I
LA ESCRITURA DE LO VISIBLE
II
EL CUERPO DE LA MÚSICA
III
LOS ALREDEDORES DE LA IMAGEN
ROLAND BARTHES (Cherburgo, 12 de noviembre de 1915 – París, 25 de marzo de 1980) fue un filósofo, escritor, ensayista y semiólogo francés.
Su padre murió en 1916 en un combate naval en el Mar del Norte, de modo que su orfandad significó una carga en sus comienzos, si bien luego el Estado pagaría una pensión para sus estudios. Su primera infancia transcurrió en Bayona, y a la edad de diez años se trasladó a París, si bien los veranos regresaba a la casa de sus abuelos paternos. Su madre era protestante, lo que le facilitó esa vida algo aparte que siempre defendió; vivió con ella hasta su muerte en 1977. Barthes realizó sus estudios secundarios en el instituto Louis-le-Grand, para luego hacer filología clásica en la Facultad de Letras de la Universidad de París. Tuvo un primer ataque tuberculoso en 1934, y estuvo curándose hasta el año siguiente en los Pirineos. Se licenció en Letras Clásicas (1939) y mucho más tarde en Gramática y Filología (1943), pues tuvo que interrumpir sus actividades en 1941 dada su enfermedad, y luego hasta 1947 estuvo en distintas clínicas francesas y suizas. Participó muy activamente en un Grupo de Teatro Antiguo que fundó cuando era estudiante. Barthes fue lector de francés en Bucarest y en Alejandría en los años 1948-1950. Después de la Segunda Guerra Mundial, entre 1952 y 1959 trabajó en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS), en París. Finalmente, fue nombrado jefe de Trabajos de Investigación y luego (1962), jefe de estudios de la Escuela Práctica de Altos Estudios, organismo donde se dedicó a desarrollar una sociología de los símbolos, los signos y las representaciones. A partir de esta fecha su nombre empezó a crecer gracias a sus libros, artículos y docencia. Su carrera culminó al ser nombrado en el Colegio de Francia en 1977: véase su Leçon del 7 de enero. Barthes murió en la primavera de 1980, a raíz de haber sido atropellado por una furgoneta en la calle de las Écoles, frente a la Sorbona. Su último libro La chambre claire, sobre la fotografía, salió pocos días antes.
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
S. M. EISENSTEIN
Fotogramas, col. Vincent Pinel: 43, 47 (II y IV), 50 (VII), 52, 53. — Cahiers du cinema, núm. 222, julio 1970: 47 (III), 48, 50 (VIII, IX, X), 54.
ERTÉ
E, F, M, O, R, Z, de Alphabet, extraído de Erté, Franco Maria Ricci, Parma, 1972: 104, 105, 115, Í16, 118, 121. (© Spadem.)
ARCIMBOLDO
(de Arcimboldo, Franco Maria Ricci)
L’Homme potager, óleo sobre madera, Museo Cívico, Cremona; 124.— L’Automme, 1573, óleo sobre lienzo, museo del Louvre, París: 133. — L’Eté, óleo sobre lienzo, colección privada, Bérgamo: 133.
CY TWOMBLY
(de Cy Twombly, catalogue raisonné des oeuvres sur papier, por Yvon Lambert, vol. VI, 1973-1976)
Virgil, 1973, óleo, cera grasa, lápiz sobre papel, colección privada, Berlín: 147.— 24 short pieces, lápiz sobre papel, colección privada, Berlín: 161.— Mars et VArtiste, collage, óleo, carboncillo y lápiz sobre papel, colección Alessandro Twombly: 155.
RÉQUICHOT
Nokto kéda taktafoni, «Relicario», 1960, conglomerado de pintura al óleo, huesos y materiales diversos, colección privada: 191, fotografía de Jean-Pierre Sudre. — «Espiral», 1960, tinta y plumilla sobre cartón, colección privada: 200, fotografía de Robert David.
Título original: L’obvie es l’obtus. Essais critiques III
Roland Barthes, 1982
Traducción: Cristina Fernández Medrano
Editor digital: Titivillus
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Notas
[1] Periódicos, uno derechista, el otro, órgano del Partido Comunista francés. [T.]
[2] Por supuesto, se trata de estructuras «culturales» o culturalizadas, y no de estructuras operacionales: las matemáticas, por ejemplo, constituyen una estructura denotada, sin ninguna connotación; pero si la sociedad de masas se apodera de ellas y, por ejemplo, sitúa una fórmula algebraica en un artículo consagrado a Einstein, ese mensaje, de origen puramente matemático, se carga de una pesada connotación, ya que pasa a significar la ciencia.
[3] Describir un dibujo es más fácil, pues se trata de describir, en definitiva, una estructura ya connotada, trabajada para obtener una significación codificada. Quizá por eso los tests psicológicos utilizan muchos dibujos y pocas fotografías.
[4] La descripción de la fotografía está realizada con cierta prudencia, pues ya constituye un metalenguaje.
[5] Llamaremos signo típico al signo de un sistema, en la medida en que está suficientemente definido por su sustancia: el signo verbal, el signo icónico, el signo gestual son otros tantos signos típicos.
[6] En francés, la expresión nature morte se refería a la presencia original de objetos fúnebres, como por ejemplo un cráneo, en ciertos cuadros.
[7] Véase «El mensaje fotográfico», más arriba.
[8] El análisis «ingenuo» consiste en una enumeración de elementos, la descripción estructural pretende captar la relación de estos elementos, en virtud del principio de solidaridad entre los términos de una estructura: si un término cambia, los demás también cambian.
[9] Véase «Éléments de sémiologie», en Communications, 4, 1964, página 130.
[10]L’Art des emblèmes, 1684.
[11] La imagen sin palabras la volvemos a encontrar indudablemente, pero a título de paradoja, en ciertos dibujos humorísticos; la ausencia de palabras siempre encubre una intención enigmática.
[12] Véase Éléments…, op. cit., págs. 131-132.
[13] Esto se ve muy bien en el caso paradójico en que la imagen está construida a partir del texto y en el que, en consecuencia, parecería inútil d control. Un anuncio que quiera dar a entender que en determinado café el aroma está «aprisionado» en el producto en polvo y que, por lo tanto, se encontrará por entero al utilizarlo, representa sobre dicha proposición la imagen de una lata de café rodeada de cadenas; en este caso, la metáfora lingüística («aprisionado») se ha tomado al pie de la letra (por un procedimiento poético muy conocido); pero, de hecho, es la imagen la que se lee en primer lugar y el texto que la ha fundamentado acaba siendo la simple elección de un significado entre otros: la represión se encuentra en el circuito bajo la forma de una trivialización del mensaje.
[14] Véase Claude Bremond, «Le message narratif», en Communications, . 1964.
[15] Véase A. J. Greimas, «Les problèmes de la description mécanographique», en Cahiers de lexicologie, Besançon, 1, 1959, pág. 63.
[16] Véase Éléments…, op. cit., pág. 96.
[17] En la perspectiva saussuriana, la palabra es, antes que nada, lo emitido, extraído de la lengua (y que la constituye a su vez). Hoy en día debemos ensanchar la noción de lengua, sobre todo desde el punto de vista semántico: la lengua es «la abstracción totalizadora» de los mensajes emitidos y recibidos.
[18]Forma, en el sentido muy preciso que le da Hjelmslev (véase Éléments…, op. cit., pág. 105), como organización funcional de los significados entre sí.
[19] A. J, Greimas, Cours de sémantique, 1964, cuadernos en offset editados por la Escuela Normal Superior de Saint-Cloud.
[20] Véase E. Benveniste, «Remarques sur la fonction du langage dans la découverte freudienne», en