 16 - 009
ePub r1.0
Titivillus 25.02.2022
Una vida atormentada
Por Joan Bada i Elías
Profesor de Historia Moderna. Universidad de Barcelona
Ricardo García-Villoslada titulaba sus dos volúmenes dedicados a Lutero, publicados ahora hace diez años, El fraile hambriento de Dios y En lucha contra Roma; dos buenos títulos para significar no sólo dos ámbitos cronológicos de la vida de Martín Lutero, sino también dos polos permanentes de tensión en su interior: hambre y deseo vivencial de la salvación de Dios y lucha feroz contra el Papa, considerado el Anticristo, al que recordará como miserable en la, por otra parte, bellísima oración pronunciada en su lecho de muerte.
El paso de uno a otro estadio de su vida podría quedar bien dibujado en la frase del mismo autor: andando el tiempo, los escrúpulos se convirtieron en obsesiones, y las obsesiones se resolvieron por fin en dogmas heterodoxos (I, 101).
Periodizar la vida de un biografiado es siempre tentación para el biógrafo, pero la vida de Martín Lutero se resiste a someterse a períodos si no es en relación con su obra y con el avanzar complejo de ella.
Martín Lutero no hubiera existido muy posiblemente sin un determinado contexto político, religioso (y también teológico), pero esto queda para otros autores en estas mismas páginas. A su luz deberán leerse éstas, dedicadas a resaltar más principalmente los aspectos biográficos.
Retrato del fraile agustino Martín Lutero, en la época en que su actividad personal actuó como el más significado elemento desencadenante del proceso reformador que configuraría a partir de entonces todo el proceso histórico de Europa.
Biografía
Eisleben (condado sajón de la Turingia), 10 de noviembre de 1483. Pasadas las 11 de la noche, el matrimonio Hans Luder y Margarita Siegler, minero, pero de estirpe campesina censataria, ve nacer a su primogénito: bautizado al día siguiente recibirá el nombre del santo del día, San Martín de Tours, el que diera la mitad de su capa a un mendigo; rasgada en dos dejará la túnica inconsútil de Cristo, cuando sesenta y dos años, tres meses y ocho días después muera en la misma ciudad de Eisleben.
Hasta convertirse en el doctor Martín Lutero (título que a partir de 1512 usará siempre), su vida transcurrirá en el hogar paterno, trasladado a Mansfeld en el verano de 1484, donde se consumará la paulatina ascensión social de la familia: en 1502 aparece como accionista de una mina de cobre y en 1507 como empresario societario de una mina; pero la estancia familiar de Martín habrá sido en los años más difíciles y duros.
Esta ascensión de la familia coincidirá con su misma ascensión. Cuando su padre se convierte en propietario, Martín es ordenado sacerdote e inicia su magisterio en la universidad de Wittemberg. Lo ejercerá hasta el 17 de noviembre de 1545, en que dictará su última lección, sobre el capitulo final del Génesis (exequias de Jacob y muerte de José).
Mapa de Sajonia en tiempos de Lutero, donde el reformador desarrolló gran parte de su actividad.
Esta universidad era la niña bonita del elector Federico de Sajonia, que la había fundado en 1502. Federico de Sajonia fue el gran defensor de Lutero y será enterrado junto a su tumba el 22 de febrero de 1546.
El curriculum estudiantil de Lutero se inicia en la escuela elemental de Mansfeld, y sigue con un doble período de enseñanza secundaria: en la escuela catedralicia de Magdeburgo (1497) y tres años de estudios humanísticos en Eisenbach (1498).
Martín Lutero según un grabado alemán
de 1521 (por H. Göding).
Su vida universitaria empezará en Erfurt, la tercera en importancia después de Leipzig y Colonia, donde estará desde 1501, viviendo en un convictorio para estudiantes con vida casi monacal, y convirtiéndose progresivamente en bachiller, 1502 (30/57), y maestro en artes, 1505 (2/17). Culminará con la obtención del título de doctor en Wittemberg (octubre, 1512).
De esta etapa él mismo diría: Viví no libre de pecado, pero sí de crimen; es decir, caí alguna vez en pecado, mas no cometí delitos públicos, punibles por la ley, y en ella asoman ya sus hondas preocupaciones religiosas.
A partir de ellas y de su angustia por la salvación personal (no simplemente conocida, sino ansiosamente deseada como experiencia vital), Martín decide romper su itinerario universitario (por su padre orientado hacia el derecho), para convertirse en fraile agustino en el monasterio de Santa Ana (la gran devoción sajona y aún más minera de la región) el 17 de julio de 1505, Reformado y bajo la dirección de Staupitz, es el valedor de Lutero y el genuino representante del evangelismo o paulinismo.
Desde su entrada hasta el momento de deponer su hábito (no lo hará definitivamente hasta 1524 [16 de mayo]) vivirá en el monasterio erfurtiano y después en Wittemberg momentos importantes de su vida y experiencia religiosa: profesión (septiembre de 1506), ordenación sacerdotal (3 de abril de 1507), defensa de la línea reformada en Roma (1509/10), subprior de Wittemberg (1512-1515), vicario de distrito con jurisdicción sobre los 11 conventos de Misnia y Turingia (1515-18). Su vida quedará vinculada a este monasterio, convertido en morada estable, por cesión del elector Federico.