La democracia española tiene poco más de cuarenta años (anteayer, como quien dice). Y su consolidación se debe a la voluntad que han mostrado políticos de muy diversas ideologías, en ocasiones enfrentadas, de construir un proyecto compartido. Nacho Corredor ha tenido la oportunidad, en la última década, de vivir de cerca algunos de los acontecimientos que han marcado la historia del país, tanto en el sector público como en el privado, en los medios de comunicación o la universidad. De esas experiencias nacen estas reflexiones.
Este libro es un manifiesto en favor de la convivencia, que toma partido sin ser partidista. Un manifiesto escrito desde la subjetividad de un millennial nacido en Santander, crecido en Catalunya (y que sueña en catalán) y que vive y trabaja en Madrid. Un manifiesto subjetivo, sí, a favor de la vida en comunidad.
La vida crece entre los matices.
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Cuando hizo falta reivindicar la democracia en un debate presidencial
23 de abril de 2021. Sant Jordi. Día Internacional del Libro. Hoy hace 44 años que más de cien mil personas se manifestaron en la entonces plaza Sant Jaume de Barcelona, pidiendo la restauración del Estatuto de Autonomía de Catalunya suspendido por la dictadura franquista. Los manifestantes apoyaban la entrega de una carta al entonces alcalde, José María Socías, en la que también se solicitaba que el catalán fuera considerado lengua oficial de la ciudad. Un año antes, también un 23 de abril, se fundaba el diario Avui, el primer periódico editado en catalán desde el final de la Guerra Civil. Estamos en plena Transición.
También hoy hace 44 años que Leopoldo Calvo Sotelo, quien años después se convertiría en presidente del Gobierno tras una sesión de investidura en la que algunos militares intentaron dar un golpe de Estado, dimitía como ministro de Obras Públicas del Gobierno del entonces presidente Adolfo Suárez. Unos días antes se habían convocado las primeras elecciones libres desde la Segunda República para junio del mismo año, y Calvo Sotelo sería candidato de la Unión del Centro Democrático (UCD). Algo se movía.
El 23 de abril de 1977, hoy hace 44 años, el diario El País abría su portada con un importante anuncio: «Vía libre a las centrales sindicales». Tras décadas de dictadura, los sindicatos Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CC. OO.) estaban a punto de ser legalizados. El Gobierno había aprobado el día anterior en el Consejo de Ministros uno de los Reales Decretos más importantes de nuestra historia reciente: se acabaron los sindicatos verticales. Meses después, la Constitución reconocería el papel de los sindicatos como uno de los principales instrumentos de participación política de los trabajadores. Tan solo unas semanas antes, el Partido Comunista de España (PCE) había sido legalizado. La democracia avanzaba.
El mismo día, un 23 de abril de hace más de cuatro décadas, La Vanguardia informaba de que la mañana anterior el Parlamento europeo había aprobado por unanimidad la entrada de España en la Comunidad Económica Europea. Esa misma tarde, la del 23 de abril, el entonces rey Juan Carlos llegaba a nuestro país tras una visita de Estado a Alemania que fue calificada por el entonces presidente Walter Scheel como un «nuevo capítulo de las relaciones hispano-germanas». España se abría al mundo.
La mañana del sábado 23 de abril de 1977, El País también anunciaba otro hecho significativo: Carlos Arias Navarro, el expresidente del Gobierno designado por Franco tras el asesinato de ETA del almirante Luis Carrero Blanco, quería ser senador de Alianza Popular (AP). El marqués Arias Navarro había anunciado su candidatura el día anterior en una entrevista para el diario ABC, en medio de elogios a Manuel Fraga, exministro de los Gobiernos de Franco y fundador de AP, la formación que antecedería al Partido Popular (PP) y gobernaría España, y cuya candidatura al Senado lideraría el viejo marqués. Lo nuevo y lo viejo se unían en plena Transición.
La prensa de la época reflejaba el clima preelectoral que vivía España justo 44 años antes del 23 de abril de 2021. En la página 24 de La Vanguardia, y con la Constitución todavía pendiente de ser redactada, se promocionaba El Eurocomunismo, de Santiago Carrillo, un libro donde el entonces líder del PCE reivindicaba el «eurocomunismo como el único modelo revolucionario posible en países capitalistas desarrollados». Unas páginas antes, en otro anuncio, esta vez en catalán, un partido reivindicaba ser «la afirmación de un auténtico regionalismo que materialice las justas aspiraciones de Catalunya». «Libertad con orden», concluía. Ese partido que reivindicaba en catalán las justas aspiraciones de Catalunya y ponía límites a la libertad era Alianza Popular. La historia y la realidad son complejas.
Han pasado 44 años y, tras décadas de consolidación de nuestra democracia, estamos en medio de otra campaña electoral. El eurocomunismo es ahora una ideología proscrita por el mainstream y ya no se promociona en la prensa liberal, el Partido Popular de Ayuso reivindica la libertad sin peros y los conservadores han sustituido la reivindicación del regionalismo catalán por la creación de uno nuevo: el madrileño. En la mañana del 23 de abril de 2021, El Mundo informa de que «la izquierda avanza, pero sigue aún lejos de amenazar a Ayuso». En unos días hay elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid y la ya presidenta Isabel Díaz Ayuso está a punto de ganar por primera vez y por mucho unas elecciones.
L A SER , TESTIGO DE LA HISTORIA
Dos días antes, el miércoles 21, Ayuso es entrevistada por Àngels Barceló (una de las referentes profesionales por las que alguna vez valoré ser periodista) en la Cadena SER. En el estudio, le acompañamos también José Luis Sastre (un joven periodista que combina la sutileza con la solvencia), Verónica Fumanal (seguramente la principal experta en comunicación política de nuestro país) y yo. Hay muchos silencios antes y después de la entrevista. Ayuso no confronta. Cae bien. Se sabe fuerte. Le basta con pasar desapercibida. Sabe que está ante una audiencia progresista. Lleva un año siendo la antagonista del presidente del Gobierno, ha pasado de ser una política ridiculizada por propios y ajenos a ser una de las principales líderes de la derecha y está a punto de ganar unas elecciones. Sus primeras elecciones. Incluso se permite criticar a VOX, un partido sin cuya complicidad no sería presidenta. En la entrevista insiste en algo que ya ha anunciado: no va a participar en el debate electoral del próximo viernes organizado por la SER. El viernes 23 de abril de 2021 Ayuso no es la protagonista.