Rodrigo Cañete - Historia a contrapelo del arte argentino

SÍGUENOS EN

@Ebooks

@megustaleerarg

@megustaleerarg

Escrito mientras te ibas,

como promesa incumplida

de volver a estar juntos.

Para quién va a ser este libro

sino para vos, mamá...

Este libro presenta una historia del arte argentino construida a partir de una mirada ética y estéticamente crítica. Su punto de partida es la pregunta sobre la existencia misma de su objeto; su propósito, promover y vigorizar un debate necesariamente reflexivo, argumentado y, por definición, político. En ese gesto, Rodrigo Cañete se propone, además de poner en discusión el canon artístico nacional, sacar a los artistas de los panteones históricos y contemporáneos a los que instituciones y élites los han ido confinando, y desempolvar el museo de la patria para enfrentar los fantasmas que en última instancia acechan a la Argentina como país signado por la exclusión, el racismo y la veneración por lo extranjero.

Largamente esperada, intelectualmente desafiante e inevitablemente polémica, Historia a contrapelo del arte argentino es también un repertorio de recursos para que sus lectores se abran paso en esos “circuitos” de la producción estética que con frecuencia se presentan como públicos al tiempo que se comportan refractarios, laberínticos y endogámicamente blindados.

RODRIGO CAÑETE

Es historiador de arte, crítico, investigador, docente y creador de loveartnotpeople, el blog de arte y crítica más influyente de la Argentina, desde su aparición en 2012, con más de dos millones de visitas mensuales. Realizó sus estudios de posgrado y doctorado en el prestigioso Courtauld Institute of Art de Londres, donde recibió el Dissertation Prize por su tesis sobre Diego Velázquez. En la actualidad investiga sobre arte argentino y latinoamericano contemporáneo en la Universidad de Warwick, en el Reino Unido, y en la Universidad Justus Liebig, en Giessen, Alemania, al tiempo que participa de un conglomerado de estudios culturales integrado por esas universidades y las de Helsinki, Graz, Lisboa, Bérgamo y Estocolmo. Fundó y coordina el Lanp Institute, un grupo académico online en el que interactúa casi diariamente con amantes del arte de toda Hispanoamérica. En el pasado se desempeñó como subsecretario de Cultura de la Nación, trabajó como art advisor en Londres y Nueva York, y dirigió colecciones corporativas en Wall Street. Desde 2004 reside en Gran Bretaña.

Foto: © Mariana Marx

Cañete, Rodrigo

Historia a contrapelo del arte argentino / Rodrigo Cañete. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Sudamericana, 2020.

(Ensayo)

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-950-07-6410-0

1. Arte Argentino. I. Título.

CDD 709.82

Imagen de cubierta: Eduardo Schiaffino, Reposo (1889), óleo sobre tela, 109 × 200 cm. Gentileza del Museo Nacional de Bellas Artes. Diseño: Penguin Random House Grupo Editorial / Rompo

Edición en formato digital: abril de 2020

© 2020, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A.

Humberto I 555, Buenos Aires

www.megustaleer.com.ar

Penguin Random House Grupo Editorial apoya la protección del copyright.

El copyright estimula la creatividad, defiende la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento, promueve la libre expresión y favorece una cultura viva. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar las leyes del copyright al no reproducir, escanear ni distribuir ninguna parte de esta obra por ningún medio sin permiso. Al hacerlo está respaldando a los autores y permitiendo que PRHGE continúe publicando libros para todos los lectores.

ISBN 978-950-07-6410-0

Conversión a formato digital: Libresque

Históricamente, los museos nacionales surgieron cuando las sociedades necesitaron reforzar la idea que tenían de sí mismas. Ya fuera para resolver tensiones o para validar posturas, estos espacios —en cuanto dispositivos simbólicos montados en comunidades culturalmente diversas y, muchas veces, en lucha— se alzaron como el terreno ideal para la consagración de posiciones hegemónicas representadas en las obras de sus colecciones. Cada obra de un museo da cuenta de los valores, ideas, gustos y costumbres que resultan dominantes en la comunidad en un momento determinado. Recorrer ese espacio es una manera de leer visualmente la historia de un pueblo y de ver cómo cada sociedad logró mantenerse unida en el tiempo.

El caso argentino no escapó a esta regla general. Si bien existía cierta producción plástica en la región del Río de la Plata desde los años de la colonia y se venía gestando un incipiente coleccionismo entre las elites, no fue sino hasta las últimas décadas del siglo XIX, con el surgimiento y la consolidación del proyecto de Estado nación, que comenzó a tomar forma una idea de arte nacional y que en 1895 se condensaría en la creación del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA). Figuras como Eduardo Schiaffino, José Prudencio de Guerrico, Juan Cruz Varela, Ángel Roverano, Lorenzo Pellerano y Aristóbulo del Valle procuraron influir en la definición de nuestro modo de mirar arte en el contexto de este proyecto de “arte nacional argentino”.

Sin embargo, la lejanía respecto de los centros de producción mundial, fundamentalmente europeos, planteaba un problema material. Se hacía imperioso formar artistas locales para que pudieran producir —pintar y esculpir— ese nuevo “arte argentino”. De acuerdo con el canon de educación occidental, para esto era necesario contar con una colección europea que sirviera de modelo y desde la cual aprender, practicar y profesionalizarse. En 1893, los artistas Severo Rodríguez Etchart, Eduardo Sívori, Ernesto de la Cárcova, Augusto Ballerini, Graciano Mendilaharzu y Ángel Della Valle, entre otros, encabezados por el connaisseur Eduardo Schiaffino, conformaron el Ateneo de las Bellas Artes, una agrupación que promovía y organizaba exposiciones e impulsaba la idea de establecer un salón local, lo que finalmente se concretó tres años después. En 1896, en virtud de un decreto del presidente José Evaristo Uriburu, se inauguró el MNBA en el edificio del Bon Marché de la calle Florida, donde hoy se sitúan las Galerías Pacífico. En el acto de apertura, un grupo de artistas le hizo entrega a Schiaffino —quien fue nombrado director de la flamante institución— de un reconocimiento por su rol como fundador.