Allan Pinkerton - Los forajidos del Misisipí

La Agencia de Detectives Pinkerton está indisolublemente ligada al imaginario del Salvaje Oeste, epopeya hollywoodiense a ritmo de indios, vaqueros, soldados, forajidos y asaltadores de bancos, trenes y diligencias. Publicada originariamente en 1879 y firmada por el fundador de la Agencia, el legendario escocés Allan Pinkerton (1819-1884) —aunque probablemente contaría para su redacción con la ayuda de algún negro—, esta obra, inspirada en sus propias experiencias detectivescas, narra en detalle la lucha de los Pinkertons contra los bandidos y desafectos de las tierras bañadas por el gran río Misisipí.

«Durante largos años —especialmente, desde el final de la Guerra—, el rio Misisipí ha estado infestado por una clase de personas que no trataba de llevar una vida honesta, sino que depredaba a sus vecinos y atacaba las propiedades de los ferrocarriles del sur y las compañías expresas… Con frecuencia, por los crímenes que cometieron debieron sufrir un castigo infinitamente peor, mayor que cualquier sufrimiento que hubiera implicado una vida pobre pero honrada… En toda mi carrera de detective no recuerdo un ejemplo más ilustrativo de la infalibilidad de un castigo que el destino de estos forajidos del Misisipí».

Allan Pinkerton

Allan Pinkerton

ePub r1.0

Titivillus 09.01.18

Título original: Mississippi outlaws and the detectives

Allan Pinkerton, 1879

Traducción: Teresa Lanero

Editor digital: Titivillus

ePub base r1.2

ALLAN PINKERTON (Glasgow, Escocia, 1819 – Chicago, 1884). Hoy son pocos los que conocen o han oído hablar de Allan Pinkerton, pero en su tiempo, este emigrante escocés, tonelero primero y reconvertido espía y detective después, llegó a gozar de tanta o más fama que cualquier otro investigador real o nacido de la pluma de un escritor. Fundador de la Agencia de Detectives Pinkerton, prototipo decimonónico del FBI y precursor de la Interpol —el Scotland Yard americano, como así la definió la prensa británica—, Allan, y más tarde sus hijos, Robert y William, persiguieron y dieron caza a algunas de las más conocidas bandas de forajidos del Oeste americano: entre otros, los James-Younger, los Reno, los Dalton, los Farrington o el grupo salvaje de Cassidy y Sundance Kid. Pero antes, el cabeza de familia Pinkerton ya había frustrado un complot para atentar contra la vida del presidente electo Lincoln; y organizado y dirigido el Servicio Secreto de la Unión durante la Guerra de Secesión. No obstante su éxito, los métodos poco lícitos de la Agencia y su connivencia con empresarios y grandes corporaciones, vinieron en detrimento de su imagen. Fue esta una de las razones que animaron a Allan a publicar, con gran éxito de ventas, cerca de una veintena de títulos relatando sus propias experiencias detectivescas, obras que avanzaron en el prestigio y fama de la Agencia y que contribuyeron, en alguna medida, a limpiar su nombre. De carácter fundamentalmente autobiográfico, no exento de cierta tabulación, constituyen documentos excepcionales, por cuanto recogen de primera mano las vivencias y pareceres de uno de los hombres que ayudaron a forjar los Estados Unidos y a domesticar el Salvaje Oeste.

[1]Vid. BIOGRAFÍAS 2 [N. del E.].

[2] Antes de esta obra, aparecida en 1879, Allan Pinkerton ya había publicado, con gran éxito, casi una decena de libros narrando sus aventuras detectivescas: The expressman and the detective (1874); Claude Melnotte as a detective… (1875); The somnambulist and the detective. The murderer and the fortune teller (1875); The spiritualists and the detectives (1876); The model town and the detectives. Byron as a detective (1876); Strikers, communists, tramps and detectives (1878); Criminal reminiscences and detective sketches (1878); The Molly Maguires and the detectives (1879); The gypsies and the detectives (1879). Y a la presente habrían de seguir otras muchas: Bucholz and the detectives (1880); Professional thieves and the detective (1881); The Rail-Road forger and the detectives (1881); Bank robbers and the detective (1883); The spy of the Rebellion (1883); Thirty years a detective (1884); y A double life and the detectives (1884) [N. del E.].

[3] Publicado en volumen único junto con otro de sus casos: The somnambulist and the detective (1875) [N. del E.].

[4] Danza popular de origen irlandés [N. de la T.].

[5] Aunque con frecuencia se utiliza para designar al conjunto de los estadounidenses, la palabra yanqui (en inglés, yankee), hacía originalmente referencia a los habitantes de la colonia de Nueva Inglaterra. Durante la Guerra de Secesión, los confederados usaron el término para referirse despectivamente a los soldados de la Unión y, más extensivamente, a todos los habitantes de los Estados del Norte. Aún hoy, el término conserva un matiz despectivo en boca de quienes critican las actitudes imperialistas de los Estados Unidos [N. de la T.].

[6] Miles Ogle, miembro de la banda de los Reno, fue detenido, junto a Frank Reno y Albert Perkins, por William Pinkerton en 1868; poco después, escaparon de la prisión donde fueron recluidos [N. del E.].

[7] Antes de la Guerra de Secesión y del espectacular desarrollo del sistema ferroviario de los Estados Unidos, el río Misisipí constituía la principal arteria de comunicación y comercio del sur del país. Eran muchos los hombres que ávidos de oportunidades y riquezas o en pos de un buen negocio recorrían diariamente el río; y con ellos, claro está, su dinero, grandes y pequeñas fortunas que eran la tentación de estafadores y jugadores. No es de extrañar pues que floreciera una espectacular industria del juego en las ciudades ribereñas del Misisipí —no en vano juego y viaje parecen compartir unas mismas motivaciones: grandes expectativas, asunción de riesgos, oportunismo y movimiento—, y que con ella arribaran los jugadores profesionales y los tahúres, siempre prestos a desplumar a los ambiciosos viajeros [N. del E.].

[8] Se conoce no obstante por el propio testimonio de William —que se refirió a este y otros casos de asalto al ferrocarril en un extenso trabajo presentado a la Convención Anual de la Asociación Internacional de Jefes de Policía de 1907—, que el forzudo Burtine murió a consecuencia de aquel enfrentamiento: «We learned of a party of strange men in a swamp near Lester’s Landing, Tenn., where we subsequently determined, they, to cover their real business of train robbery, had opened a small store. This we surrounded and attacked; the train robbers, who were heavily armed resisting and in the resulting fight, Henry Burtine [sic] was killed and Hillary Farrington and William Barton escaped»; William A. Pinkerton, Train robberies, train robbers and the ‘holdup’ men, Jamestown, Virginia, 1907, p. 29 [N. del E.].

[9] Se refiere a un despreciable y empalagoso personaje de la novela David Copperfield de Charles Dickens (1850). Sus atributos característicos son el servilismo y una afectada humildad que esconde hipocresía [N. del E.].