Catherine Vézina - Migración: México-Estados Unidos

Una de las relaciones de interdependencia más visibles entre los Estados Unidos de América y México es sin duda la relación migratoria que une e históricamente ha unido a las dos naciones. A pesar de las amenazas de deportación inminente de los inmigrantes en situación irregular en el país del norte y de los discursos antimexicanos difundidos con regularidad y cíclicamente, podríamos decir que, en la realidad, existe una profunda conexión social, demográfica, laboral, cultural, política y económica entre ambos países que es atribuible a la migración histórica de los mexicanos hacia los Estados Unidos.

Esta relación histórica ha sido el objeto de varios análisis históricos, antropológicos, sociológicos, políticos y demográficos, entre otros. La migración es un fenómeno que implica distintas áreas y zonas de contacto (geográficas, pero también culturales y políticas), diversas aristas y una vasta gama de efectos tanto en las sociedades emisoras como en las receptoras. Hablar de migración significa también hablar de movimientos poblacionales que no van exclusivamente en una dirección, a diferencia de la inmigración que implica, por lo general, que un extranjero marche hacia un país para establecerse de manera permanente o relativamente prolongada. El concepto de migración integra otros tipos de migrantes que no siempre desean quedarse de forma prolongada en cierto destino, que conciben la posibilidad de un retorno o que no se han desplazado de manera voluntaria o planeada a otra región.

La migración no ha sido un tema central de la historia patria quizá por lo que significa reconocer que México es un país de emigrantes y no de inmigrantes como lo son sus dos vecinos del norte. Implica una necesaria reflexión sobre las causas que motivan a decenas de miles de ciudadanos mexicanos a irse al norte. Puede llevar, por lo tanto, a hablar de las difíciles condiciones de vida de muchos campesinos, de la violencia de ciertos conflictos que empuja a las familias a buscar seguridad en otros cielos, de los resultados decepcionantes del modelo de industrialización para una gran parte de la población, del desprecio con el cual los migrantes mexicanos han sido tratados en distintas épocas en Norteamérica o de la imposibilidad de su propia patria para garantizarles dignidad en el trabajo.

La historia de la migración mexicana es también una historia de grandes retos y de adaptación. Migrar no es generalmente una cosa fácil, si el costo de irse se vuelve más aceptable por la posibilidad de obtener una vida mejor. En esta travesía, los migrantes reaccionan a las adversidades, se adaptan y superan los obstáculos puestos en su camino; pero a veces no lo logran. Puede ser que el historiador documente historias de vida alentadoras, y otras más dramáticas, siempre insertas dentro de un contexto familiar, comunitario o regional, nacional y transnacional determinante para entender las experiencias migratorias personales y globales. El estudio histórico de la migración igualmente lleva al historiador a observar cómo las autoridades gubernamentales conciben la emigración de los mexicanos y cómo implementan estrategias para retenerlos, protegerlos o negociar vías más seguras para admitirlos en los Estados Unidos o Canadá.

Estudiar históricamente la migración de los mexicanos implica entonces acercarse a diversas facetas de la historia nacional, de lo local a lo nacional, y de la historia internacional, especialmente norteamericana en este caso. Es este carácter multifacético de la historia de la migración lo que la hace tan rica y a la vez arriesgada en términos metodológicos. Es una historia social que se comprende a través de las experiencias individuales, que se entiende en relación con las políticas migratorias de los países que conforman el perímetro norteamericano y que se inserta en contextos económicos y políticos locales, nacionales y mundiales. Así, la migración se vuelve un objeto de estudio idóneo para los historiadores interesados en la historia transnacional y cruzada. Tanto el migrante como su familia, la dinámica del flujo migratorio o los grupos de interés involucrados en el fenómeno migratorio son sujetos transnacionales que se prestan a este tipo de análisis. Como el lector apreciará, la historia transnacional ha marcado profundamente las investigaciones históricas recientes sobre la migración mexicana.