Antonio Zapata es doctor en Historia de América Latina por la Universidad de Columbia, Nueva York. Ha sido profesor visitante de las universidades nacionales San Antonio Abad del Cusco y San Agustín de Arequipa, así como de la Universidad de Shanghái en China. Actualmente es profesor del Departamento de Humanidades de la PUCP. Su tesis doctoral fue publicada con el título «Villa El Salvador: comunidad y poder local». Sus investigaciones giran en torno a la historia política del siglo XX.
Lucha política y crisis social en el Perú Republicano 1821-2021
Antonio Zapata
© Antonio Zapata, 2021
De esta edición:
© Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial, 2021
Av. Universitaria 1801, Lima 32, Perú
www.fondoeditorial.pucp.edu.pe
Diseño, diagramación, corrección de estilo
y cuidado de la edición: Fondo Editorial PUCP
Primera edición digital: noviembre de 2021
Prohibida la reproducción de este libro por cualquier medio, total o parcialmente, sin permiso expreso de los editores.
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2021-12648
ISBN: 978-612-317-703-4
Contenido
Capítulo
El nacimiento de la república independiente, 1821-1885
Capítulo
El nacionalismo económico, 1962-1990
Capítulo
El neoliberalismo, reforma y reorganización social, 1990-2020
Para Natalia González, por los años qu e vendrán
Presentación
El libro que el lector tiene entre manos es fruto de un encargo que recibí del jefe del departamento de Humanidades de la PUCP, el doctor Francisco Hernández. Sus instrucciones eran sencillas de entender y complejas de ejecutar. Me explicó que había pensado en un texto que resuma la historia republicana tomando en cuenta las publicaciones recientes sobre el tema. Dialogar con ellas y ofrecer un punto de vista indep endiente.
Estos textos son numerosos. A mediados de la década de 1 99 0 e l doctor Franklin Pease publicó un libro integral sobre la historia contemporánea, donde el énfasis estaba puesto en la larga duración (Peas e, 1 999). El siglo X X era fruto de una trayectoria prolongada que se remontaba a la era prehispánica. Compartiendo el mismo largo tiempo histórico, el profesor norteamericano Peter Klarén (2004) escribió un influyente texto de historia peruana, desde sus orígenes hasta finales del siglo X X. Luego, el Instituto de Estudios Peruanos publicó en 1 99 9 l a primera edición del libro de los historiadores Carlos Contreras y Marcos Cueto, que ha sido ampliamente utilizado por los estudiantes universitarios de los últimos veinte años. Sus lectores lo han apreciado porque está bien organizado y ofrece una interpretación renovada, posterior a la visión crítica que había sustentado la teoría de la dependencia. Una explicación integral, novedosa y s intética.
Además, es necesario considerar otros textos de síntesis producidos por Carlos Contreras. Tenemos una Breve historia del siglo X IX, que ha sido publicado por el Fondo Editorial de la PUCP (2015) y luego una Historia mínima del Perú , aparecido en El Colegio de México en coautoría con Marina Zuloaga (2014). Así, Contreras viene desplegando una intensa producción de compendios, porque también ha dirigido los cinco tomos de Historia republicana del Perú , que integran la «Historia de Hispanoamérica» editada por la fundació n Mapfre.
No han sido los únicos libros con estas pretensiones. Adicionalmente tenemos que los sociólogos Hugo Neira (2005) y Héctor Béjar (2019) han escrito sendos volúmenes de visión panorámica sobre el pasado peruano. Es claro que ambos autores se preguntan por el país en su conjunto y que la pretensión es la historia de larga duración con una visión alternativa a la tradicional. La obra de Béjar es un desafío al saber común difundido por el poder, mientras que el texto de Neira sigue el rastro de la debilidad institucional de la República. También a mediados de los noventa había aparecido el texto del Nelson Manrique (1995), Historia de la República , cuya singularidad reside en el énfasis en procesos y personajes de las regiones que permiten un conocimiento más integral del país, a diferencia de la mayoría de estudios, muy centrados en Lima.
Por su lado, el libro de Hernando de Soto sobre la informalidad expresaba una modificación del sentido común que fue dejando atrás el pensamiento crítico y se volcó al liberalismo. De Soto modificó la interpretación de la naturaleza de los trabajadores urbanos autoempleados. Mientras para el marxismo eran marginales o subproletariado y su horizonte era sumarse a la lucha de los explotados contra el capitalismo, El otro Sendero (1999) los concibió como empresarios dotados de un impulso al capitalismo, en oposición al Estado y los poderes corporativos. Ese cambio de perspectiva fue fundamental para el ascenso de una interpretación liberal de la historia. Un primer esfuerzo en ese sentido se halla en el libro La república embrujada de Alfredo Barnechea (2013 [1998]), quien combina nociones dependentistas con liberales buscando entender las causas de la incapacidad republicana para cumplir uno de sus lemas primigenios: paz y progreso.
Por su parte, una visión conservadora puede hallarse en la obra de Federico Prieto Celi, quien interpreta el siglo X X peruano en Así se hizo el Perú: crónica política de 1 9 a 2009 (2010). En forma indirecta, pero integral, Prieto contesta al pensamiento crítico elaborando una propuesta en la que se pregunta por lo positivo, y lo encuentra en el orden espiritual que surge de la historia y que sería la patria peruana. Prieto es miembro del Opus Dei del Perú y su acercamiento intelectual es diferente al liberal encarnado por de Soto o Jaime Althaus (2007). Sin embargo, los tres comparten algunos elementos fundamentales, pues defienden el mismo modelo de desarrollo. Aunque discrepan con respecto a libertades y derechos —que no es un tema menor, sobre todo en los tiempos actuales—, conservadores y neoliberales coinciden en su alineamiento político.
A estos textos deben sumarse producciones más antiguas, pero de gran trascendencia hasta nuestros días, como Clases, Estado y Nación de Julio Cotler, aparecido en 1 97 8 y publicado por el IEP. Este texto es un clásico que ha formado el pensamiento histórico de varias generaciones de intelectuales. Es un libro de historia escrito para explicar a Velasco. Por ello fue tan potente, buscó entender el presente a través del ayer y no estaba centrado en el pasado en sí mismo. Además, el presente que buscaba entender era el momento más trascendente del país en muchos años. En una línea bastante cercana, Carlos Franco practicó el clásico formato del ensayo para analizar la democracia y la nación peruanas en Acerca del modo de pensar la democracia latinoamericana (1998). Franco tenía formación de psicólogo social y disponía de entrenamiento y sensibilidad para captar el estado de ánimo, la tendencia colectiva y el sustrato espiritual de la sociedad. Este breve recuento de obras influyentes de las décadas anteriores no puede cerrarse sin mencionar a Heraclio Bonilla, quien representa la continuidad de la historia crítica formulada en los años de la teoría de la dependencia. Bonilla fue el historiador de esa generación y ha tenido una larga carrera, ya que sigue muy activo hasta hoy. Ha reunido sus trabajos añadiendo nuevos ensayos en tres tomos publicados con el título El futuro del pasado (2005) . Si Cotler había pretendido explicar el presente a través del pasado, Bonilla refina este acercamiento postulando que para entender el paso del tiempo es preciso situarse en el futuro y mirar desde ahí la historia.