Sindicalismo y Política en tiempos de represión
Memorias de una década en Sevilla años 1966-1976
Pedro Andres González García
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© Pedro Andres González García, 2019
Diseño de la cubierta: Equipo de diseño de Universo de Letras
Imagen de cubierta: ©Shutterstock.com
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Primera edición: 2019
ISBN: 9788417926427
ISBN eBook: 9788417927424
Prólogo
por Pedro Andrés González Ruiz
Desde que mi padre empezó a escribir su historia no he dejado de animarlo. Creo que es importante tener ocupaciones y estar entretenido. También la exteriorización de los sentimientos y emociones, que a veces quedan guardados dentro, puede tener un efecto saludable. Y, por supuesto, sé que las vivencias y experiencias de las personas que han ocupado una primera línea en los acontecimientos son un patrimonio que merece ser conservado como fuente de conocimiento y como punto de partida para posteriores desarrollos. Por todo esto he empujado hasta donde he podido para que esta publicación viera la luz. Y espero que estén de acuerdo conmigo.
He leído y releído el borrador varias veces; he hecho correcciones y he planteado cuestiones que entendía requerían más aclaración. Siempre, intentando ponerme en el lugar de personas que no tuvieran un conocimiento directo o extenso de lo que aconteció en aquellos momentos en Sevilla. Y pensaba, por ejemplo, en mis hijos Alberto y Adriana que algún día, guiados por la curiosidad de indagar en el pasado familiar se decidan a leer estas páginas. Y no digamos si encima les sirve a ellos o a otros para tomar el testigo, y continuar la tarea de rebelarse ante la injusticia, la opresión y la explotación.
Este es un tema que me asalta de vez en cuando. Al ver el desierto organizativo en el que se encuentra buena parte de la clase trabajadora, me planteo si no habría que recuperar de alguna manera aquel espíritu originario de las comisiones obreras para abordar la sindicación y politización de tantos sectores laborales que están al margen de la organización de la clase trabajadora, huyendo del mimetismo o de la traslación mecánica de aquellas experiencias a la etapa actual. Y es que si en aquella época, con las grandes dificultades que había se consiguieron grandes avances, que se pondrán de manifiesto en las páginas que siguen, qué no seriamos capaces en la actualidad con las facilidades y los medios de que disponemos.
En este sentido vuelvo a la idea de acumular las experiencias pasadas como herramientas útiles para emprender los retos del futuro. Por ello la importancia de contar lo que pasó. Y contarlo en detalle. Para que próximos estudiosos cuenten con la documentación suficiente que les permita, a partir de estas experiencias concretas, establecer un conocimiento abstracto aplicable a futuras situaciones. Cumpliéndose así, el eterno ciclo dialéctico del conocimiento que subyace a la transformación de la realidad: de lo concreto (pasado) a lo abstracto para volver a lo concreto (presente).
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Las personas interesadas en conocer en detalle el desenvolvimiento de la lucha antifranquista, en sus flancos político y sindical, en la Sevilla de la década comprendida entre 1966 y 1976, encontrarán información valiosa. Pues, no en vano, el autor fue un protagonista de primera línea de esta historia.
Así, en Sindicalismo y Política en tiempos de represión, Pedro Andrés hace un repaso exhaustivo de su evolución. Desde que sale «huyendo» de una Málaga que se le atragantaba para asentarse en una Sevilla que el régimen vendía como el Dorado del sur de la industria, y su incorporación a la naciente Comisión Obrera de la Construcción (COC) allá por 1966 hasta su participación en la promoción de las CCOO en 1976 hacia su legalidad, pasando por el desarrollo de aquella comisión obrera, de la huelga de la construcción de 1970, del conflicto en Andaluza de Cementos y la subsecuente lucha por el empleo en lo que quedará de esta empresa, así como la experiencia del Expresión Obrera, la creación y desarrollo de la Organización Comunista-Bandera Roja en Sevilla y Andalucía, y la tendencia de las Comisiones Obreras de Empresas y Ramos, como grandes episodios.
Esta obra forma, junto a Agenda sindical de la transición en Sevilla (1976-1982), una trilogía donde el autor expone, con un grado de transparencia admirable y huyendo de triunfalismos acríticos, su período de mayor actividad sindical y política.
Algo que considero importante destacar es que el compromiso político y social desplegado por Pedro Andrés durante los años 1966-1982 no se entiende sin señalar el permanente acompañamiento que encuentra en su compañera Encarna Ruiz Galacho. Será una pareja que dedicará al activismo sociopolítico buena parte de sus energías durante los años de mayor fortaleza física. Estableciendo una especie de división del trabajo, donde Encarna se ocupará de la instrucción teórica y la elaboración escrita, entre otras tareas. Pero, Encarna también habrá de ocuparse del hogar y los hijos. Además, de su faceta pública cuando las circunstancias lo requerían, participando en la lucha vecinal y de barrios o en las asociaciones feministas y de madres y padres de alumnos, entre otras. Todo esto imprime a la militancia de Encarna una particularidad que la convierte, junto a otras mujeres comprometidas, en meritorias artífices destacadas del movimiento de cambio que significó la lucha antifranquista y la transición política española. Bajo mi punto de vista, todavía hay una deuda pendiente de la sociedad para con estas especiales mujeres.
En esta publicación, Sindicalismo y política en época de represión Memorias de una década en Sevilla (1966-1976), el autor nos relata su singular evolución en la lucha por una sociedad mejor desde posiciones comunistas. La lucha antifranquista, la lucha por una sociedad española con un régimen democrático, equiparable a otros sistemas políticos es la manera en que se concretaba la utopía comunista en este contexto. Además de esta ideología que guía la acción de nuestro autor, éste destaca por otras particularidades como la entrega militante, el afán organizador, una perseverancia a prueba de bombas, una honradez que no cede ante los intentos de comprarlo por parte del régimen y un espíritu indómito, crítico, un tanto cuestionador de la autoridad tanto del régimen como en las propias organizaciones en las que milita. Esto último le supondrá una estigmatización, que impedirá que un talento como el suyo sea aprovechado en mayor medida por dichas organizaciones.
Si hay un hilo conductor en esta historia es la apuesta personal por cambiar radicalmente la sociedad que le ha tocado vivir. Y en esto me quiero detener.
Me gustaría destacar la dificultad y la complejidad de una actividad como la militancia política y sindical cuando la misma persona ha de combinarla con otros roles como puedan ser el de cabeza de familia que ha de garantizar la entrada de dinero en el hogar, la búsqueda y mantenimiento de una vivienda, el ama de casa, la atención y la educación de los hijos, o el ejercicio y desarrollo de una profesión, entre otras ocupaciones. Es decir, las mujeres y los hombres que dedicaron buena parte de su tiempo a luchar contra el régimen de Franco también tenían una dimensión familiar y profesional. Esto complicó su tarea emancipadora, y les hace más especiales. Caso muy distinto de la mayoría de la población trabajadora que, aunque alguna vez se hubiera movilizado, no tenía ese grado de complicación en sus vidas. En esto de la entrega personal y del sacrificio familiar por un compromiso sociopolítico, como en tantas otras cosas, hay grados.
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