Descifrar las smart cities
¿Qué queremos decir cuando hablamos de smart cities?
Manu Fernández
Título original: Descifrar las smart cities
Primera edición: Agosto 2016
© 2016 , Manu Fernández
© 2016, megustaescribir
Ctra. Nacional II, Km 599,7. 08780 Pallejà (Barcelona) España
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ISBN: Tapa Blanda 978-8-4911-2640-9
Libro Electrónico 978-8-4911-2639-3
CONTENIDO
We may wish for easier, all-purpose analyses, and for simpler, magical, all-purpose cures, but wishing cannot change these problems into simpler matters than organized complexity, no matter how much we try to evade the realities and to handle them as something different.
Death and life of the great American Cities, Jane Jacobs, 1961
Looking at the history of technology literally puts us in our place by suggesting that rather than ending time, space, and social relations as we have known them, the rise of cyberspace amounts to just another in a series of interesting, but ultimately banal exercises in the extension of human tools. They are potentially very profound extensions, but not enough to warrant claims about the end of anything, other than the end of a chapter in a seemingly never ending story. Indeed, the history of technology suggests that this would be far from the first time that we have laid claim to the end of history, the end of geography, and the end of politics. Practically every substantial technological change has been accompanied by similar claims. The chant goes on: This changes everything. Nothing will ever be the same again. History is over, again and again and again.
The digital sublime. Myth, power and cybersapce, Vincent Mosco, 2004
Haríamos mucho mejor si esquivamos la consabida trampa del determinismo tecnológico ingenuo, renunciando a las simétricas formas de fatalismo propuestas por los papanatas de la tecnocracia y por los tecno-bufones cascarrabias y comenzamos, por el contrario, a desarrollar una perspectiva amplia, crítica, enfocada a la acción, sobre la realidad tecnológica, económica, social y cultural de lo que está pasando en realidad en nuestro alrededor y en estos momentos.
e-topia, William Mitchell, 1999
Podría decirte de cuantos peldaños son sus calles en escalera, de qué tipo los arcos de sus soportales, qué chapas de Zinc cubren los techos; pero sé ya que sería como no decirte nada. No está hecha de esto la ciudad, sino de relaciones entre las medidas de su espacio y los acontecimientos de su pasado.
Italo Calvino, Las Ciudades Invisibles, 1972
Este libro empezó a gestarse en 2008 con el descubrimiento de los primeros rastros de un término, el de ciudades inteligentes o smart cities, que entonces empezaba a ocupar espacio en los medios tecnológicos y, en menor medida, en los relacionados con temas urbanos. Desde entonces, el afán por entender qué propuesta estaba detrás de la smart city y la voluntad de querer hacerlo mediante breves intuiciones en mi blog han sido una mecánica constante. Este interés se transformó en 2013 en un proyecto de tesis doctoral un poco sui generis, realizado completamente fuera de la vida académica. Dicha tesis, La smart city como inaginario socio-tecnológico. La construcción de la utopía urbana digital , fue defendida a finales de diciembre de 2015 y constituye la materia prima con la que se ha construido esta publicación. La adaptación del texto para facilitar su lectura ha implicado la reducción al máximo de notas al pie, citas académicas y referencias, así como la limitación en la bibliografía utilizada. Por el camino se han podido perder matices, anécdotas y casos abordados en la investigación, pero confiamos en que este esfuerzo de síntesis mantenga la robustez del texto.
No puedo dejar de mencionar en primer lugar algunas influencias básicas que iluminan el texto. Trabajos y reflexiones como los que aporta Adam Greenfield han sido inspiradores desde hace años, y una invitación a no conformarse con lo que el sentido común prefabricado nos pueda sugerir. La lectura de su último libro, Against the smart city , supuso un aliciente para desarrollar sobre él un marco de análisis más amplio, aunque seguramente no más certero ni contundente. El trabajo de Anthony Townsend, especialmente su libro Smart cities. Big data, civic hackers and the quest for new utopia , también supuso un nuevo estímulo para convertir mis escritos a un formato más estructurado. En los dos últimos años, el trabajo aportado por Rob Kitchin, en especial a través del proyecto de investigación The Programmable City , ha alimentado continuamente mis lecturas. Su producción académica supone uno de los esfuerzos más interesantes que se están realizando en nuestro ámbito. Nombres como Martijn de Waal, Dan Hill, Frank Kresin o Usman Haque también vienen a la memoria cuando pienso en las lecturas que más me han influido estos años y que han acabado estando presentes también en la tesis, puerta de entrada además para descubrir otros nombres como Alessandro Aurigi, Kate Crawford, Anne Galloway, Vincent Mosco, Paul Dourish o Genevieve Bell, influencias notables en diferentes partes del texto.
Un lector acelerado que se acerque a este texto desde la necesidad de defender su posición, bien sea de tecno-optimista irredento o de tecnófobo quijotesco encontrará, seguramente, razones para sentirse molesto. No presentamos este libro como una batalla de posturas antagónicas; ni siquiera es una batalla, porque partimos de la presencia real, material, actual y decisiva de la tecnología habitualmente asociada a la ciudad inteligente. La batalla, en todo caso, no estará en dilucidar qué materializaciones tecnológicas equiparán nuestras ciudades y colonizarán cada vez más esferas de nuestra vida, sino en conservar la capacidad de modelar sus funciones para que se adecúen al sistema social que prefiramos.
Así, ese mismo lector acelerado creerá que este es un texto sobre tecnología y no lo es. Ni siquiera es un texto con ambición de ser un estado del arte o una visión completa de todos los elementos relacionados con la smart city. Se trata, en cambio, de un texto de análisis crítico de la forma en que un imaginario construido a partir de un régimen discursivo concreto está tratando de modelar y hacerse presente en la realidad urbana. Si acaso, es un texto sobre las ciudades de nuestro tiempo porque, al fin y al cabo, de eso debería tratar el debate sobre la ciudad inteligente. Estamos ante un esfuerzo de sistematización sobre cómo se está dando forma desde el discurso institucional, las prácticas sociales y el progreso científico-tecnológico a nuevas dinámicas en la sociedad conectada. Asumimos tal posición de partida, pero sin falsa equidistancia. Este es un texto escrito desde el compromiso por una ciudad más democrática que permita el ejercicio pleno de las libertades que las tecnologías potencialmente pueden ofrecernos, desde el compromiso con una cultura científico-tecnológica al servicio de las demandas y necesidades sociales y de un panorama socio-político en profundo cambio, desde el compromiso por una gestión pública que favorezca un modelo de ciudadanía abierta y crítica y desde el compromiso por ciudades que merezcan la pena ser vividas.
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